La cumbre de la OTAN en Vilna tendrá la sombra inquietante de Rusia y Belarús
04:15 - Fuente: CNN

(CNN) – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emprendió este domingo un viaje de una semana a Europa en el que podría perfilarse el futuro de la alianza de la OTAN.

Biden hará escala en Londres antes de asistir a la cumbre de la OTAN en Vilna, Lituania, a la que seguirán reuniones con los líderes nórdicos en Helsinki, Finlandia. El telón de fondo, por supuesto, es la guerra en curso de Rusia en Ucrania y el intento fallido de golpe de Estado del mes pasado en Rusia, que suponen la mayor amenaza a la estabilidad mundial para la alianza en la historia reciente.

Biden será una pieza clave en una serie de cuestiones críticas para la alianza cuando se reúnan en Vilna, ciudad situada en la frontera oriental de la OTAN, a unos 30 kilómetros de la frontera con Belarús. La cumbre pondrá a prueba el notable nivel de unidad de la alianza tras la invasión rusa de Ucrania, así como su credibilidad.

Se plantearán cuestiones como el camino que debe seguir Ucrania para ingresar en la OTAN y si los miembros son capaces de llegar a un acuerdo sobre la candidatura de Suecia. También están en juego los próximos pasos en la guerra, un mes después de la contraofensiva ucraniana, las cuestiones sobre un posible final y la ayuda a largo plazo que los líderes pueden ofrecer a Ucrania en materia de seguridad.

Una guerra en las fronteras de la OTAN

El camino de Ucrania hacia la adhesión a la OTAN es cada vez más urgente y es probable que sea uno de los mayores puntos álgidos para el grupo a medida que se prolongue la guerra, especialmente tras el frustrado motín del jefe del grupo militar privado Wagner, Yevgeny Prigozhin, que puso de manifiesto las grietas en el liderazgo militar del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y supuso una amenaza potencialmente existencial para su régimen.

La OTAN acogió por primera vez con satisfacción las aspiraciones de adhesión de Ucrania durante una reunión celebrada en 2008 en Bucarest, Rumania, pero se ha avanzado poco y el calendario sigue siendo incierto. Y aunque Estados Unidos ha dicho que Ucrania no se incorporará a la OTAN como miembro tras esta reunión, la cumbre de Vilna representa una oportunidad crucial para dar pasos tangibles hacia ese fin en una importante muestra de unidad.

“Ucrania y muchos aliados de la OTAN piden un camino más claro, una hoja de ruta, algún tipo de declaración en Vilna que muestre a Ucrania lo que tiene que hacer para entrar en la alianza. Y creo que es muy importante que eso ocurra para que la alianza tenga credibilidad. Dado lo que está en juego en la guerra, (…) dado lo que han sufrido los ucranianos, si salimos de Vilna sin una idea más firme de lo que se necesita para que Ucrania se integre en la alianza, me preocupa la credibilidad de la alianza”, declaró Chris Skaluba, director de la Iniciativa de Seguridad Transatlántica en el Centro Scowcroft de Estrategia y Seguridad del Consejo Atlántico.

Pero Biden será una pieza clave a la hora de determinar qué criterios o plazos concretos y cuantificables, en su caso, se ofrecen a Ucrania para su ingreso en la OTAN durante esta cumbre.

Biden y los miembros de su gobierno se han mantenido comprometidos con la postura actual de la alianza. Sin embargo, los países de la OTAN de Europa del este limítrofes con Ucrania o Rusia han presionado más para que se asuma el compromiso de alcanzar la adhesión de Ucrania, lo que incluye la presentación de un calendario más concreto, algo que ha creado tensiones en el seno de la alianza en vísperas de la cumbre. A principios de junio, los presidentes de las comisiones de Relaciones Exteriores de 22 países, entre ellos el presidente de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Michael McCaul, firmaron una carta en la que se pedía que en la cumbre se definiera un camino más claro.

El asesor de seguridad nacional Jake Sullivan dijo a periodistas que Vilna “será un momento importante en ese camino hacia la adhesión”, proporcionando una oportunidad para que los miembros “discutan las reformas que todavía son necesarias para que Ucrania llegue a los estándares de la OTAN”.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, declaró a CNN en una entrevista exclusiva que la invitación a Ucrania a la OTAN supondría una importante motivación para los soldados ucranianos.

“Esta señal es realmente muy importante y depende de la decisión de Biden”, declaró Zelensky a CNN a principios de este mes.

La división ha provocado debates urgentes antes de la cumbre, y el resultado de las conversaciones podría determinar si Zelensky asiste.

“Si no se nos reconoce y no se nos da una señal en Vilna, creo que no tiene sentido que Ucrania esté en esta cumbre”, declaró Zelensky a The Wall Street Journal en junio.

La adhesión de Suecia

Los observadores también seguirán de cerca la interacción de los líderes con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, que sigue bloqueando el intento de Suecia de unirse a la alianza. Finlandia y Suecia solicitaron formalmente ser parte de la alianza de seguridad en mayo de 2022, impulsadas por la invasión rusa de Ucrania, y Finlandia fue admitida este abril. Pero las objeciones de Turquía a los esfuerzos de Suecia continúan, lo que podría resultar una gran vergüenza y una fuente de debilidad para la alianza.

El ingreso de Suecia en la OTAN está “al alcance”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una conferencia de prensa tras una reunión de altos funcionarios de Turquía, Suecia y Finlandia el jueves. Stoltenberg se mostró optimista respecto a una “decisión positiva” y dijo que se reuniría con los líderes de Turquía y Suecia en Vilna este lunes.

En una notable muestra de apoyo por parte de Estados Unidos, Biden recibió el miércoles en la Casa Blanca a su homólogo de Suecia, el primer ministro Ulf Kristersson.

“La conclusión es sencilla: Suecia hará más fuerte nuestra alianza y tiene los mismos valores que nosotros en la OTAN. Y espero ansiosamente su adhesión”, dijo Biden a Kristersson durante una reunión en el Despacho Oval.

Mientras los dirigentes suecos desempeñan un papel destacado en las negociaciones, los líderes también buscarán en Biden lo que Estados Unidos puede ofrecer a Turquía para engrasar los engranajes. Turquía quiere que el Congreso de EE.UU. apruebe su compra de cazas F-16 de fabricación estadounidense. Aunque los funcionarios estadounidenses son reacios a vincular abiertamente la cuestión de Suecia y los F-16, funcionarios afirman que detrás de las bambalinas es obvio que hay un acuerdo por cerrar.

Este domingo, Biden “transmitió su deseo de dar la bienvenida a Suecia a la OTAN lo antes posible” durante una llamada con Erdoğan mientras el presidente estadounidense volaba al Reino Unido, dijo la Casa Blanca en una lectura. Los dos líderes, según la lectura, “discutieron la gama de temas que los líderes de la OTAN considerarán en la cumbre, expresaron su compromiso compartido de continuar apoyando a Ucrania, y revisaron los esfuerzos para fortalecer nuestros lazos bilaterales”. Erdoğan tiene previsto reunirse con Stoltenberg y Kristersson este lunes en Vilna.

No se espera que la cuestión de la adhesión de Suecia se resuelva por completo durante la cumbre -su aprobación formal requerirá un procedimiento parlamentario- y los líderes esperarán de Erdoğan cualquier señal de que está dispuesto a eliminar la restricción y eliminar cualquier duda sobre la solidaridad de la alianza.

Ayuda a Ucrania

Mientras los líderes se reúnen, los expertos están pendientes de si la alianza puede ofrecer alguna ayuda adicional a Ucrania en materia de seguridad a largo plazo, incluyendo la posibilidad de más aviones de combate F-16 y otras inversiones a largo plazo como señal clave para Rusia del apoyo a largo plazo de la OTAN a Ucrania.

En un paso importante durante la cumbre del G7 en mayo, Biden informó a los líderes del G7 que EE.UU. apoyará un esfuerzo conjunto con aliados y socios para entrenar a pilotos ucranianos en aviones de cuarta generación, incluidos los F-16, un proceso que puede tardar varios meses en completarse.

“En este momento, Ucrania recibe apoyo a muy corto plazo, es decir, estamos asignando fondos y sacando ese dinero lo antes posible para satisfacer las necesidades de defensa de Ucrania en la actual contraofensiva”, dijo Bergmann.

Sin embargo, añadió, “es de vital importancia asumir aquí un compromiso financiero a largo plazo para enviar realmente a los rusos el mensaje de que no van a ganar una guerra larga y de que nuestro compromiso con Ucrania será duradero”, señalando la importancia de dicho compromiso junto con el elemento de incertidumbre que rodea a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024.

El Indo-Pacífico también será un tema clave de debate entre los líderes, después de que condenaran los perjuicios causados por las “prácticas industriales no transparentes que distorsionan el mercado” de China, en un comunicado con el que concluyó la cumbre del año pasado en Madrid.

Biden también pronunciará en Vilna lo que Sullivan describió como un “importante discurso” sobre su visión de unos Estados Unidos fuertes y seguros de sí mismos, flanqueados por aliados y socios fuertes y seguros, que afronten los importantes retos de nuestro tiempo, desde la agresión rusa en Ucrania hasta la crisis climática”.

Visita a Londres

Antes de que comience la cumbre de Vilna, Biden visitará primero el Reino Unido, donde se reunirá con el rey Carlos III en su primer encuentro personal desde que ascendió al trono. Siguiendo la tradición, Biden no viajó a Londres para la coronación, pero la primera dama, la Dra. Jill Biden, y su nieta Finnegan Biden asistieron a la ceremonia.

Biden ha dicho anteriormente que espera tratar temas medioambientales durante su visita al castillo de Windsor. Será un momento muy esperado por la forma en que el monarca equilibra su papel tradicionalmente apolítico con una causa que le apasiona.

Biden y el rey, según Sullivan, “participarán en un foro que se centrará en la movilización de la financiación climática, especialmente sacando de la marginalidad a la financiación privada para el despliegue de energías limpias y la adaptación en los países en desarrollo”.

Y el presidente también se reunirá con el primer ministro Rishi Sunak, a quien recibió en la Casa Blanca el mes pasado y con quien ha mantenido estrechas consultas sobre Ucrania y otros asuntos de política exterior.

Una reunión nórdica

Biden también ofrecerá una notable muestra de apoyo a los países nórdicos tras la cumbre de Vilna, viajando a Helsinki (Finlandia) para celebrar una cumbre con los líderes de Finlandia, Suecia, Noruega, Islandia y Dinamarca, la tercera de este tipo y la primera del gobierno de Biden.

Con el ingreso de Suecia en la OTAN todavía en el aire, el tono de esta reunión podría depender en gran medida de los avances que se consigan en Vilna, si es que se consigue alguno.

Pero hay otras áreas abiertas a la discusión, dijo un funcionario nórdico a CNN, incluida la cooperación en materia de seguridad, en particular en el Ártico, donde hay presencia tanto de China como de Rusia. También se espera que discutan áreas de cooperación en tecnología, incluyendo 5G y tecnología de inteligencia artificial. Y el compromiso climático y la energía limpia también serán temas clave durante la visita a Helsinki.

Jennifer Hansler, Kevin Liptak, Kylie Atwood, Eve Brennan, Luke McGee y Arlette Saenz, de CNN, contribuyeron a este artículo.