(CNN) – Ningún presidente ha necesitado jamás un día festivo como Joe Biden necesita este 4 de julio.
Biden está luchando frenéticamente para salvar su carrera política. Pero corre el peligro de verse superado por una marea en su contra a medida que más demócratas expresan dudas sobre si podrá vencer a Donald Trump después de un desastroso desempeño en el debate.
El presidente se reunirá con miembros de su familia en la Casa Blanca para el Día de la Independencia, en un encuentro que será fundamental en la deliberación sobre su campaña por la reelección, que necesita urgentemente un día tranquilo de noticias que le permita reagruparse durante las 48 horas potencialmente más críticas de su carrera política.
Cuando el miércoles explotaron las especulaciones sobre que podría estar considerando retirarse de la carrera, Biden declaró inequívocamente que estaba allí para ganar. Luego se reunió con 20 gobernadores demócratas en la Casa Blanca para intentar demostrar que tiene la energía y la agudeza para ganar y liderar durante cuatro años más. El viernes, Biden concederá una entrevista a ABC News que se perfila como un reto aún mayor que el debate de CNN, dada su necesidad de realizar una actuación correctiva ágil y contundente. Las paradas de campaña de Biden en los estados indecisos, como cada una de sus apariciones públicas ahora, serán analizadas en busca de cualquier desliz o signo de vulnerabilidad que respalde la idea que Biden dio en el debate de ser un comandante en jefe disminuido.
“Estoy en carrera. Soy el candidato del Partido Demócrata. Nadie me está echando. No me iré”, declaró Biden al asustado personal de campaña en una llamada telefónica el miércoles.
Ahora, el problema era el desfase horario
Pero la dura realidad que está enfrentando el presidente es que todas las garantías, las distintas explicaciones y los giros que sus asesores políticos han dado hasta ahora no están funcionando, porque puede que no haya respuestas ante la situación planteada.
La imagen de un presidente incoherente, débil y en apuros quedó grabada en la mente de 50 millones de espectadores una semana atrás. E incluso un control de daños mucho más competente que el que han realizado hasta ahora la Casa Blanca y el equipo de campaña de Biden habría tenido dificultades para borrar esa impresión.
Los intentos de explicar sus dificultades en Atlanta (donde se llevó a cabo el debate de CNN) sólo están volviendo a poner la atención en el problema central: las súper mayorías de votantes dudan de que esté en condiciones para cumplir un nuevo mandato que terminaría a sus 86 años.
El miércoles, por ejemplo, la Casa Blanca volvió a decir que Biden tenía un desfasaje horario después de dos viajes a Europa a principios de junio. Dado que el presidente había estado de regreso en suelo estadounidense durante más de una semana al momento del debate, esto sólo generó nuevas preguntas sobre si está a la altura de las onerosas exigencias de la presidencia, que con frecuencia requieren viajes extensos.
La idea de que un jet lag retrasado —combinado con un resfriado que sus asistentes dijeron que también tenía— podría haber provocado que Biden se detuviera en medio de sus oraciones y no lograra presentar una argumentación coherente sobre cuestiones básicas de su campaña no hizo nada para detener su caída política. Y significó que el miércoles fue otro día más en el que la atención se centró en la desintegración de la campaña de Biden en lugar de en la grave amenaza a la democracia y las libertades políticas de Estados Unidos que, según advierte el presidente, plantea Trump.
Al final de un día de duros golpes para Biden, un alto funcionario de la administración le dijo a MJ Lee de CNN que la erosión gradual de su apoyo entre los demócratas era como “olas chocando contra la orilla”. El funcionario añadió: “Primero son los donantes. Y luego están los funcionarios electos. Ahora serán las encuestas. Simplemente rompe la resistencia”.
El miércoles las cosas empezaron mal para Biden y luego empeoraron
– Un segundo funcionario demócrata habló y pidió que Biden se baje de la campaña por la reelección. El representante Raúl Grijalva de Arizona dijo a The New York Times que respaldaría a Biden si fuera el nominado, pero que “esta es una oportunidad para mirar hacia otra parte”. Y añadió: “Lo que tiene que hacer es asumir la responsabilidad de conservar el puesto, y parte de esa responsabilidad es salirse de la carrera”. Si bien pocos legisladores han sido tan francos, hay muchos más que comparten las opiniones de Grijalva y el representante de Texas Lloyd Doggett, quienes hablaron el martes.
– Una sacudida de nuevas encuestas trajo malas noticias para Biden. Una encuesta de The New York Times/Siena College estableció que Trump ahora lidera con 49% contra 43% a nivel nacional, registrando un cambio de tres puntos respecto de los números de una semana antes del debate. En la encuesta de encuestas de CNN, el expresidente lidera por cinco puntos (49% contra 44%, en encuestas comparativas realizadas íntegramente después del debate presidencial del jueves pasado). Los candidatos que ganan debates a menudo reciben un empujón en las encuestas que luego da marcha atrás. Pero Biden llegó al debate desde atrás y necesitaba ganar espacio. Por el contrario, va en la dirección opuesta después de desperdiciar su mejor oportunidad de relanzar su carrera.
– La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, soportó otro día difícil en la sala de reuniones, mientras daba una nueva explicación de por qué Biden tuvo un desempeño tan malo en Atlanta, que, insistió, no era una excusa. “Lo que quiero decir es que es jet lag y también el resfrío, ¿verdad?”, dijo. “Son las dos cosas, y eso ocurrió, y lo escucharon en su voz durante el debate”.
– Biden hizo una ronda de llamadas a agentes demócratas clave, incluido el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, el representante de Carolina del Sur, James Clyburn, y su amigo, el senador de Delaware, Chris Coons. También grabó dos entrevistas de radio que se transmitirán este jueves en los estados indecisos de Wisconsin y Pensilvania. Y, tras eso, Biden reunió a los gobernadores demócratas a la Casa Blanca. Dos de ellos —Tim Walz de Minnesota y Wes Moore de Maryland— le ofrecieron un impulso con comentarios de apoyo a los periodistas. Pero Moore, una estrella en ascenso demócrata, también dijo: “Siempre creemos que cuando amas a alguien, le dices la verdad. Y creo que entramos y fuimos honestos acerca de los comentarios que recibimos. Fuimos honestos acerca de las preocupaciones que escuchamos de la gente”.
– Otro gobernador y potencial candidato alternativo, Gavin Newsom de California, dijo en una declaración a CNN que Biden estaba “totalmente de acuerdo. Y yo también. Joe Biden nos ha apoyado. Ahora es el momento de apoyarlo a él”. No hay señales de que los sentimientos no sean genuinos. Pero tampoco hay ningún incentivo político para que cualquier actor de poder en el Partido Demócrata que mire hacia el futuro corra el riesgo de ser visto como un factor de desestabilización de un presidente ya herido. Varios posibles candidatos alternativos, incluida la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, y la vicepresidenta Kamala Harris, estuvieron en las reuniones de Biden con los gobernadores.
— Algunos de los principales demócratas de la Cámara de Representantes dijeron que era hora de que el presidente diera un paso al costado, en una llamada con los principales líderes del partido, informó Annie Grayer de CNN. Pero algunos también estaban preocupados por el frenesí que podría sobrevenir si el presidente dejaba un vacío de poder en la fórmula presidencial.
– El miércoles hubo las primeras señales de que la campaña de Trump está calibrando hasta qué punto el expresidente tendría que dar un si Biden abandona la campaña. Los copresidentes del equipo de campaña, Chris LaCivita y Susie Wiles, emitieron un comunicado advirtiendo que cualquier cambio podría ser respondido con una paliza por ocultar “la verdad al público estadounidense” sobre la condición de Biden. “Todos ellos han mentido sobre el estado cognitivo de Joe Biden y han apoyado sus políticas desastrosas durante los últimos cuatro años, especialmente la copiloto cacareante Kamala Harris”, escribieron.
– Las vehementes promesas de Biden de permanecer en la carrera parecieron ser una respuesta a los informes de The New York Times y de CNN de que el presidente entiende que los próximos días son críticos y que podría poner fin a su campaña. La Casa Blanca y la campaña dijeron que los reportes eran falsos. Pero cualquier señal de que Biden esté flaqueando podría ser desastrosa para las campañas sobre el terreno en los estados indecisos. Si Biden se baja, probablemente insistirá en estar ahí hasta los momentos finales.
— Jeff Zeleny de CNN informó que está tomando forma un plan de sucesión que podría hacer que el presidente inmediatamente brinde su apoyo, su fondo de campaña y sus delegados detrás de la vicepresidenta para evitar una lucha por la nominación que podría dividir al partido.
– La nueva realidad de Biden quedó en evidencia por la tarde cuando presidió una ceremonia para otorgar póstumamente la Medalla de Honor a dos soldados de la Guerra Civil. El evento se transmitió en vivo por televisión por cable, en una señal de que cada movimiento que haga el presidente desde ahora hasta noviembre será filtrado a través del prisma de su fracaso en el debate y analizado en busca de nuevos signos de facultades en decadencia.
– Otro problema para Biden es que figuras demócratas clave que siguen apoyándolo están dejando en claro que debe hacer más para remodelar la percepción pública sobre sus capacidades y no descartan que abandone la carrera. “Vamos a confiar en él para tomar la decisión correcta sobre la encrucijada en la que nos encontramos ahora”, dijo el representante de Maryland, Jamie Raskin, a CNN. Y la representante de Michigan, Debbie Dingell, resumió los días críticos que le esperan a Biden cuando advirtió: “Tiene un período de tiempo muy corto para hablar con el pueblo estadounidense”.