(CNN) – Los opositores a Trump consiguieron utilizar la “prohibición de insurrección” de la Decimocuarta Enmienda para excluir al expresidente Donald Trump de las urnas en Colorado y Maine, aunque esas decisiones han quedado en suspenso a la espera de posibles apelaciones.
Otras impugnaciones importantes han sido rechazadas por motivos de procedimiento en Minnesota, Michigan y algunos otros estados.
Aunque no hubo una impugnación judicial formal en California, el principal funcionario electoral del estado decidió el jueves mantener a Trump en la lista de candidatos certificados para las primarias del Partido Republicano del estado, a pesar de la presión política para retirarlo.
Otras impugnaciones siguen pendientes, incluso en Oregon, conforme se acerca el ciclo de primarias de 2024.
A continuación, un desglose de las complicadas cuestiones legales en juego.
¿Qué dice la 14° Enmienda?
La 14° Enmienda, ratificada tras la Guerra de Secesión, establece que los funcionarios estadounidenses que juren defender la Constitución quedan inhabilitados para ejercer cargos futuros si “han participado en una insurrección” o han “prestado ayuda o consuelo” a insurrectos.
Sin embargo, la Constitución no especifica cómo hacer cumplir la prohibición, y la ambigüedad de su redacción ha suscitado dudas sobre si se aplica siquiera a la presidencia.
La disposición clave de la enmienda, la Sección 3, dice en parte: “Ninguna persona podrá… ocupar cargo alguno… bajo el gobierno de Estados Unidos… que, habiendo prestado previamente juramento… de apoyar la Constitución de Estados Unidos, haya participado en insurrección o rebelión contra la misma, o prestado ayuda o consuelo a sus enemigos”.
¿Ha ocurrido esto antes?
La prohibición se utilizó ampliamente para descalificar a ex-confederados a finales del siglo XIX, pero su aplicación en contextos ajenos a la Guerra Civil está menos clara.
El Congreso utilizó la 14° Enmienda para descalificar a un legislador socialista en 1919. En 2022, un juez de Nuevo México destituyó a un agitador convicto del 6 de enero de su cargo de comisionado del condado con fundamento en la 14° Enmienda.
En ese caso, el funcionario ya había sido condenado por un delito relacionado con el 6 de enero. Trump se enfrenta a cargos estatales y federales relacionados con los disturbios del Capitolio y sus intentos de anular las elecciones de 2020, pero se declaró inocente y aún no ha ido a juicio.
En lo que respecta a Trump, no ha habido una situación como esta en la historia de Estados Unidos. Ningún presidente de Estados Unidos ha hecho nada que planteara la posibilidad de que participara en una insurrección… hasta ahora.
No tiene precedentes aplicar la “prohibición de insurrección” de la 14° Enmienda a ningún candidato presidencial, y mucho menos al claro favorito para la candidatura de un partido importante, como es el caso de Trump, que lidera las encuestas del Partido Republicano.