(CNN) – Beryl acaba de romper todas las expectativas de lo que podría llegar a ser un huracán de principios de temporada, y tiene a los expertos preocupados por lo que podría suceder a continuación.
Por lo general, las tormentas de principios de temporada no son un indicador de lo que vendrá más adelante en la temporada porque las condiciones atmosféricas necesarias para tormentas potentes aún no están dadas. Pero Beryl rompió el molde.
“Normalmente, la actividad de tormentas de principios de temporada no nos dice mucho sobre lo que sucederá el resto del tiempo”, le dijo a CNN Phil Klotzbach, experto en huracanes e investigador científico de la Universidad Estatal de Colorado. “Pero cuando las tormentas son fuertes en el Atlántico tropical y el Caribe oriental, tienden a ser un presagio de una temporada muy agitada”.
La parte más activa de la temporada de huracanes del Atlántico no suele comenzar hasta mediados de agosto y alcanza su pico en septiembre pero Beryl, que se formó inicialmente a fines de junio, se comportó como si ya hubiera llegado la peor época. El agua por la que pasó Beryl estaba tan cálida como debería estar en septiembre, por lo que se comportó como un huracán de septiembre.
Es algo que los meteorólogos advirtieron que podría suceder incluso antes de que comenzara la temporada.
“Beryl confirma lo que pensábamos sobre (esta) temporada, que dadas las temperaturas (del agua) extremadamente cálidas que tenemos actualmente, podríamos experimentar tormentas típicas de mitad de temporada antes de lo normal”, dijo Klotzbach.
Las temperaturas del océano en la cuenca atlántica todavía son históricamente cálidas y lo fueron durante más de un año, en particular en la zona donde Beryl se convirtió por primera vez en huracán. Los océanos cálidos son una consecuencia importante del calentamiento mundial debido a la contaminación por combustibles fósiles y son el propulsor para que los sistemas tropicales exploten con fuerza a un ritmo vertiginoso.
Según Klotzbach, Beryl se intensificó más rápido que cualquier otra tormenta registrada a principios de la temporada, cuando sus vientos aumentaron 104 km/h (65 mp/h) en solo 24 horas. La rápida intensificación es cada vez más probable a medida que avanza la crisis climática.
“La intensificación temprana y rápida de Beryl es indicativa de los tipos de fenómenos meteorológicos extremos que podemos ver con mayor frecuencia en un mundo en calentamiento”, según Mona Hemmati, científica investigadora postdoctoral de la Escuela de Clima de la Universidad de Columbia. Beryl “encapsula muchos de los temores que tienen los científicos para esta temporada de huracanes”, le dijo Hemmati a CNN.
La tormenta aprovechó las aguas extremadamente cálidas y finalmente se fortaleció hasta convertirse en el huracán de categoría 5 más temprano registrado en el Atlántico, uno de varios hitos que ningún otro huracán de principios de julio había alcanzado.
Los meteorólogos aumentan las predicciones de la temporada de huracanes después de Beryl
La actuación sin precedentes de Beryl solo solidificó un coro de voces expertas, incluido el equipo de Klotzbach en Colorado State, que pronosticaron una temporada de huracanes hiperactiva mucho antes de que se formaran las primeras tres tormentas con nombre: Alberto, Beryl y Chris.
“Esta actividad de principios de temporada es una probable señal de advertencia de que habrá mucha actividad a medida que nos acerquemos al pico de la temporada”, advirtió Klotzbach.
El grupo de pronosticadores de Klotzbach en Colorado State aumentó el número de tormentas con nombre, huracanes y huracanes importantes previstos para esta temporada en una actualización de su pronóstico de la temporada de huracanes este martes. Ahora predicen que la temporada del Atlántico tendrá 25 tormentas con nombre, incluidos 12 huracanes, la mitad de los cuales se convertirán en huracanes importantes de al menos categoría 3.
El pronóstico también depende del fenómeno de La Niña que debería aliviar la cizalladura del viento (el cambio en la velocidad o dirección del viento a diferentes alturas en la atmósfera) sobre el Atlántico. Los altos niveles de cizalladura del viento pueden desbaratar una tormenta activa o impedir que se forme. Sin ella, podrían formarse más tormentas y fortalecerse.
Pero el agua extremadamente caliente permanecerá durante el pico de la temporada de huracanes y las tormentas podrían aprovecharla al máximo para superar la cizalladura del viento, tal como lo hizo Beryl.
El agua extremadamente cálida mantuvo a Beryl increíblemente fuerte, incluso frente a una cizalladura del viento disruptiva que debería haberlo debilitado considerablemente. Esto también sucedió durante la temporada de huracanes del año pasado, cuando El Niño provocó un aumento de la cizalladura del viento, pero el agua increíblemente cálida ayudó a que se formaran 20 tormentas con nombre.
Por ahora, se espera una breve pausa en la actividad tropical del Atlántico durante la próxima semana o dos debido, en parte, a una gran zona de aire seco y polvoriento y algunos episodios de cizalladura del viento moderadamente disruptiva.
En esta época del año es habitual que se produzcan columnas de aire seco llenas de polvo sahariano que viajan a través del Atlántico desde África. A veces, incluso pueden llegar a Estados Unidos y contribuir a producir puestas de sol espectaculares.
Pero el aire seco y polvoriento no es amigo de los sistemas tropicales, ya que les quita la humedad que necesitan para sobrevivir, por lo que el Centro Nacional de Huracanes no destaca ninguna zona que se deba vigilar en caso de que se produzcan fenómenos tropicales durante la próxima semana.
Según Klotzbach, la “pregunta del millón” es cuándo terminará el receso y comenzará la parte más activa de la temporada de huracanes. La actividad tropical podría aumentar nuevamente a fines de julio o esperar hasta agosto, dependiendo de cómo se desarrollen varios factores atmosféricos en las próximas semanas, dijo a CNN.
De cualquier manera, con un calor oceánico tan extremo para aprovechar, Beryl demostró que la puerta está abierta para una temporada prolífica.
– Rachel Ramírez de CNN contribuyó a este informe.
Nota del editor: este artículo fue publicado originalmente el 9 de julio y republicado el 12 de julio.