Jasper, Tennessee (CNN) – En un mundo que de repente rebosa de posibles soluciones para la crisis climática, suena a ciberanzuelo: cómo este extraño truco para los eructos de las vacas puede mejorar el suelo, el agua, la vida salvestre y la riqueza de los agricultores, al tiempo que extrae toneladas de carbono del cielo.

Con el metano que eructan sus 4.000 millones de estómagos, y las 4,8 millones de hectáreas de bosques talados en todo el mundo cada año para alimentarlas, se calcula que si los 1.000 millones de vacas del mundo fueran un país, ocuparían el tercer lugar, detrás de China y Estados Unidos, en la lista de contaminadores del clima.

Pero Peter Byck, profesor de la Universidad Estatal de Arizona y cineasta, cree que con solo cambiar su forma de pastar, el ganado puede ser un aliado útil en la condición de la Tierra.

“Preveo que recibiremos muchas críticas”, afirma mientras pasea por una idílica granja ecológica de Tennessee. “Porque la gente no está pensando que las vacas puedan formar parte de la solución”.

Byck llama a la maniobra “pastoreo adaptativo en múltiples prados” o “AMP”, por sus siglas en inglés, pero no es más que una nueva forma de denominar una antigua relación entre el animal y la tierra. También conocida en el Reino Unido como “pastoreo en masa”, la técnica consiste en alimentar al ganado imitando la forma en que millones de búfalos, alces y ciervos salvajes comían el forraje silvestre en Norteamérica y, gracias a sus heces y pezuñas, construían una capa de suelo fértil y rico de hasta 4,5 metros de profundidad en las Grandes Llanuras.

En lugar de la práctica habitual de dejar pastar a las vacas durante meses en un gran campo, los ganaderos de la AMP utilizan una sola línea de valla eléctrica para agrupar a su rebaño en zonas más pequeñas y maximizar la distribución del estiércol, y luego las trasladan a la siguiente parcela de hierba alta en uno o dos días.

“Los animales golpean con fuerza una zona y luego la abandonan durante mucho tiempo”, explica Byck. “El truco está en comerse la mitad del forraje como nos comemos las puntas de los espárragos, pisotear el resto y cubrir el suelo para que se mantenga húmedo y prosperen los microbios”.

Experimentos en granjas vecinas

No es así como se alimenta a la inmensa mayoría de los cerca de 100 millones de vacas de Estados Unidos. Y tras generaciones de uso de fertilizantes y pesticidas, labranza y pastoreo excesivo, millones de hectáreas de suelo naturalmente rico se han convertido en tierra yerma, desprovista de los microbios e insectos que crean un sistema sano, e incapaz de extraer carbono y encerrarlo bajo tierra.

Byck descubrió por primera vez el poder de absorción de carbono de los suelos sanos mientras grababa el documental “Carbon Nation” y, en 2014, reunió a un equipo de científicos para implementar un estudio pionero de cinco pares de granjas vecinas del sudeste.

Peter Byck está mostrando sus resultados a los agricultores para tratar de ganar adeptos. Crédito: Evelio Contreras/CNN

En un lado del experimento, agricultores convencionales que fertilizan el pasto con nitrógeno caro y la cortan para heno, mientras que al otro lado de la valla o justo al final de la carretera, encontró pastores de AMP que nunca siegan ni fertilizan.

De 2018 a 2022, el equipo midió todo, desde la salud de los microbios y la vida de las aves hasta la infiltración de agua de lluvia, la diversidad de insectos y los gastos agrícolas. Para pagar el estudio, Byck solicitó subvenciones y llamó a las puertas de Exxon y Shell, que pagaron parte del equipo de medición de metano, y McDonald’s, que aportó una subvención de contrapartida de US$ 4,5 millones. “Quería acudir a las grandes empresas porque si ellas no cambian, nosotros no llegamos”, afirma Byck.

Después de filmarlo todo, el resultado es la docuserie en cuatro partes titulada “Roots So Deep You Can See the Devil Down There”, un título proporcionado por el ganadero convencional de Mississippi Prentiss Ferguson cuando se enteró de que su vecino de pastoreo de la AMP le ganaba en todas las medidas.

Aunque los estudios científicos aún no han concluido y los resultados no han sido publicados ni revisados por expertos, Byck afirma disponer de datos preliminares que demuestran que las granjas de AMP absorben hasta cuatro veces más carbono que las granjas convencionales vecinas y que sus vacas eructan hasta un 10 % menos de metano.

El suelo, más tocado por las pezuñas que por las máquinas de labranza, contenía un 25 % más de microbios, un 33 % más de diversidad de insectos y el triple de aves de pastizal. Con un suelo más esponjoso, las granjas AMP absorbían más del doble de lluvia por hora.

Y aunque los pastores convencionales gastaban pequeñas fortunas en fertilizantes, los niveles de nitrógeno eran más altos en las granjas donde los animales se encargaban de esparcir el estiércol.

“¿Ni siquiera abonan cuando plantan su centeno?”, pregunta Margo Ferguson a sus vecinos Cooper y Katie Hurst, con los ojos entrecerrados por la incredulidad en la película “Roots So Deep”.

“Parece una locura”, responde Cooper desde una mecedora al otro lado del porche. “Pero es dejar que la madre naturaleza haga su trabajo”.

Gran parte de la serie se pregunta si la ciencia y la conversación respetuosa son suficientes para ganarse los corazones y las mentes de los agricultores y ganaderos estancados en sus costumbres, por lo que los momentos más conmovedores llegan cuando los vecinos de toda la vida cruzan la valla por primera vez.

“¿No sería interesante no tener que pagar por el fertilizante?”, pregunta Byck a Ferguson, de 87 años, cuya explotación ganadera se ha mantenido igual durante generaciones.

“¿No sería genial?”, sonríe Ferguson.

Argumentar a favor del ganado como parte de una solución climática

“Las vacas son la industria más destructiva de la Tierra”, dijo Pat Brown, fundador y CEO de Impossible Foods, a CNN en 2020. Fue el comienzo de un boom de la sustitución de la carne y su nuevo giro a la hamburguesa vegetariana fue tan convincente que Impossible Burgers pasó de un restaurante a más de 30.000 en un parpadeo. “Las vacas no mejoran en lo que hacen”, afirma. “Ni siquiera lo intentan. Así que se acabó el juego. Solo que aún no lo saben”.

Pero aunque Byck está de acuerdo con la magnitud del problema de las vacas en la Tierra, no concuerda con Brown y otros que creen que una dieta vegana es la más respetuosa con el medio ambiente.

“Antes pensaba que había que conseguir que la gente dejara de comer carne”, afirma. “Pero luego entré en esas granjas y hablé con esos granjeros. Los animales en los pastizales son el modo en que la naturaleza ha construido el suelo durante cientos de miles de años, y si ponemos en una balanza los cinco cultivos más importantes de Estados Unidos y colocamos el ganado en el otro lado, los cultivos generan cinco veces más emisiones de carbono por el modo en que se cultivan. Si te preocupa el cambio climático, son los arados, no las vacas”.

Granjas vecinas, como aquí en Tennessee, y de otros lugares del sur se sumaron a la investigación sobre el pastoreo en AMP. Crédito: Evelio Contreras/CNN

Brown afirma que uno de sus grupos de prueba demostró que un pastoreo AMP puede hacer funcionar tres veces más vacas en un terreno del mismo tamaño. “Así no tenemos que talar selvas tropicales”, dijo. “No tenemos que alimentar al ganado con soja. Pueden comer hierba, que es como están diseñados sus cuerpos y como han evolucionado fisiológicamente”.

Byck espera que los pastos recuperados se conviertan en la alternativa más barata a los corrales de engorde y, dado que el método AMP elimina la necesidad de la industria de fertilizantes, valorada en US$ 200.000 millones, prevé la reacción en contra de los intereses de la “Gran Agricultura”, así como de los ecologistas que ven en la financiación de McDonald’s una bandera roja de lo que se conoce como greenwashing o ecoblanqueo.

“Odio que tengamos que aceptar ese dinero”, dice Jonathan Lundgren, miembro del equipo científico, a Byck en “Roots so Deep”, mientras agonizan por la financiación necesaria para terminar el estudio. Tras 11 años en el Departamento de Agricultura de EE.UU., este doctor en Agroecología se marchó frustrado al ver que la presión empresarial influía en el tipo de investigación que se le permitía llevar a cabo, incluidos los beneficios del pastoreo AMP.

“Todo lo que tienen que hacer es financiar lo contrario”, advierte Byck sobre la capacidad potencial de McDonald’s para impedir que publiquen los nuevos datos. “Quiero decir que no faltan científicos que se mueren por decir que la agricultura convencional es el único camino y que cualquiera que diga algo diferente es tonto”.

McDonald’s le dijo a CNN que la amplia investigación era importante. “La implementación de prácticas agrícolas regenerativas probadas es uno de los muchos pasos que McDonald’s está tomando para reducir las emisiones y garantizar la resiliencia en nuestra cadena de suministro”, dijo la compañía en un comunicado. “La investigación en ecosistemas variados y diversos es fundamental para identificar soluciones escalables en este campo. Por eso, McDonald’s ha financiado investigaciones en todo el mundo que exploran el impacto de las prácticas de pastoreo en el secuestro de carbono, junto con efectos medioambientales más amplios sobre el clima, la naturaleza y la resiliencia de los agricultores. McDonald’s espera con interés los resultados de este estudio y su evaluación en conjunto con la investigación más amplia que está ayudando a avanzar en nuestra comprensión colectiva del impacto del pastoreo a través de ecosistemas críticos y geografías”.

A menudo se culpa a las vacas y a la producción de carne de res como una industria clave que tiene que cambiar para mitigar el cambio climático. Crédito: Evelio Contreras/CNN

“¿Qué hacen con estos datos? No lo sé”, dijo Byck sobre sus financiadores corporativos. “Seguiré trabajando con cualquier empresa que quiera aprender sobre la salud del suelo. Porque si McDonald’s, que alimenta al 1 % del mundo cada día, no lo hace, será mucho más difícil conseguirlo. Ese es nuestro pensamiento”, hizo una pausa, “y podríamos estar locos”.

Mientras tanto, Byck está proyectando “Roots So Deep” en una gira por las granjas, con la esperanza de que un servicio de streaming lo muestre a lo largo y ancho y le ayude a ganar más adeptos como Prentiss Ferguson.

El granjero de Mississippi y su esposa abren la serie cuestionando si el cambio climático causado por el ser humano es real, pero ahora la familia está tan comprometida con el pastoreo AMP que han accedido a que los científicos dejen las torres de dióxido de carbono y monitoreen los resultados durante los próximos nueve años mientras se proponen seguir el ritmo del suelo de su vecino.

La pareja de prueba más famosa de “Roots So Deep” son primos y miembros fundadores de la legendaria banda de country Alabama: Randy Owen, un pastor convencional, y Teddy Gentry, practicante de la AMP desde hace mucho tiempo.

“Si la vaca obtiene lo que quiere y el ganadero lo que quiere y la hierba lo que necesita”, sonríe Gentry tras conocer los resultados de la investigación, “todo el mundo está bastante contento”.

Curtis Spangler participó en el estudio como agricultor convencional. Ahora se está pasando al pastoreo AMP.Evelio Contreras/CNN

Pero más allá de los datos, lo que más le importa a Curtis Spangler, uno de los ganaderos convencionales de Tennessee, es la conversación sobre los puntos en común. “Los granjeros se distancian mucho unos de otros y cuando se trata de los de la AMP es como si dijeran: ‘Son idiotas, están haciendo sus cosas’”, dijo Spangler a CNN mientras describía sus nuevos planes de pasarse a la AMP y, con suerte, dejar su segundo trabajo fuera de la granja.

“Cuando empezamos, todos pensábamos que era más un nosotros contra ellos”, dijo Spangler. “Pero cuanto más trabajábamos con Byck, más nos dábamos cuenta de que quería ayudarnos. Así que funcionó muy bien”.