Kyiv, Ucrania (CNN) – Soldados en el frente en Ucrania dicen que la perspectiva de la aprobación final en el Congreso de EE.UU. de un paquete de ayuda militar de US$ 60.000 millones para Kyiv servirá como un impulso moral gigante como Rusia busca intensificar su avance.
El proyecto de ley de ayuda a Ucrania, aprobado este sábado en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, debe pasar ahora al Senado este martes. Si se aprueba en la cámara alta del Congreso, el presidente Joe Biden dijo que lo convertirá en ley inmediatamente, para que “podamos enviar rápidamente armas y equipos a Ucrania para satisfacer sus necesidades urgentes en el campo de batalla”.
La lista de deseos de Ucrania no es ningún secreto. Lo que más necesitan es: proyectiles de artillería y sistemas de defensa antiaérea.
Durante meses, los soldados ucranianos en el frente han hablado de estar muy superados por las fuerzas rusas. El presidente Volodymyr Zelensky dijo recientemente que la proporción era de 10 a 1 a favor de Rusia.
“Para ganar, necesitamos munición… nuestra artillería se muere de hambre”, declaró a CNN tras la votación del sábado un comandante de reconocimiento de artillería de la 110ª brigada mecanizada, identificado como “Teren”.
Teren sabe de lo que habla, ya que pasó dos años defendiendo la ciudad industrial de Avdiivka antes de que cayera en manos de Rusia en febrero. Desde entonces, las fuerzas de Moscú han tenido un éxito considerable en su avance hacia el oeste.
Por destacar solo una de varias localidades de la región de Donetsk: el grupo de observación ucraniano DeepState siguió una serie de avances rusos en la última semana a lo largo de una línea de ferrocarril hasta el centro de un gran pueblo llamado Ocheretyne.
Aunque Ocheretyne en sí no tiene ningún valor estratégico, se encuentra en una cresta, lo que la convierte en un objetivo militar apetecible. Un oficial del Mando Oriental de Ucrania —que pidió que no se revelara su nombre porque no está autorizado a hablar en público— dijo a CNN que si las fuerzas rusas conseguían hacerse con el pueblo y mantenerlo en su poder, podrían poner bajo control ruso rutas logísticas ucranianas vitales que unen tres centros militares clave: Kostiantynivka, Pokrovsk y Velyka Novosilka.
Ahora, con la nueva ayuda militar estadounidense aparentemente a pocos días de recibir luz verde, la cuestión es con qué rapidez pueden llegar a la línea del frente municiones vitales como los obuses de 155 mm para detener el avance ruso.
El portavoz del Pentágono, Patrick Ryder, declaró la semana pasada, antes de la votación en la Cámara de Representantes, que el Departamento de Defensa estadounidense estaba “preparado para responder rápidamente”, una vez que se diera la orden.
“Como saben, tenemos una red logística muy robusta que nos permite mover material muy rápidamente. Como hemos hecho en el pasado, podemos desplazarnos en cuestión de días”, afirmó.
De ese mensaje se hizo eco Mark Warner, presidente del Comité de Inteligencia del Senado, quien declaró el domingo a CBS News que esperaba que el material estuviera “en tránsito a finales de semana”.
Aunque los funcionarios estadounidenses no lo dicen abiertamente, una fuente de EE.UU. familiarizada con el suministro de ayuda militar a Ucrania dijo que gran parte de ella ya está preposicionada en almacenes de Alemania y Polonia, lo que obviamente reduciría el tiempo necesario para hacerla llegar a Ucrania. La fuente también dijo que los proyectiles de artillería estarían entre los primeros materiales en llegar.
Una vez cruzada la frontera, los funcionarios de Kyiv tratarán de llevar el material a donde sea necesario lo más rápidamente posible, aunque ello supondrá un considerable reto logístico dada la enorme cantidad de material en cuestión.
En otras palabras, la citada ventaja de 10 a 1 de la que disfruta actualmente Rusia no desaparecerá de inmediato.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) advierte que Ucrania “probablemente seguirá enfrentándose en las próximas semanas a la escasez de munición de artillería y de interceptores de defensa aérea y a las correspondientes limitaciones que esta escasez está imponiendo a la capacidad de Ucrania para llevar a cabo operaciones defensivas eficaces”.
El ISW especula con la posibilidad de que Rusia intente atacar las redes de transporte, como los ferrocarriles, para complicar la distribución —algo contra lo que atentó el viernes en la región ucraniana de Dnipropetrovsk— e intente aumentar el ritmo a lo largo de las líneas del frente en la limitada ventana que queda antes de que llegue la ayuda estadounidense.
La ciudad de Chasiv Yar podría ser uno de los focos de cualquier ofensiva rusa intensificada a corto plazo, ya que es un importante emplazamiento militar avanzado para Ucrania desde que los rusos capturaron Bakhmut, a unos 10 kilómetros al este, hace casi un año.
Múltiples informes de soldados ucranianos describen intensos combates en una serie de pueblos entre Chasiv Yar y Bakhmut mientras las fuerzas rusas intentan avanzar. El jefe del ejército ucraniano cree que el Kremlin ha ordenado la toma de la ciudad para el 9 de mayo, día en que Rusia celebra su victoria sobre la Alemania nazi en 1945.
Chasiv Yar también está siendo bombardeada desde el aire por enormes bombas “guiadas” lanzadas desde aviones de guerra rusos. El analista Rob Lee ha publicado una serie de videos en su cuenta X en los últimos días que muestran aviones rusos Su-25 volando sin obstáculos en los cielos de la ciudad, algo que él llama “una clara señal de la falta de munición de defensa aérea ucraniana”.
Ucrania buscará que Estados Unidos proporcione una gama de sistemas de misiles tierra-aire para contrarrestar esa amenaza, además de más interceptores para el sistema de defensa antiaérea Patriot, el principal medio para derrotar los ataques con misiles contra ciudades e infraestructuras clave, como las centrales eléctricas.
“Necesitamos defensa aérea de primera línea tanto como protección para nuestras ciudades y pueblos”, afirmó Zelensky.
Por último, además de sus necesidades inmediatas de armamento, parece probable que Ucrania también reciba Sistemas de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS) de mayor alcance en el tramo inicial de entregas de armas, después de que Warner, presidente de la Comisión de Inteligencia del Senado, indicara que creía que formarían parte de un primer envío.
EE.UU. ya ha suministrado a Ucrania versiones de menor alcance del ATACMS, pero las autoridades ucranianas no han ocultado su deseo de tener en sus manos la versión más reciente. Con un alcance de unos 300 kilómetros, los misiles darían a Kyiv la capacidad de aumentar los ataques contra aeródromos rusos, depósitos de combustible y lugares de almacenamiento de armas, lo que tendría un impacto más a largo plazo en el esfuerzo bélico de Rusia.
Y si los aliados europeos de Ucrania creen que ahora podrían tener un poco de respiro antes de que se les vuelva a presionar para que presten más ayuda, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dejó claro que considera que la medida de EE.UU. da un impulso general.
“Podemos evitar los peores escenarios si actuamos juntos y sin miedo”, declaró este lunes en una reunión en línea de ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de la Unión Europea, en la que hizo un llamamiento a los países que poseen sistemas de defensa antiaérea Patriot y SAMP/T, de fabricación europea, para que los donen a Ucrania, junto con artillería y munición.
“Ahora que están todos aquí en la mesa, es hora de actuar, no de debatir”, dijo Kuleba.
– Andy Carey, de CNN, informa desde Kyiv. Victoria Butenko, Daria Tarasova-Markina y Svitlana Vlasova han contribuido a la información.