(CNN) – Una CNN exhausta dio un suspiro de alivio catártico este miércoles tras la salida de Chris Litch como CEO de la cadena.
Después de soportar conflictos internos sin precedentes que generaron una tormenta implacable de cobertura de prensa negativa durante el año pasado, los empleados de uno de los medios de comunicación más icónicos del mundo esperan seguir adelante y dejar atrás un capítulo tumultuoso.
El personal de CNN no quiere que la organización sea conocida y consumida por una telenovela interminable protagonizada por los directivos de la empresa. Quieren que el mundo lea sobre las noticias que dan sus periodistas. Quieren que la noticia sea la estrella.
Con el despido de Chris Licht como presidente y CEO de CNN este miércoles por la mañana, el personal tiene como objetivo volver a esa misión. Lo anhelan profundamente.
El breve mandato de 13 meses de Chris Licht como jefe de la red estuvo manchado por una serie de pasos en falso graves que finalmente le imposibilitaron dirigir la empresa. No todo el tumulto que ocurrió durante el año pasado fue su culpa, sin duda. El clima publicitario deficiente y las realidades comerciales de una megafusión hicieron necesaria una reducción de costos. Y tomar las riendas del anterior jefe de la cadena, Jeff Zucker, quien era reverenciado por el personal, nunca iba a ser fácil.
Pero una serie de heridas autoinfligidas mantuvieron a Licht, y por lo tanto a CNN, en la prensa por todas las razones equivocadas. Los empleados nunca confiaron plenamente en las habilidades de liderazgo, las habilidades comerciales o la visión editorial de Licht, un cóctel desastroso que sin duda contribuyó a por qué hubo tantas filtraciones dañinas a la prensa.
En los últimos meses, David Zaslav, director ejecutivo de Warner Bros. Discovery (WBD), la empresa matriz de CNN, también comenzó a tener serias preocupaciones. Eso fue evidenciado por la decisión de Zaslav la semana pasada de instalar a su principal lugarteniente, David Leavy, como director de operaciones de CNN.
Pero una situación que ya era mala empeoró cuando Tim Alberta de The Atlantic publicó su devastador perfil de 15.000 palabras sobre Licht. Era la sentencia de muerte. El artículo, en el que Alberta habló con más de 100 empleados de CNN, cuestionó la capacidad de Licht para liderar el avance de la organización.
La historia condenatoria de la revista cristalizó las preocupaciones de Zaslav, dijo una persona familiarizada con el asunto. El jefe de WBD durante el fin de semana comenzó a considerar seriamente relevar a Licht de sus funciones. La decisión final de despedir a Licht se tomó a principios de esta semana. Y en un paseo temprano por la mañana este miércoles, a través de un Central Park lleno de humo y apocalíptico, Zaslav le informó a Licht que se le había acabado el tiempo.
La base de más de 4.000 empleados de CNN, incluidos los presentadores, se enteraron de la sacudida sísmica poco después, durante la reunión editorial de la cadena, que se lleva a cabo todos los días a las 9:00 am. Zaslav entró en la sala de conferencias de Hudson Yards en la que se reúnen los empleados de Nueva York e informó a los empleados de allí y de todo el mundo que Licht ya estaba fuera de la compañía. Licht, en particular, no estuvo presente en la reunión y nunca envió un memorando final o un adiós al personal que una vez dirigió.
Zaslav, quien asumió la responsabilidad del caos que se ha apoderado de CNN en los últimos meses, dijo que el trabajo de Licht “nunca iba a ser fácil”. Elogió su “increíble carrera” y le deseó lo mejor en sus proyectos futuros. “Por varias razones, las cosas no funcionaron y eso es desafortunado”, dijo Zaslav. “Es realmente desafortunado. Y en última instancia, eso depende de mí. Y asumo toda la responsabilidad por eso”.
Zaslav les dijo a los empleados de CNN que la compañía está “en el proceso de realizar una búsqueda amplia”, tanto interna como externa, de un nuevo jefe de la cadena. A pesar de que la búsqueda ya está en marcha, Zaslav advirtió que “tomará un tiempo” identificar a un nuevo jefe de la cadena.
Mientras tanto, Zaslav dijo que el equipo de liderazgo estará compuesto por tres ejecutivos veteranos de CNN: Amy Entelis, vicepresidenta ejecutiva de desarrollo de contenido y talento; Virginia Moseley, vicepresidenta ejecutiva de editorial; y Eric Sherling, vicepresidente ejecutivo de programación de EE.UU. Leavy seguirá supervisando las actividades comerciales de la empresa.
“Tenemos una gran confianza en este grupo y los apoyaremos plenamente hasta que se nombre un nuevo CEO”, dijo Zaslav en un comunicado enviado por correo electrónico al personal de CNN. “Estamos en buenas manos, lo que nos permite tomarnos el tiempo que necesitamos para realizar una búsqueda cuidadosa y exhaustiva de un nuevo líder”.
Muchos miembros del personal también tienen una gran confianza en el grupo, compuesto por manos experimentadas que ya han demostrado su capacidad para liderar la organización a través de aguas turbulentas. Pero eso no quiere decir que la ansiedad entre las bases se haya disipado por completo.
Si bien el personal pudo haber suspirado aliviado al enterarse del despido de Licht, todavía hay una aprensión significativa en el aire sobre lo que vendrá después. ¿Habrá más reducción de costos? ¿Se desharán las decisiones tomadas por Licht? ¿El próximo jefe de la cadena será una mejora con respecto a Licht? ¿O los empleados llegarán a lamentar su despido?
Y quizás, lo más apremiante después de que el perfil de Alberta insinuara la intromisión corporativa: ¿WBD garantizará que CNN pueda operar, desde un punto de vista editorial, independientemente de la empresa matriz?
Esas son preguntas muy reales que flotan en los pasillos de CNN en este momento. Y la respuesta a cada uno de ellos está por verse.