(CNN) – La delantera estrella de la selección de España, Jennifer Hermoso, testificó este martes en un juzgado de Madrid sobre un beso no deseado del expresidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, tras la victoria del equipo nacional en el Mundial femenino de 2023.
El beso fue televisado mundialmente mientras las jugadoras de España hacían cola para recibir sus medallas y las felicitaciones de importantes personalidades políticas y futbolísticas tras su victoria el pasado agosto.
Rubiales, entonces presidente de la Federación Española de Fútbol, fue visto besando a Hermoso en los labios, y luego dándole dos palmadas en la espalda, lo que provocó una protesta inmediata en España e internacionalmente sobre el consentimiento.
Rubiales describió el beso como “mutuo”, una afirmación que Hermoso ha negado, diciendo que no dio su consentimiento y que no fue respetada.
Rubiales dimitió como presidente de la federación el pasado septiembre tras semanas de presiones y ahora se enfrenta a un posible procesamiento por sus presuntos actos.
El juez instructor Francisco de Jorge está examinando las pruebas presentadas ante el tribunal para determinar si el caso debe avanzar hacia el juicio.
La Fiscalía Nacional de España emitió un comunicado tras la vista judicial a puerta cerrada del martes, en el que decía que Hermoso “había ratificado lo que (anteriormente) había declarado a los fiscales.”
“El beso fue inesperado y en ningún momento fue consentido. Tras este incidente, la situación vivida por la víctima, tanto en el vuelo de regreso a España como en la estancia en Ibiza, a manos de los investigados, supuso un acoso que alteró su vida normal, produciéndole una situación de desasosiego y tristeza”, señala el comunicado.
A la salida del juzgado, Hermoso ha declarado a los periodistas que “todo ha ido bien” y que espera que el caso siga su curso.
“Y os agradezco el apoyo que me habéis mostrado muchas veces, y que todo os vaya genial”, dijo Hermoso.
Rubiales se enfrenta a dos cargos, por presunta agresión sexual y por presuntas coacciones, por presuntamente presionar más tarde a Hermoso para que dijera que el beso fue consentido, según dijo un fiscal de la Audiencia Nacional a la CNN en diciembre.
Otros tres hombres, entre ellos el ex seleccionador del equipo femenino y otros dos funcionarios de la federación, se enfrentan a un cargo cada uno por presunta coacción, según el fiscal.
Tanto Rubiales como los otros tres acusados han negado los cargos que se les imputan en declaraciones previas ante el juez en los últimos meses, dijo la fiscalía del tribunal en declaraciones anteriores tras sus respectivas audiencias.
En octubre, la FIFA prohibió a Rubiales “cualquier actividad relacionada con el fútbol” durante tres años.