CNNE 1389466 - ¿cual es el alcance de la ia y sus riesgos?
Desinformación y propaganda política: los riesgos de la inteligencia artificial
02:27 - Fuente: CNN

(CNN) – El gobierno chino creó la mayor operación de desinformación en línea conocida en el mundo y la utiliza para acosar a residentes, políticos y empresas estadounidenses, amenazando en ocasiones a sus objetivos con la violencia, según reveló un análisis de CNN de documentos judiciales y revelaciones públicas de empresas de medios sociales.

La avalancha de ataques —a menudo de naturaleza vil y profundamente personal— forma parte de una campaña de intimidación del gobierno chino, bien organizada y cada vez más descarada, dirigida a personas en Estados Unidos, según muestran los documentos.

El Departamento de Estado de Estados Unidos afirma que estas tácticas forman parte de un esfuerzo multimillonario más amplio para configurar el entorno informativo mundial y silenciar a los críticos de Beijing, que se amplió bajo la presidencia de Xi Jinping. Este miércoles, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunirá con su homólogo chino, Xi Jinping, en una cumbre en San Francisco.

Las víctimas se enfrentan a un aluvión de decenas de miles de mensajes en las redes sociales en los que se les llama traidores, perros y se usan insultos racistas y homófobos. Dicen que todo forma parte de un esfuerzo por llevarles a un estado de miedo y paranoia constantes.

A menudo, estas víctimas no saben a quién acudir. Algunas hablaron con las fuerzas de seguridad, incluido el FBI, pero poco se ha hecho. Aunque las empresas tecnológicas y de redes sociales cerraron miles de cuentas dirigidas a estas víctimas, se ven superadas por una oleada de nuevas cuentas que surgen prácticamente a diario.

Conocidas como “Spamouflage” o “Dragonbridge”, los cientos de miles de cuentas de la red, repartidas por las principales plataformas de redes sociales, no sólo acosaron a estadounidenses que criticaron al Partido Comunista Chino, sino que también trataron de desacreditar a políticos estadounidenses, desprestigiar a empresas estadounidenses contrarias a los intereses de China y secuestrar conversaciones en línea en todo el mundo que pudieran dar una imagen negativa del PCCh.

Investigadores privados siguieron la pista de la red desde su descubrimiento hace más de cuatro años, pero sólo en los últimos meses los fiscales federales y la empresa matriz de Facebook, Meta, concluyeron públicamente que la operación tiene vínculos con la policía china.

Meta anunció en agosto que había eliminado un grupo de casi 8.000 cuentas atribuidas a este grupo sólo en el segundo trimestre de 2023. Google, propietaria de YouTube, dijo a CNN que había cerrado más de 100.000 cuentas asociadas en los últimos años, mientras que X, antes conocida como Twitter, bloqueó cientos de miles de cuentas chinas “respaldadas por el Estado” o “vinculadas al Estado”, según los blogs de la empresa.

Sin embargo, dado el coste relativamente bajo de este tipo de operaciones, los expertos que vigilan la desinformación advierten que el gobierno chino seguirá utilizando estas tácticas para tratar de inclinar los debates en línea hacia la narrativa preferida del PCCh, que a menudo implica tratar de socavar a Estados Unidos y los valores democráticos.

“Podríamos pensar que esto se limita a ciertas salas de chat, o a esta o aquella plataforma, pero se está expandiendo por todo el tablero”, dijo a CNN el representante Mike Gallagher, presidente de la Comisión Selecta de la Cámara de Representantes sobre el PCCh. “Y es sólo cuestión de tiempo que le ocurra a ese ciudadano medio estadounidense que ahora mismo no cree que sea su problema”.

Trolling para ganarse la vida

Cuando en enero de 2021 unos trolls interrumpieron un acto de Zoom contra el comunismo organizado por el activista neoyorquino Chen Pokong, no tuvo muchas dudas sobre quién era el responsable. Los trolls se burlaron de los participantes y amenazaron con que una de las víctimas “moriría miserablemente”. Su conducta recordó a Chen la represión del gobierno de China, donde pasó casi cinco años en prisión por su labor prodemocrática.

Pero sus sospechas sobre quién estaba detrás de la interrupción se solidificaron cuando el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a principios de este año a más de 30 funcionarios chinos de dirigir una amplia operación de desinformación que tenía como objetivo a disidentes en Estados Unidos, incluidos los de la reunión de Zoom que Chen dice haber organizado en 2021.

Chen Pokong en una entrevista reciente con CNN.

Esta fue solo una de las múltiples acusaciones que el Departamento de Justicia (DOJ) presentó en abril, en las que se exponían presuntos complots del gobierno chino para atacar a sus supuestos críticos y enemigos, al tiempo que impugnaba la soberanía de Estados Unidos. Dos presuntos agentes chinos fueron acusados de dirigir una “comisaría de policía no declarada” en la ciudad de Nueva York. El año pasado, otra acusación describía cómo agentes chinos intentaron supuestamente desbaratar la campaña de un disidente chino en el Congreso.

“Quieren privarme de mi libertad de expresión, así que siento que no es sólo un ataque contra mí”, dijo Chen, que fue expulsado de su propia reunión durante la interrupción. “También atacan a Estados Unidos”.

La denuncia del DOJ nombraba a 34 funcionarios individuales del Ministerio de Seguridad Pública (MSP) de China y publicaba fotografías de ellos en ordenadores, supuestamente trabajando en la campaña de desinformación conocida como “Grupo de Trabajo del Proyecto Especial 912”. La operación, con sede principalmente en Beijing, parece implicar a “cientos” de funcionarios del MSP en todo el país, según la declaración jurada de un agente del FBI.

La denuncia no se refiere al grupo de cuentas falsas como “Spamouflage”, pero investigadores privados y un portavoz de Meta dijeron a CNN que la actividad en las redes sociales descrita por el DOJ forma parte de esa red. Como parte de su misión de “manipular la percepción pública [de China], el grupo utiliza sus cuentas falsas en las redes sociales para amenazar, acosar e intimidar a víctimas concretas”, afirma la denuncia.

Preguntado por los supuestos vínculos de Spamouflage con las fuerzas de seguridad chinas, Liu Pengyu, portavoz de la embajada de China en Washington, negó las acusaciones.

“China siempre respeta la soberanía de otros países. La acusación de Estados Unidos no tiene pruebas objetivas ni base jurídica. Tiene una motivación totalmente política. China se opone firmemente a ella”, declaró Liu a CNN. Afirmó que Estados Unidos “inventó el armamentismo del espacio mundial de la información”.

Un informe publicado por Meta en agosto ilustra cómo las publicaciones de la red coinciden a menudo con las horas de trabajo en China. El informe describía “estallidos de actividad a media mañana y a primera hora de la tarde, hora de Beijing, con pausas para comer y cenar, y luego un último estallido de actividad por la noche”.

Y aunque Meta detectó mensajes procedentes de diversas regiones de China, la empresa y otros investigadores descubrieron una coordinación centralizada que difundía incesantemente mensajes idénticos a través de múltiples plataformas de redes sociales, a veces insultando repetidamente a las mismas personas que han cuestionado al gobierno chino.

Uno de esos individuos es Jiayang Fan, una periodista de The New Yorker que dijo a CNN que comenzó a enfrentar acoso por parte de la red cuando cubría las protestas a favor de la democracia en Hong Kong en 2019.

Jiayang Fan, periodista residente en Estados Unidos, dice que el acoso en línea contra ella comenzó cuando cubrió las protestas prodemocráticas de 2019 en Hong Kong.

Según Darren Linvill, del Media Forensics Hub de la Universidad de Clemson, los ataques contra Fan —que iban desde caricaturas de ella pintándose la cara de blanco como si rechazara su identidad hasta acusaciones de que había matado a su madre para lucrarse— son signos reveladores de la red Spamouflage. El grupo de Linvill encontró más de 12.000 tuits que atacaban a Fan utilizando el mismo hashtag, #TraitorJiayangFan.

Aunque no vive en China desde que era niña, Fan cree que este tipo de mensajes se lanzaron contra ella para infundir miedo y silenciar a los demás.

“Esto forma parte de un manual muy antiguo del Partido Comunista Chino para intimidar a delincuentes y aspirantes a delincuentes”, afirmó Fan, que se preguntó qué pueden pensar sus parientes lejanos en China cuando vean estos contenidos. “Me resulta incómodo saber que están viendo estas representaciones mías y no tienen ni idea de qué creer”.

Tácticas de Spamouglage en evolución

Los expertos que rastrean las campañas de influencia en Internet afirman que hay indicios de un cambio en la estrategia de China en los últimos años. En el pasado, la red Spamouflage se centraba sobre todo en cuestiones de interés nacional para China. Sin embargo, más recientemente, las cuentas vinculadas al grupo avivaron la polémica en torno a cuestiones globales, incluidos los acontecimientos en Estados Unidos.

Las cuentas de Spamouflage —algunas de las cuales se hacían pasar por residentes en Texas— convocaron protestas contra los planes de construcción de una planta de procesamiento de tierras raras en Texas y difundieron mensajes negativos sobre otra empresa manufacturera estadounidense, según un informe elaborado el año pasado por la empresa de ciberseguridad Mandiant. El informe también describía cómo la campaña promovía contenidos negativos sobre los esfuerzos de la administración Biden para acelerar la producción de minerales que frenarían la dependencia estadounidense de China.

Otros posts de la red hicieron referencia a cómo “el racismo es una vergüenza indeleble para la democracia estadounidense” y a cómo Estados Unidos cometió un “genocidio cultural contra los indios”, según un informe de Meta de agosto. Otro post afirmaba que la ex presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi está “plagada de escándalos”.

Las cuentas vinculadas al gobierno chino también publicaron mensajes que incluyen un llamado a “matar” al presidente Biden, una caricatura que muestra al llamado chamán QAnon que se amotinó en el Capitolio de Estados Unidos como símbolo de la “democracia de estilo occidental”, y un post que sugiere que los contratistas de defensa de Estados Unidos se benefician de la muerte de personas inocentes, según un informe del Departamento de Seguridad Nacional en abril obtenido por CNN a través de una solicitud de registros.

La denuncia del Departamento de Justicia presentada contra los funcionarios chinos alegaba que el año pasado intentaron aprovechar el segundo aniversario de la muerte de George Floyd y publicar en las redes sociales sobre su asesinato para “revelar la brutalidad de las fuerzas del orden” en Estados Unidos. También recibieron el encargo de “trabajar en las elecciones estadounidenses de mitad de mandato de 2022 y criticar la democracia estadounidense”.

El spamouflage está “evolucionando en tácticas. Está evolucionando en temas”, afirmó Ben Nimmo, responsable global de inteligencia de amenazas en Meta. “Nuestro trabajo es seguir elevando nuestras defensas y seguir informando a la gente sobre ello, especialmente a medida que nos acercamos al año electoral”.

Sin embargo, mientras las empresas de redes sociales se apresuran a poner fin a la desinformación y el gobierno estadounidense presenta denuncias contra los presuntos responsables, la rendición de cuentas puede resultar esquiva.

“Este es el problema de muchos ciberdelitos, que resulta muy, muy difícil meter a los autores en la cárcel”, afirmó Lindsay Gorman, responsable de tecnología y geopolítica de la Alianza para la Seguridad de la Democracia del German Marshall Fund.

Pero, añadió Gorman, eso no significa que no haya consecuencias para China.

“Incluso si los individuos tienen cierto grado de impunidad porque nunca planean venir a Estados Unidos de todos modos, eso no significa que la operación del partido tenga impunidad aquí, ciertamente no en términos de opinión pública, ciertamente no en términos de relaciones entre Estados Unidos y China”, dijo.

“Inundar” las redes sociales

Meta, Google y otras empresas que publicaron informes sobre Spamouflage subrayan que la mayoría de las cuentas de redes sociales de la red reciben poca o ninguna participación, lo que significa que rara vez se convierten en virales.

Pero Linvill, de la Universidad de Clemson, sostiene que la red utiliza una estrategia única para “inundar” las conversaciones con tantos comentarios que las publicaciones de los usuarios auténticos reciben menos atención. Esto incluye publicar en plataformas que normalmente no se asocian con la desinformación, como Pinterest.

“Están operando miles de cuentas a la vez en una plataforma dada, a menudo para ahogar las conversaciones, sólo con el volumen de mensajes”, dijo Linvill. “Cuando pensamos en desinformación, a menudo pensamos en imponer ideas a los usuarios y hacerlas más prominentes, mientras que lo que China está haciendo es lo contrario. Están intentando eliminar conversaciones de las redes sociales”.

Cuando Beijing acogió los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, por ejemplo, los grupos de derechos humanos comenzaron a promover el hashtag #GenocideGames para llamar la atención sobre las acusaciones de que China detuvieron a más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas en campos de internamiento.

Pero entonces ocurrió algo sorprendente. Cuentas que Linvill y sus colegas creían que formaban parte de Spamouflage empezaron a tuitear también el hashtag.

Linvill explicó que podría parecer contradictorio que un grupo progubernamental chino empezara a difundir un hashtag que llamaba la atención sobre los abusos de los derechos humanos por parte del gobierno chino. Pero al utilizar repetidamente el hashtag en tuits que no tenían nada que ver con el tema en sí, el Spamouflage consiguió reducir las visitas a los mensajes legítimos.

Jiajun Qiu, cuyo trabajo académico se centró en las elecciones y que huyó de China en 2016, mostró a CNN lo que ocurre cuando escribe su nombre en X, antes conocido como Twitter. A veces aparecen decenas de cuentas que se hacen pasar por él utilizando su nombre y su foto.

Jiajun Qiu, que huyó de China en 2016, se ha enfrentado a una avalancha de trolls de Spamouflage.

Están diseñados por los operadores de Spamouflage, explicó Linvill, para confundir a la gente y evitar que encuentren la cuenta real de Qiu enturbiando las aguas.

Qiu, que ahora vive en Virginia, Estados Unidos, dirige un canal de YouTube a favor de la democracia y se ha enfrentado a una avalancha de insultos homófobos, racistas y extraños desde cuentas de redes sociales que el equipo de Linvill y otros han vinculado a Spamouflage.

Algunas cuentas publicaron caricaturas en las que Qiu aparece como un insecto que trabaja para el gobierno estadounidense. Otra imagen lo representa siendo pisoteado por un Jesús de dibujos animados. Otra lo pinta como un perro atado a la correa de una rata estadounidense.

“Digo la verdad a la gente, así que quieren hacer todo lo posible para insultarme”, dijo Qiu.

Linvill y su equipo han rastreado cientos de estas caricaturas por Internet y afirman que son un “indicio” de Spamouflage. Las caricaturas, explicó Linvill, pueden ser más eficaces que el texto porque son “llamativas” y “hay que pararse a mirarlas”. Además, estos originales dibujos animados pueden traducirse fácilmente a cientos de idiomas con un coste muy bajo.

Más allá de las difamaciones en línea, Qiu afirma que también se ha enfrentado a amenazas a través de otros mensajes en línea y llamadas escalofriantes de fuentes no identificadas que él cree que tienen vínculos con el gobierno chino. Un mensaje anónimo le decía que lo detendrían y lo llevarían ante la justicia por infringir la legislación china. Un correo electrónico hacía referencia a la iglesia a la que asiste en Manassas, Virginia, y decía: “por su propia seguridad y la de los fieles, haría bien en buscar otro lugar donde quedarse”.

Qiu declaró a CNN que el FBI le ha entrevistado cuatro veces en relación con estas amenazas, y que le dieron instrucciones para que se ponga en contacto con la policía local si alguna vez le siguen.

“Todos los días vivo con una sensación de miedo”, dijo Qiu.