(CNN) – A última hora de la noche del lunes, el vuelo 148 de Virgin Australia partió de Queenstown, Nueva Zelandia, con destino a Melbourne. Poco después del despegue, el motor derecho del Boeing 737-800 empezó a emitir un fuerte estruendo y, luego, llamas.
El piloto siguió volando con el motor restante, llevando a los 73 pasajeros y la tripulación del avión a un aterrizaje de emergencia seguro en el cercano aeropuerto de Invercargill.
Virgin Australia afirma que el dramático giro de los acontecimientos se debió a un “posible impacto con un pájaro”. El aeropuerto de Queenstown restó importancia a la posibilidad de que se tratara de un impacto con aves, afirmando que “no se detectaron aves en el aeródromo en ese momento”.
Aunque no sabemos exactamente qué ocurrió, el impacto con aves es un riesgo común y real para los aviones. Puede dañar los aviones e incluso causar muertes.
¿Cuán comunes son los choques con aves?
Un impacto con aves es una colisión entre un avión y un ave. (Aunque a veces la definición se amplía para incluir colisiones en tierra con animales terrestres como ciervos, conejos, perros y caimanes).
El primer choque con un pájaro fue registrado por Orville Wrightl, en 1905, sobre un maizal en Ohio.
Ahora ocurren todos los días, con cierta variabilidad estacional debido a los patrones migratorios de las aves.
Quizá el choque de aves migratorias más famoso se produjo en 2009, cuando el vuelo 1549 de US Airways se encontró con una bandada de gansos canadienses migratorios poco después de despegar del aeropuerto de LaGuardia, en Nueva York. Los dos motores del avión fallaron y el capitán Sully Sullenberger se vio obligado a realizar un aterrizaje sin motores en el río Hudson.
Entre 2008 y 2017, la Junta Australiana de Seguridad en el Transporte registró 16.626 choques con aves. En Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación informó de 17.200 choques con aves solo en 2022.
¿Dónde ocurren los choques con aves y cuáles son sus efectos?
Según la Organización de Aviación Civil Internacional, el 90% de los choques con aves se produce cerca de los aeropuertos. En general, esto ocurre mientras las aeronaves despegan o aterrizan, o vuelan a altitudes más bajas, donde se produce la mayor parte de la actividad de las aves.
El efecto del impacto con aves depende de muchos factores, entre ellos el tipo de avión. Los resultados pueden incluir la parada de un motor, como puede haber ocurrido con el vuelo de Virgin Australia. Este avión era un Boeing 737-800, que tiene capacidad para volar con un solo motor a un aeropuerto alternativo.
En los aviones más pequeños, sobre todo en los monomotores, los choques con aves pueden ser mortales. Desde 1988, se han registrado en todo el mundo 262 víctimas mortales por impacto con aves y 250 aviones destruidos.
¿Cómo se defienden fabricantes y pilotos del impacto de aves?
La mayoría de los choques con aves se producen por la mañana temprano o al atardecer, cuando las aves están más activas. Los pilotos están entrenados para estar atentos en esos momentos.
El radar puede utilizarse para rastrear bandadas de aves. Sin embargo, esta tecnología está basada en tierra y no está disponible en todo el mundo, por lo que no puede utilizarse en todas partes.
Los dos mayores fabricantes de aviones de pasajeros, Boeing y Airbus, utilizan motores turbofán. Estos utilizan una serie de aspas de ventilador para comprimir el aire antes de añadir combustible y llama para obtener el empuje necesario para despegar.
El impacto de un pájaro en uno de estos motores puede causar graves daños en las palas del ventilador, generando el fallo del motor. Los fabricantes de motores comprueban la seguridad de estos motores disparándoles un pollo congelado a alta velocidad mientras el motor funciona a pleno empuje.
La circular de la Autoridad de Seguridad de la Aviación Civil del Gobierno australiano sobre la gestión de los peligros de la fauna silvestre indica lo que deben hacer los aeropuertos para mantener a las aves y los animales alejados de las inmediaciones del aeropuerto. Una técnica consiste en utilizar pequeñas explosiones de gas que imiten el sonido de una escopeta para disuadir a las aves de merodear cerca de la pista. En zonas con grandes poblaciones de aves, los aeropuertos también pueden utilizar determinadas hierbas y plantas que no atraigan a los pájaros.
Doug Drury es profesor y director de Aviación en la CQUniversity de Australia.
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Nota del editor: Las opiniones expresadas en este comentario son exclusivamente las del autor. CNN presenta el trabajo de The Conversation, una colaboración entre periodistas y académicos para ofrecer análisis de noticias y comentarios. El contenido está producido exclusivamente por The Conversation.