(CNN) – El expresidente Donald Trump pidió este lunes a la Corte Suprema que intervenga en la tensa disputa acerca de si él puede argumentar inmunidad judicial, en un esfuerzo que vuelve a presionar a los nueve magistrados para que resuelvan un asunto clave que podría socavar su campaña para regresar a la Casa Blanca.
Trump pidió a la Corte Suprema que bloquee temporalmente la decisión mordaz y unánime que el Circuito de Washington emitió la semana pasada, en la que rechazó rotundamente los argumentos de inmunidad del expresidente ante los cargos de subversión electoral que presentó el fiscal especial Jack Smith.
“Llevar a cabo un juicio penal que tomará meses contra el presidente Trump en plena temporada electoral perturbará radicalmente la capacidad del presidente Trump para hacer campaña contra el presidente Biden”, escribieron los abogados del expresidente en su solicitud.
El fallo del Circuito de Washington “amenaza con un daño irreparable inmediato a los intereses de la Primera Enmienda del presidente Trump y de decenas de millones de votantes estadounidenses, que tienen derecho a escuchar el mensaje de campaña del presidente Trump mientras deciden cómo emitir su voto en noviembre”, continuaron los abogados.
La solicitud de emergencia empuja instantáneamente a la Corte Suprema a la posición inusual de tener que hacer malabares con dos asuntos políticamente tensos que involucran al favorito para la candidatura presidencial republicana. Hace cuatro días, el tribunal escuchó un argumento histórico sobre si Trump debe ser descalificado de la boleta electoral por sus acciones del 6 de enero de 2021.
La forma en que la Corte Suprema responda a la petición de Trump tendrá una enorme influencia sobre si –y con qué rapidez– el expresidente será sometido a juicio por cargos penales, mientras busca de nuevo ser el candidato republicano y regresar a la Casa Blanca.
Trump dio el inusual paso de decir que podría buscar dos vías para apelar la decisión anterior: una apelación ante la Corte Suprema y, potencialmente, una nueva audiencia por separado ante el pleno del Circuito de Washington. Esa decisión enfatizó la posición poco probable de Trump en un caso en el que se le incentivó a presentar una demanda ante la Corte Suprema, pero también quiere preservar su capacidad de mantener la cuestión de la inmunidad ante el tribunal de apelaciones.
“El expresidente Trump está dejando bastante claro que su objetivo es extender estos procedimientos tanto como sea posible”, dijo Steve Vladeck, analista de la Corte Suprema de CNN y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas.
Aunque eso no impedirá necesariamente que los jueces traten la solicitud como una apelación, “subraya el inequívoco objetivo final de Trump en este caso, que es jugar a tensar la cuerda todo el tiempo que los tribunales le permitan”, añadió Vladeck.
Un panel de tres jueces del Circuito de Washington estableció unos plazos coros para que Trump apele, llevándolo directamente a la Corte Suprema y requiriéndole efectivamente que hiciera su solicitud antes de este lunes. Una parte clave de la estrategia legal de Trump ha sido retrasar sus casos penales hasta después de las elecciones de 2024. La batalla sobre la inmunidad de Trump llevó a la jueza de distrito estadounidense Tanya Chutkan a posponer una fecha de juicio fijada previamente para el 4 de marzo.
El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, que se ocupa de las apelaciones de emergencia del Circuito de Washington, probablemente establecerá rápidamente una fecha que ofrecerá pistas sobre los plazos. Se espera que Smith, deseoso de evitar más retrasos en el inicio del juicio, presione para lograr una resolución rápida.
Por lo general, se necesitan los votos de cinco jueces para conceder una suspensión.
En cuestión está una sorprendente opinión unánime de 57 páginas del Circuito de Washington este martes que permitió a Trump enfrentar cargos por acciones que tomó mientras era presidente y descartó sus afirmaciones de que los exmandatarios son inmunes a tal enjuiciamiento.
“No podemos aceptar que el cargo de la presidencia ubique a quienes lo ejercieron por encima de la ley para todo el tiempo posterior”, escribió el tribunal. “El expresidente Trump carecía de cualquier autoridad discrecional legal para desafiar la ley penal federal y debe responder ante los tribunales por su conducta”.
En términos generales, Trump argumentó ante el tribunal que los presidentes podrían dudar en actuar si les preocupara la perspectiva de cargos penales después de dejar el cargo. Su acusación penal en la investigación de interferencia electoral de 2020, si se permite que se mantenga, tendría un “efecto desalentador” en futuros gobiernos, dijo.
Sin embargo, las juezas del Circuito de EE.UU. Karen LeCraft Henderson, Florence Pan y J. Michelle Childs rechazaron todos los argumentos de Trump de que esos principios conferían amplias protecciones a un expresidente.
Las juezas insistieron en que las acusaciones contra Trump son graves y no dejaron ninguna duda de que creen que los cargos pueden llevarse a juicio. El panel señaló repetidamente el supuesto comportamiento de Trump después de las elecciones presidenciales de 2020 como no presidencial y constitutivo de un asalto a las instituciones estadounidenses.
El caso ya llegó una vez a la Corte Suprema. En diciembre, los jueces rechazaron una petición de Smith para saltarse el Circuito de Washington y decidir la cuestión de la inmunidad de forma acelerada. En ese momento, el tribunal no explicó su razonamiento y no hubo disidentes.
Los abogados de Trump se refirieron a la decisión anterior en la primera línea de su escrito, citando al célebre receptor de los Yankees Yogi Berra.
“Esta solicitud es un ‘déjà vu de nuevo’”, escribieron los abogados de Trump.
Durante más de dos horas de alegatos orales este jueves en el caso de la papeleta electoral separada, la mayoría de los jueces parecían dispuestos a ponerse del lado de Trump en la cuestión de si puede o no aparecer en la boleta.
Juntos, estos casos han colocado a la Corte en el centro de las elecciones presidenciales de este año, algo que había evitado en gran medida desde que su decisión en el caso Bush vs. Gore decidió las elecciones de 2000 entre el expresidente George W. Bush y el exvicepresidente Al Gore.