(CNN) – El grupo terrorista Estado Islámico, también conocido como ISIS, reivindicó el atentado mortal perpetrado el viernes en una sala de conciertos de Moscú y difundió imágenes gráficas en las que se veía a sus hombres armados perpetrando el peor atentado terrorista en Rusia en décadas.
Las autoridades rusas acusaron a cuatro hombres de la antigua república soviética de Tayikistán de ser los autores del atentado, que dejó al menos 137 personas muertas y más de 100 heridas. Los sospechosos, acusados de cometer un acto terrorista y que se enfrentan a una posible cadena perpetua, permanecerán en prisión preventiva hasta el 22 de mayo tras comparecer el domingo ante un tribunal de Moscú.
Las autoridades estadounidenses vincularon el atentado al Estado Islámico de Khorasan, o ISIS-K, una filial del ISIS que opera en Asia Central y que se ha convertido en uno de los grupos terroristas más brutales y temidos de la región.
Desde noviembre, EE.UU. recibió un flujo de información de inteligencia de que el ISIS-K estaba decidido a organizar un ataque en Rusia, dijeron fuentes a CNN, y transmitió esas advertencias a Moscú. La vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, dijo el domingo que “lo que sabemos es que el ISIS-K es realmente, a todas luces, responsable de lo ocurrido”.
Esto es lo que sabemos sobre el ISIS-K.
¿Qué es ISIS-K?
ISIS-K se formó en 2015 y ha estado activo en Afganistán, Pakistán e Irán. Es una rama del ISIS, el grupo terrorista que surgió en Siria e Iraq y que, en su apogeo, controló una enorme extensión de territorio.
Cinco años después de la caída del autoproclamado califato del ISIS en Iraq y Siria, el grupo se ha transformado en una red terrorista con células repartidas por todo el mundo, incluidos África, Medio Oriente, Asia Central y el Sudeste Asiático.
La conexión entre el ISIS-K y su aparente grupo matriz no está del todo clara. Los afiliados comparten una ideología y tácticas, pero la profundidad de su relación –como la cadena de mando y control– nunca se ha establecido por completo.
En 2018, ISIS-K fue clasificado como el cuarto grupo terrorista más mortífero del mundo, según el Instituto para la Economía y la Paz, que monitorea el terrorismo global.
La toma de Afganistán por los talibanes, en agosto de 2021, y la retirada de las tropas estadounidenses del país situaron al ISIS-K en el punto de mira mundial, especialmente después de que el grupo orquestara un atentado mortal en las afueras del aeropuerto de Kabul en el que murieron 13 militares estadounidenses y 170 afganos.
Fue la acción de mayor repercusión mundial del ISIS-K hasta esa fecha y suscitó la promesa de venganza del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
La Organización de las Naciones Unidas estimó en 2021 que el grupo cuenta con hasta 2.200 combatientes de base en las provincias afganas de Kunar y Nangarhar.
¿Qué pretenden?
Al igual que su organización matriz, el ISIS-K pretende crear un “Estado islámico puro”, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), que describe la visión del grupo de un “califato global y transnacional” regido por la sharia.
El ISIS-K siente un odio mutuo hacia los talibanes y atrae a quienes tienen opiniones aún más radicales que el grupo islamista que gobierna Afganistán. Se niega a reconocer a los talibanes como líderes islámicos legítimos porque se apoya en una base estrecha “en lugar de comprometerse con una yihad islámica universal”, de acuerdo con el CSIS.
Por ello, los recientes atentados del ISIS-K se han dirigido en gran medida contra los talibanes y otros objetivos simbólicos, así como contra las minorías musulmanas chiíes de Afganistán, en particular la etnia hazara.
El odio del grupo a Occidente, incluidos Estados Unidos, el Reino Unido y Europa, también ocupa un lugar destacado en su agenda, al igual que su enemistad con Rusia.
¿Por qué atacaron Rusia?
ISIS tiene una larga animadversión contra Rusia y Putin, dijeron varios expertos a CNN.
“Rusia ha estado en la parte superior o cerca de la parte superior de la lista de ISIS durante muchos años”, dijo Daniel Byman, director del Programa de Estudios de Seguridad de la Universidad de Georgetown. Señaló el papel crucial de Moscú en la guerra civil siria, cuando intervino en apoyo del Gobierno sirio y contra ISIS.
El ISIS-K también ha criticado a los talibanes por estar “demasiado cerca de Rusia”, añadió Byman.
También hay otros agravios históricos. Según John Miller, analista jefe de Inteligencia y Aplicación de la Ley de CNN, la propaganda del ISIS lleva mucho tiempo atacando a Rusia por sus brutales tácticas en las diversas guerras de Chechenia y sus políticas de tierra quemada en el Cáucaso, que afectan a los musulmanes de Europa del Este y Eurasia.
En 2022, el ISIS-K reivindicó la autoría de una explosión suicida cerca de la embajada rusa en Kabul, en la que murieron seis personas, entre ellas dos miembros del personal consular.
En el último mes, Rusia ha frustrado varios incidentes relacionados con ISIS, según la agencia estatal rusa de noticias RIA Novosti. Solo en marzo, se han registrado en Rusia al menos cuatro incidentes en los que, según las autoridades locales, estaban implicadas personas relacionadas con ISIS, informó RIA.
Los medios de comunicación estatales rusos informaron el 7 de marzo que el FSB, el servicio de seguridad de Rusia, impidió un atentado del ISIS contra una sinagoga en Moscú, según Reuters. Los atacantes del ISIS murieron en un tiroteo, señalaron los informes.
¿De qué otros atentados son responsables?
Hasta la fecha, la mayoría de los atentados más devastadores del ISIS-K han tenido lugar en Afganistán y Pakistán, como la explosión del aeropuerto de Kabul.
Otros incluyen un ataque en mayo de 2020 en una maternidad de Kabul, que mató a 24 personas y un ataque en la Universidad de Kabul, en noviembre de 2020, que mató a 22, según el CSIS.
También se cree que el ISIS-K estuvo detrás de un horrible atentado con coche bomba frente a un instituto femenino, en mayo de 2021, en el que murieron al menos 85 personas.
El grupo estuvo particularmente activo durante su apogeo en 2018, cuando un terrorista suicida del ISIS-K mató a 128 personas en un mitin electoral en Mastung, Pakistán, uno de los ataques más sangrientos en cualquier parte del mundo ese año.
Aunque ya no es tan fuerte como en 2018, ISIS-K sigue planeando atentados en Afganistán. Es el grupo terrorista más activo en el país, responsable de 73 muertes en 2023, según el Instituto para la Economía y la Paz.
¿Podrían suponer una amenaza global más amplia?
El atentado del aeropuerto de Kabul suscitó la preocupación mundial de que el ISIS-K pudiera suponer una amenaza mayor en toda la región y más allá.
En marzo de 2023, el jefe del Comando Central de Estados Unidos dijo a los legisladores que el ISIS-K estaba cada vez más alentado y que Europa o Asia eran objetivos más probables de atentados terroristas originados en Afganistán que Estados Unidos.
En un informe de evaluación de la amenaza para 2023 elaborado por las agencias de inteligencia estadounidenses, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional afirmó que el ISIS-K “casi con toda seguridad mantiene la intención de llevar a cabo operaciones en Occidente y seguirá esforzándose por atentar fuera de Afganistán”.
Y a principios de este año, el Consejo de Seguridad de la ONU advirtió en un informe que el ISIS-K estaba planeando o llevando a cabo “complots operativos” en Europa. Siete personas vinculadas al grupo fueron detenidas en Alemania el año pasado mientras planeaban “atentados terroristas de gran impacto”, incluida la obtención de armas y posibles objetivos, según el Consejo de Seguridad.
No es la primera vez que el ISIS atenta contra una sala de conciertos. En noviembre de 2015, hombres armados del ISIS atacaron el teatro Bataclan de París –parte de un asalto que golpeó otros objetivos en la ciudad– matando al menos a 130 personas. En mayo de 2017, el grupo reivindicó la autoría de un atentado suicida en un concierto de Ariana Grande en el Manchester Arena (Inglaterra), en el que murieron 22 personas. El ISIS también ha inspirado a terroristas en Estados Unidos, incluido el hombre armado que mató a 49 personas en el club nocturno Pulse de Orlando (Florida) en 2016, en lo que entonces fue el atentado terrorista más letal en Estados Unidos desde el 11S.
A principios de este mes, el Gobierno estadounidense disponía de información sobre un atentado terrorista planeado en Moscú –que podría tener como objetivo grandes concentraciones, incluidos conciertos–, lo que llevó al Departamento de Estado a emitir un aviso público a los estadounidenses en Rusia. Estados Unidos también compartió esta información con las autoridades rusas.
La información que Washington venía recibiendo desde noviembre era “bastante específica” y la Comunidad de Inteligencia estadounidense advirtió a Rusia, pero no está claro si esto está directamente relacionado con la advertencia del 7 de marzo de la embajada estadounidense en Moscú.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, rechazó las advertencias de la embajada estadounidense sobre atentados terroristas calificándolas de “provocadoras” en un discurso ante el FSB, afirmando que “se asemejan a un chantaje descarado y a la intención de intimidar y desestabilizar nuestra sociedad”.
En cambio, Putin sugirió que Ucrania estaba detrás del atentado de la sala de conciertos del Crocus City Hall, algo que Kyiv negó vehementemente.
Rob Picheta, Eliza Mackintosh, Ehsan Popalzai, Antonio Jarne, Lou Robinson, Lauren Said-Moorhouse, Mariya Knight, Anna Chernova y Darya Tarasova, de CNN, contribuyeron a este artículo.