(CNN) – Tras ganar el US Open con tan solo 18 años, Emma Raducanu tenía el mundo a sus pies. Sin embargo, parece que el éxito no es todo lo que parece, y la tenista británica habló con franqueza sobre la vida desde que levantó su primer título de Grand Slam.
En declaraciones a The Sunday Times, Raducanu se refirió al lado del éxito deportivo que muchos no ven y al impacto que ha tenido en ella.
“Cuando gané era muy ingenua”, admitió Raducanu. “De lo que me he dado cuenta en los dos últimos años, el circuito y todo lo que conlleva, es que no es un espacio muy agradable, de confianza ni seguro.
“Hay que estar alerta porque hay muchos tiburones ahí fuera. Creo que la gente del sector, sobre todo yo, que tenía 19 años y ahora 20, me ve como una alcancía”.
“Ha sido difícil desenvolverse. Me he quemado varias veces. Aprendí a mantener tu círculo lo más pequeño posible”, añadió la número 128 del mundo.
Raducanu ganó el Abierto de Estados Unidos (US Open) de 2021, convirtiéndose en la primera jugadora de la fase preliminar que conquista un Grand Slam tras derrotar a la canadiense Leylah Fernandez por 6-4 y 6-3, en la primera final de adolescentes, en Flushing Meadows desde 1999.
La británica protagonizó una racha increíble a lo largo de todo el torneo, sin ceder un set en nueve partidos, y parecía una favorita indiscutible para triunfar en el futuro en el circuito.
Pero, desde aquella sorprendente victoria, la joven, de 20 años, se ha visto plagada de lesiones.
“Desde entonces he tenido muchos contratiempos, uno tras otro. Soy resistente, mi tolerancia es alta, pero no es fácil. Y a veces pienso para mí misma que desearía no haber ganado nunca el US Open, que ojalá no hubiera sucedido”, reconoció Raducanu.
A principios de mayo, Raducanu se sometió a una operación en ambas muñecas y en uno de sus tobillos y dijo que estaría alejada de las canchas “durante los próximos meses”, mientras se recuperaba.
“Me duele perderme los eventos del verano [boreal] e intenté restar importancia a los problemas, así que doy las gracias a todos mis seguidores que siguieron apoyándome cuando no conocían los hechos”, escribió Raducanu en una carta manuscrita publicada en Instagram.
Raducanu admitió a The Sunday Times que jugó a pesar de este dolor para evitar ser “percibida como débil”.
Además de luchar contra las diversas lesiones, el lado mental del deporte también se estaba volviendo difícil de soportar para la joven estrella del tenis, dijo.
“Estaba sometida a mucha presión para rendir, la gente no tenía ni idea de lo que estaba pasando y yo tenía que mantener esa apariencia, guardarme todo dentro. Ha sido muy duro.
“Y que luego me critiquen por ello cuando no saben lo que pasa. Soy muy joven y todavía estoy aprendiendo y cometiendo errores. Es mucho más duro cuando cometes errores delante de todo el mundo y todo el mundo tiene algo que decir al respecto. La gira es completamente brutal”.
Ben Morse, de CNN, contribuyó al artículo.