(CNN Español) – Este año que recién comienza promete algunas actividades espectaculares, incluido un impulso a la exploración humana y científica del cosmos más lejos de lo que ha llegado en décadas.
Las visiones son grandiosas: la NASA planea enviar astronautas en una misión de sobrevuelo a la Luna que se adentrará más en el sistema solar de lo que nadie se ha aventurado en más de 50 años.
La agencia espacial estadounidense y sus aliados están ideando formas de establecer un asentamiento permanente, mientras que países como Rusia y China persiguen sueños similares. Y algunas de las personas más ricas del mundo siguen detrás de sus ambiciones extraterrestres.
Mientras tanto, las misiones científicas están mejorando la comprensión colectiva de nuestro universo más rápido que nunca, en momentos en los que ingresamos en una era dorada de la investigación académica.
Se espera que este año se lancen misiones destinadas a explorar la habitabilidad potencial de la vida en mundos oceánicos cubiertos de hielo en nuestro sistema solar y a estudiar las consecuencias del choque intencional de una nave espacial contra un asteroide. Y un equipo de investigación quiere incluso comprobar la viabilidad de los materiales biológicos utilizados en la exploración espacial y lanzar un satélite de madera.
He aquí un vistazo a los emocionantes momentos que se avecinan en 2024.
Regreso a la Luna
La NASA planea llevar a cabo su proyecto más complejo y riesgoso en décadas con el Artemis II, una misión cuyo lanzamiento está previsto para noviembre y que llevará a cuatro astronautas en un viaje alrededor de la Luna.
Marcará una hazaña histórica, ya que ningún ser humano ha viajado más allá del área del espacio en la órbita inmediata de la Tierra desde la carrera espacial de la era de la Guerra Fría del siglo XX.
Esta misión circunnavegará la Luna, rozando su superficie pero nunca aterrizando. Se basará en un exitoso vuelo de prueba sin tripulación del cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial de la NASA y la nave espacial Orion a finales de 2022.
Los cuatro astronautas a bordo serán Reid Wiseman, Victor Glover y Christina Koch de la NASA, y Jeremy Hansen de la Agencia Espacial Canadiense. Koch será la primera mujer en unirse a una misión lunar.
Si tiene éxito, Artemis II allanará el camino para el lanzamiento de Artemis III, cuyo objetivo es llevar humanos a la Luna por primera vez desde el Apolo 17 en 1972.
Lanzamientos de prueba de Starship
Mientras la NASA se prepara para el Artemis II, SpaceX, la empresa dirigida por Elon Musk, buscará impulsar el desarrollo de Starship, el sistema de cohetes y naves espaciales más grande jamás desarrollado.
SpaceX tiene grandes planes para Starship, que realizó dos lanzamientos de prueba en 2023, los cuales terminaron en explosiones sobre el océano.
Aunque Musk y SpaceX tienen grandes visiones para Starship, incluido el envío de los primeros humanos a Marte, la NASA también planea utilizar el sistema de cohetes junto con su propio cohete SLS y su nave espacial Orion para la misión Artemis III, cuyo lanzamiento está previsto para 2025.
Starship transportará a los astronautas de la nave espacial Orion mientras orbita el satélite y luego hasta la superficie lunar. Hay un largo camino por recorrer antes, y SpaceX necesita descubrir cómo lanzar Starship de manera segura a la órbita, aterrizarla y reutilizar tanto el cohete propulsor como la nave espacial, así como descubrir cómo repostar el gigantesco vehículo mientras está en órbita.
SpaceX buscará lograr avances significativos en esos frentes en 2024 con vuelos de prueba adicionales. (No se han publicado detalles sobre cuándo serán esas pruebas).
Investigando un mundo oceánico
Europa Clipper, la nave espacial más grande que la NASA ha desarrollado para una misión planetaria, se lanzará en octubre. El orbitador llevará nueve instrumentos para determinar si Europa, la luna de Júpiter, puede albergar vida en el océano que hay debajo de su corteza helada. Con sus enormes paneles solares desplegados, Europa Clipper tendrá más de 30,5 metros de ancho y 5 metros de alto.
Europa, una de las lunas oceánicas de nuestro sistema solar, es considerado como uno de los mejores lugares para buscar vida más allá de la Tierra. Después de llegar a su órbita en abril de 2030, Europa Clipper realizará casi 50 sobrevuelos de Europa y eventualmente se acercará a 25,7 kilómetros por encima de su gruesa corteza de hielo para estudiar casi la totalidad de esa luna.
Europa Clipper utilizará sus cámaras y espectrómetros para recopilar imágenes de alta resolución y crear mapas de la superficie y la atmósfera de dicha luna. También llevará un radar de penetración de hielo para estudiar el océano subterráneo y un instrumento térmico para determinar áreas débiles y más cálidas donde el agua sube a través de grietas en la capa de hielo.
Si Clipper tiene suerte, podrá volar a través de una de las columnas de la luna que liberan partículas al espacio, generando una oportunidad de estudiar la composición del océano interno.
La misión tiene como objetivo ayudar a los científicos a comprender cómo se formó esa luna y si es posible que exista vida en mundos oceánicos helados.
Los robots de la NASA en la Luna
Dejando a un lado los viajes tripulados a la Luna, la NASA y otros países también tienen ambiciosos planes para la exploración robótica de nuestra Luna.
El año pasado, varias naciones y empresas se propusieron realizar aterrizajes suaves de naves espaciales en su superficie.
Hasta ahora, sólo la India lo ha logrado.
China es el único otro país que ha logrado tal hazaña en el siglo XXI. Rusia fracasó en su intento y Estados Unidos no ha intentado volver con un vehículo a la superficie lunar en cinco décadas.
Pero las ambiciones lunares estadounidenses podrían cambiar rápidamente en 2024.
La NASA tiene planes de enviar hasta cuatro naves espaciales para aterrizar en la Luna durante este año, como parte de su programa Commercial Lunar Payload Services, o CLPS. Básicamente, la agencia espacial pagó a algunas empresas privadas una suma global para desarrollar módulos de aterrizaje lunar.
Esas misiones comenzarán con el lanzamiento de una nave espacial construida por la empresa Astrobotic Technology, con sede en Pensilvania. Se espera que el módulo de aterrizaje Peregrine despegue a bordo de un cohete nuevo (y tremendamente poderoso) llamado Vulcan Centaur, desarrollado por la empresa conjunta de Boeing y Lockheed Martin llamada United Launch Alliance.
A bordo del Peregrine habrá varias cargas útiles científicas, incluido un monitor de radiación que inspeccionará qué tan peligrosa puede ser la superficie lunar para la salud de los astronautas.
Está previsto que la misión Peregrine se lance en enero, mientras que otros tres módulos de alunizaje de empresas —entre ellas, Firefly e Intuitive Machines con sede en Texas— también podrían despegar en 2024.
Alunizaje de Japón
Se espera que el módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna, o SLIM, de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón aterrice en la superficie lunar en enero.
El módulo de aterrizaje, apodado “Moon Sniper” por su tecnología de precisión, se lanzó en septiembre de 2023 junto con el satélite XRISM (pronunciado “crism”), también llamado Misión de Espectroscopía e Imágenes de Rayos X, una misión conjunta entre JAXA y NASA. Tras el lanzamiento, SLIM utilizó su propio sistema de propulsión para dirigirse hacia la Luna.
Después de entrar en órbita de la Luna el 25 de diciembre, se espera que SLIM aterrice en la superficie lunar a las 22:20, hora ET, del 19 de enero, o a las 12:20 a.m., hora estándar de Japón, del 20 de enero. Si SLIM pierde esta ventana, tiene otra oportunidad de aterrizar el 16 de febrero.
El módulo de aterrizaje a pequeña escala está diseñado para demostrar un aterrizaje “preciso” en una ubicación específica dentro de los 100 metros, en lugar del rango típico de kilómetros, basándose en tecnología de alta precisión.
Si el módulo aterriza con éxito, estudiará brevemente la superficie lunar justo al sur del Mar de la Tranquilidad, donde el Apolo 11 aterrizó cerca del ecuador de la luna en 1969.
Lograr aterrizajes precisos en la Luna es un objetivo clave para JAXA y otras agencias espaciales, especialmente cuando buscan explorar partes peligrosas pero ricas en recursos. El diseño liviano de SLIM también podría ser favorable a medida que las agencias planifiquen misiones más frecuentes y exploren lunas alrededor de otros planetas como Marte.
Volando por una colisión cósmica
En septiembre de 2022, el mundo vio cómo la NASA estrellaba intencionalmente la nave espacial de prueba contra el asteroide Dimorphos. La colisión de DART cambió con éxito la trayectoria de la roca espacial, que orbita alrededor de un asteroide más grande llamado Didymos.
Si bien ninguno de los asteroides representa una amenaza para la Tierra, la misión marcó la primera prueba a gran escala de tecnología de desviación de asteroides y fue la primera vez que la humanidad cambió intencionalmente el movimiento de un objeto celeste en el espacio.
En octubre de 2024, la Agencia Espacial Europea planea lanzar una misión de seguimiento llamada Hera para volar por el sistema de asteroides en diciembre de 2026, llegando poco más de cuatro años después de la colisión inicial para estudiar las consecuencias y captar detalles que las observaciones terrestres no lograron detectar.
Dos CubeSats del tamaño de un maletín llamados APEX y Juventas acompañarán a Hera para capturar detalles adicionales sobre los asteroides.
Hera estudiará las superficies de ambos asteroides, medirá las propiedades físicas de Dimorphos y examinará el cráter de impacto DART y la órbita de la luna. En conjunto, estos datos ayudarán a las agencias espaciales a establecer una estrategia de defensa planetaria eficaz.
Polaris Dawn llega a nuevas alturas
El año pasado puede haber sido uno de los primeros en los que el turismo espacial (tanto orbital como suborbital) comenzó con regularidad.
Pero podría alcanzar nuevas alturas en 2024. Literalmente.
Jared Isaacman, el multimillonario fundador de la empresa de servicios Shift4, está pagando a SpaceX por una serie de misiones privadas al espacio.
Se espera que la primera de esas misiones se lance en 2024, y en ella también los miembros de la misión, llamada Polaris Dawn, intentarán realizar la primera caminata espacial realizada por un civil.
Se espera que Polaris Dawn viaje al cinturón de radiación de Van Allen, que tiene una banda interna que se extiende entre 650 y 9.500 kilómetros sobre la Tierra, en parte para ayudar a la tripulación a investigar cómo la radiación en el espacio afecta al cuerpo humano. También será la distancia más larga que cualquier ser humano haya recorrido en el espacio desde la era Apolo, si es que Polaris Dawn realmente se lanza antes que el Artemis II de la NASA.
A Isaacman se le unirá en la misión Scott Poteet, un teniente coronel retirado de la Fuerza Aérea de EE.UU., así como dos empleados de SpaceX: las ingenieras principales de operaciones Sarah Gillis y Anna Menon.
El turismo espacial avanza
Mientras Polaris Dawn intenta romper barreras, la NASA, SpaceX y la empresa Axiom, con sede en Houston, seguirán ofreciendo vuelos regulares a la Estación Espacial Internacional para sus clientes.
Axiom-3 marcará la tercera misión privada al puesto orbital, cuyo lanzamiento está previsto para enero.
Si bien las misiones anteriores de Axiom han ofrecido viajes a quienes estén en busca de emociones y puedan pagarlo, este viaje incluirá solo a profesionales militares y astronautas gubernamentales retirados o activos: el astronauta de la Agencia Espacial Europea Marcus Wandt, el exastronauta de la NASA y líder de vuelo de Axiom Michael López-Alegría, el piloto de combate turco Alper Gezeravci y el coronel de la fuerza aérea italiana Walter Villadei.
Pasarán unos 14 días en la estación espacial, trabajando junto a la tripulación de astronautas que componen su personal oficial.
Mientras tanto, más cerca de casa, se espera que Virgin Galactic y Blue Origin sigan ofreciendo viajes al borde del espacio. Ambas compañías ofrecen viajes breves al espacio suborbital que brindan a los pasajeros unos minutos de ingravidez.
Se espera que Virgin Galactic lance su sexta misión para clientes este enero, aunque es probable que la compañía detenga sus operaciones en algún momento de 2024 para centrarse en el desarrollo de una línea más amplia de aviones espaciales propulsados por cohetes.
Blue Origin acaba de volver a volar su cohete de turismo espacial New Shepard después de que una versión sin tripulación del cohete fallara durante una misión científica en 2022. Se espera que la compañía continúe transportando clientes en algún momento de 2024 luego de una exitosa misión científica sin tripulación realizada el pasado 18 de diciembre.
Nuevos ferries a la estación espacial para carga y tripulación
Si todo va según lo planeado, la Estación Espacial Internacional recibirá dos nuevos vehículos capaces de acoplarse con el puesto de avanzada en órbita (uno que puede entregar suministros y otro capaz de transportar astronautas) en 2024.
Se espera que la nave espacial Starliner construida por Boeing lance su primera tripulación después de años de retrasos. (El vehículo sufrió contratiempos relacionados con problemas de software y hardware durante las pruebas).
Pero un lanzamiento impecable de cuatro astronautas en un vuelo programado para no antes de marzo de 2024 podría allanar el camino para que Starliner comience a realizar vuelos regulares de astronautas. Se espera que funcione junto con la nave espacial Crew Dragon de SpaceX, que ha estado operativa desde 2020 para mantener la estación espacial con todo el personal.
Mientras tanto, se espera que Sierra Space, una filial de Sierra Nevada Corp., presente el Dream Chaser, una nave de carga que se parece mucho a un transbordador espacial en miniatura de la NASA. Está previsto que despegue para su vuelo inaugural en abril de este año.
Vigilando la Tierra
Monitorear la Tierra desde el espacio puede brindar información valiosa sobre los cambios que el planeta está experimentando en medio de la crisis climática. La NASA planea lanzar este año nuevas misiones de monitoreo de la Tierra para rastrear la actividad de los océanos, la tierra y el hielo.
Se espera que PACE —o la misión Plancton, Aerosol, Cloud y Ocean Ecosystem— se lance en febrero para evaluar la calidad del aire y la salud de nuestros océanos. La misión mapeará el fitoplancton, o pequeñas plantas y algas que forman la base de la cadena alimentaria marina, así como rastreará pequeñas partículas suspendidas en la atmósfera llamadas aerosoles. Los instrumentos de la misión permitirán a los científicos estudiar cómo interactúan la atmósfera y el océano.
Este año también se lanzará la primera misión colaborativa de observación de la Tierra de la NASA con la Organización de Investigación Espacial de la India, o ISRO. El satélite NISAR, abreviatura de NASA-ISRO Synthetic Aperture Radar, se lanzará desde la India y rastreará superficies terrestres y de hielo durante los próximos tres años.
Además de proporcionar información sobre la corteza terrestre, la misión está diseñada para ayudar a los científicos a monitorear cómo nuestros ecosistemas están reaccionando a la crisis climática. NISAR recopilará datos sobre el aumento del nivel del mar y otros peligros naturales que arrojarán luz sobre el ritmo y los efectos del cambio climático.