(CNN) – El impactante ataque de Hamas en Israel fue de una escala y sofisticación que antes se consideraban impensables.
Los combatientes de Hamas llegaron por tierra, mar y aire, sobrepasando a las defensas israelíes en un ataque que se cobró la vida de 900 personas en el país, tanto soldados como ciudadanos.
El nivel de planificación que habría sido necesario para semejante ataque suscitó preguntas acerca de si Hamas pudo haberlo hecho solo y, en caso de haber contado con ayuda, si ésta podría haber venido de Irán, su antiguo patrocinador en la región.
Teherán, que elogió el ataque, ha negado su implicación. La misión de Irán ante las Naciones Unidas emitió un comunicado en el que calificó la operación de “violentamente autónoma e inquebrantablemente alineada con los legítimos intereses del pueblo palestino”.
El viceconsejero de Seguridad Nacional, Jon Finer, reiteró este lunes que Estados Unidos cree que Irán es “ampliamente cómplice” de los atentados de Hamas en Israel, pero dijo que no dispone por el momento de “información directa” que vincule estos atentados con Irán.
“Lo que podemos tener muy claro es que Irán es ampliamente cómplice de estos atentados por haber apoyado a Hamas desde hace décadas”, declaró Finer durante su participación en el programa “Good Morning America” de la cadena ABC, en el que habló de armas, entrenamiento y ayudas financieras.
“Lo que no tenemos es información directa que demuestre la participación iraní en la ordenación o planificación de los atentados que han tenido lugar en los dos últimos días. Es algo que vamos a seguir examinando de cerca”, concluyó.
Sin embargo, la relación cambiante de Irán con Hamas y sus socios combatientes palestinos, la Yihad Islámica, está bien documentada. La Yihad Islámica Palestina – grupo extremista con base en Gaza, más pequeño que Hamas pero con una importante fuerza de combate en el enclave costero – ha disfrutado de una larga y pública alianza con Teherán.
Hamas, por su parte, ha tenido una relación más ambigua con Irán, como cuando se volvió en su contra durante varios años por su apoyo al dictador sirio Bashar al-Assad durante la guerra civil en el país. Finalmente, volvió a la órbita de Teherán y se comunica abiertamente con Irán y sus aliados paramilitares sobre sus objetivos.
Israel afirma que Irán apoya a Hamas con unos US$ 100 millones al año. El Departamento de Estado de EE.UU. afirmó en 2021 que el grupo recibe financiación, armas y entrenamiento de Irán, así como algunos fondos que se recaudan en países árabes del Golfo.
Los aliados paramilitares de Irán en la región – en concreto, el grupo armado chií libanés Hezbollah – han alardeado en repetidas ocasiones de una férrea coordinación en materia de seguridad con los grupos islamistas palestinos (gran parte del mundo occidental y algunos países árabes consideran que Hezbollah, Hamas y la Yihad Islámica son grupos terroristas).
Kobi Michael, investigador principal del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS, por sus siglas en inglés), con sede en Tel Aviv, cree que Irán pretende crear “una realidad de guerra para agotar a la sociedad israelí, para agotar a las Fuerzas de Defensa de Israel”.
“Aquí está el denominador común entre la estrategia de Irán y la estrategia de Hamas. Por lo tanto, Irán es un activo para Hamas y Hamas es un activo para Irán”, dijo Michael.
Poco más de un mes antes del ataque sorpresa, el jefe adjunto del politburó de Hamas, Saleh Al-Arouri, y el jefe de la Yihad Islámica Palestina, Ziad al-Nakhalah, fueron fotografiados en Beirut junto al secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah.
En abril, el principal dirigente político de Hamas, Ismail Haniyeh, visitó la capital libanesa para reunirse con Nasrallah. Aún no está claro cómo Haniyeh, que reside en la bloqueada Gaza, pudo viajar a Líbano.
En sus discursos recientes por televisión, Nasrallah afirmó que no hay diferencias entre los objetivos estratégicos de su grupo y los de sus socios combatientes palestinos. También aludió repetidamente a la ampliación de las reglas de enfrentamiento del grupo con Israel para reflejar la creciente alianza.
Líbano e Israel están técnicamente en estado de guerra. Hezbollah tiene un bastión en el sur del país, fronterizo con Israel. En 2006 estalló una guerra internacional entre ambos países que se saldó con más de 1.100 muertos en Líbano y más de 200 en Israel.
Desde entonces, los intercambios de disparos entre las partes enfrentadas han sido muy escasos, y Hezbollah ha amenazado repetidamente con atacar Israel con su creciente arsenal de misiles y cohetes sólo si Israel atacaba territorio libanés. Sin embargo, en los meses recientes, Nasrallah cambió de tono, al prometer intervenir en nombre de los palestinos en caso de que los soldados israelíes atacaran “los lugares santos cristianos y musulmanes de Jerusalén”.
Estados Unidos e Israel creen que Hezbollah posee misiles guiados de precisión. En los últimos años, Nasrallah afirmó que su grupo extremista podría recurrir a “100.000 reservistas” en una posible guerra.
Una alianza en evolución
Hamas e Irán no siempre han estado de acuerdo. La guerra civil siria enfrentó a Assad y sus aliados, en su mayoría miembros de la rama minoritaria alauita y chií del islam, contra un movimiento de oposición compuesto principalmente por musulmanes suníes, la rama musulmana dominante. Hamas es una organización suní, mientras que el llamado eje de resistencia de Irán es mayoritariamente chií.
El distanciamiento persistió durante varios años, pero todo cambió cuando Siria comenzó a normalizar sus relaciones con poderosos países árabes, como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, en años recientes. Con la retirada de las guerras de poder entre chiíes y suníes, de casi una década de duración, que azotaron Irak, Yemen y Siria, la fuerza de élite iraní, la Guardia Revolucionaria, desplazó desde entonces su objetivo hacia Israel.
Las alianzas de Teherán con actores islamistas palestinos parecen ser una pieza central de la estrategia de la Guardia Revolucionaria, aunque los detalles siguen siendo oscuros.
“La pregunta que todo el mundo se hace es: ¿qué papel desempeñó Irán? No lo sabemos”, dijo Khaled Elgindy, investigador principal del Middle East Institute, con sede en la ciudad de Washington, donde dirige el programa sobre Palestina y asuntos israelo-palestinos. “Irán ha apoyado claramente a Hamas desde el punto de vista financiero, material y político. Pero no sabemos hasta qué punto Irán participó en la parte operativa logística de este entrenamiento, ni qué tipo de apoyo logístico pudo haber brindado (a la operación del 7 de octubre)”.
“No creo que nadie lo sepa. Todos los servicios de inteligencia (de todos los países) resultaron sorprendidos, completamente ignorantes de esto, incluidos -y muy especialmente- los israelíes”, añadió Elgindy.
La participación o no de Irán en la operación puede tener consecuencias para el futuro de la guerra que comenzó este sábado. Si Irán y sus socios paramilitares libaneses ayudaron a urdir el plan, ello podría presagiar una mayor implicación de Irán a medida que avance el conflicto.
Sin embargo, está claro que el eje militante palestino-iraní ha ido cobrando fuerza, y eso podría bastar para poner en vilo a la región. Mientras la guerra avanza en Gaza y sus alrededores en el sur, donde la campaña de bombardeos de Israel ha dejado más de 550 palestinos muertos, Israel también ha reforzado las tropas en su frontera norte, justo allí donde el socio más poderoso de Irán, Hezbollah, podría entrar en esta guerra con un efecto dramático.
Betsy Klein, MJ Lee, Jim Sciutto y Pamela Brown, de CNN, contribuyeron a este reporte