(CNN) – Dos días después de ser elegido compañero de fórmula de Donald Trump, el senador de Ohio J.D. Vance se presentó a los votantes en un discurso que puso de relieve la dirección populista que ambos pretenden dar al Partido Republicano, y a la nación.
El discurso de Vance en la Convención Nacional Republicana (RNC, por su sigla en inglés) coronó una noche en la que los republicanos se dedicaron a enjuiciar lo que consideran los mayores fracasos del presidente Joe Biden en política exterior y sus consecuencias.
Las familias de la Estrella de Oro –que indica que un familiar murió en la guerra como miembro de las fuerzas armadas– criticaron la gestión de Biden de la retirada de Afganistán en 2021. Los padres de una víctima de secuestro de Hamas encabezaron cánticos de “Tráiganlos a casa”. Un graduado judío de la Universidad de Harvard que demandó a la escuela por denuncias de antisemitismo, dijo que “la marea de extrema izquierda del antisemitismo está creciendo”.
“Todavía vale la pena luchar por Estados Unidos”, dijo el sargento William Pekrul, un veterano de la Segunda Guerra Mundial cercano a los 100 años y receptor de dos Estrellas de Bronce y una Estrella de Plata. “Con el presidente Trump como Comandante en Jefe, volvería a alistarme hoy mismo”.
Los republicanos también dedicaron gran parte de su programa de máxima audiencia a intentar mostrar el lado humano de Trump, incluidas las declaraciones de su nieta Kai Trump, de 17 años, que describió al expresidente presumiendo de que ella había entrado en el cuadro de honor y acribillándola a preguntas sobre su juego de golf.
Estos son los siete puntos más destacados de la tercera noche de la Convención Nacional Republicana:
Vance se presenta y golpea a Biden
Vance, quizás más conocido por sus memorias “Hillbilly Ellegy”, es un senador novato con relativamente pocos seguidores fuera del MAGAverso de Trump antes de su selección esta semana.
Los republicanos aprovecharon la noche de este miércoles para presentar a Vance y la historia de su vida a la nación.
Criado en un pueblo rural de Ohio que, según dijo, es “un lugar que fue dejado de lado y olvidado por la clase dirigente de Estados Unidos en Washington”, Vance dijo que vio cómo las fábricas se cerraban y las adicciones destrozaban a las familias, incluida la suya. Se alistó en la Infantería de Marina y finalmente asistió a la Facultad de Derecho de Yale, donde conoció a su esposa, Usha.
“Todavía hay mucho talento y agallas en el corazón de Estados Unidos. Pero para que estos lugares prosperen, necesitamos un líder que luche por la gente que construyó este país”, dijo Vance.
Las inclinaciones políticas de Vance –populistas y aislacionistas– coinciden más con las de Trump que con las del Partido Republicano de hace años.
Vance relacionó esas creencias con su educación y las convirtió en un ataque al historial de Biden.
Dijo que cuando estaba en cuarto grado, el entonces senador Biden apoyó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, un acuerdo aprobado con el apoyo republicano en ese momento. Lo calificó de “mal acuerdo comercial que envió a México innumerables buenos puestos de trabajo en la industria manufacturera estadounidense”.
Cuando estaba en la escuela secundaria, dijo Vance, Biden apoyó un acuerdo comercial con China y la invasión estadounidense de Iraq.
“Y en cada paso del camino, en pequeñas ciudades como la mía en Ohio, o al lado en Pensilvania, o en Michigan y otros estados de nuestro país, se enviaron empleos al extranjero y se enviaron a niños a la guerra”, dijo.
Un enfoque más suave
Lo que quedó claro desde que Vance se convirtió en el elegido del Partido Republicano para la vicepresidencia es que la campaña de Trump quiere asegurarse de que el senador de Ohio no llegara a la escena nacional como un republicano de derecha dura con posiciones conservadoras sobre el aborto, las cuestiones sociales y el aislacionismo.
El discurso de Vance este miércoles por la noche siguió esa línea. Incluso antes de subir al escenario, la esposa de Vance, Usha, lo describió como un hombre de familia que ama a los cachorros, con los pies en la tierra y hecho a sí mismo, licenciado por una popular universidad pública y por una elegante facultad de Derecho de la Ivy League.
Más tarde, a lo largo de su discurso, el senador siguió abordando temas más suaves, como el cántico de la Universidad Estatal de Ohio, antes de señalar: “Tenemos que relajarnos con ese amor de Ohio. También tenemos que ganar Michigan”.
Sin duda, hubo partes del discurso de Vance que fueron trumpianos, como atacar a Biden por dar a China “un acuerdo comercial goloso que destruyó aún más empleos buenos de clase media” y decir que Trump “no necesitaba la política, pero el país le necesitaba a él”.
Aun así, por cada línea similar al argumento de Trump en 2016 de que él solo podía salvar al país, hubo líneas de un hombre común que se ajustan a su biografía de “Hillbilly Elegy”, desde dar un saludo a su madre que estaba entre el público por llevar “10 años limpia y sobria” hasta hablar de la parcela del cementerio de su familia.
Lo que no mencionó: sus pasados comentarios críticos sobre Trump o sus posturas sobre el aborto y Ucrania. En general, el discurso no fue tanto una nueva versión de la fanfarronería trumpiana de la política de inmigración de línea dura como un intento de ganarse a los votantes pobres y de clase media de todo el espectro político.
Usha Vance sube al escenario
Este miércoles no fue solo la presentación de J.D. Vance al público estadounidense. También fue la de Usha Vance.
Durante años, J.D. describió a su esposa –a la que conoció mientras estudiaban Derecho en Yale– como una parte clave de su éxito. Durante su campaña al Senado en 2022, ella utilizó sus apariciones en los medios de comunicación para ayudar a humanizarlo y defenderlo de las críticas de que había cambiado sus puntos de vista por conveniencia política.
En el escenario de Milwaukee, Usha Vance expuso la biografía de su marido y la comparó con la suya propia. A diferencia de su marido, ella creció en un hogar de clase media en los suburbios de San Diego, con dos padres inmigrantes indios.
Pero, como señaló en un momento humanizador, J.D. se adaptó a las diferencias entre ellos.
“Cuando J.D. me conoció, abordó nuestras diferencias con curiosidad y entusiasmo”, dijo. “Que J.D. y yo pudiéramos conocernos, por no hablar de enamorarnos y casarnos, es un testimonio de este gran país”.
Pero la presentación completa de la nación a la familia Vance tendrá que llegar más tarde. En una convención dedicada a Trump, no hubo espacio para que Usha profundizara en su propia trayectoria, incluido el hecho de que se graduó summa cum laude en la Universidad de Yale; asistió a la Facultad de Derecho de Yale; y fue secretaria tanto de Brett Kavanaugh cuando era miembro del Tribunal de Apelaciones del distrito de Columbia como del presidente de la Corte Suprema, John Roberts.
Tampoco mencionó sus propias reservas a la hora de saltar a la palestra. El mes pasado declaró a Fox News que no estaba “dispuesta” a cambiar por completo sus vidas, pero que creía en su marido.
De la cárcel al RNC
El exfuncionario de la Casa Blanca de Trump Peter Navarro empezó el día en la prisión de Florida donde pasó los últimos cuatro meses, encarcelado por negarse a cooperar con la investigación de la Cámara sobre la insurrección del 6 de enero de 2021.
Navarro los terminó en el escenario del RNC en Milwaukee, donde recibió una gran ovación –y vítores de “¡Bienvenido a casa!”– de los republicanos que, apenas una noche antes, prometieron restaurar “la ley y el orden” en Estados Unidos.
“Lo que estos chacales de la ley no entienden”, dijo un desafiante Navarro, “cuando meten a gente como yo en la cárcel y disparan balas figurativas y ahora literales contra Donald Trump, también agreden a nuestras familias”.
Los motivos del presunto autor de los disparos en Pensilvania aún no están claros. Era un republicano registrado que también hizo una pequeña donación hace años a una causa liberal.
El tono de la retórica de Navarro, incluyendo una declaración de que él “fue a la cárcel para que ustedes no tengan que hacerlo” y una advertencia de que los demócratas pondrán “todo un ejército de extranjeros ilegales analfabetos” en “la puerta de su casa”, fue un notable alejamiento del lenguaje inusualmente reservado utilizado por muchos oradores en las dos primeras noches de la convención.
Navarro no fue la única figura controvertida en la convención de Milwaukee. El presidente de la campaña de Trump en 2016, Paul Manafort, que fue condenado y se declaró culpable de diversos delitos y pasó casi dos años en prisión, también estuvo presente. Tras perder las elecciones de 2020, Trump indultó a Manafort “de las condenas procesadas en el curso de la investigación del abogado especial Mueller, que tenía como premisa el engaño de la colusión rusa”.
El propio Trump, por supuesto, fue declarado culpable de los 34 cargos de falsificación de registros comerciales a principios de este año, convirtiéndose en el primer expresidente en la historia de Estados Unidos en ser condenado por un delito grave.
Las familias de la Estrella de Oro arremeten contra la retirada de Biden de Afganistán
Tal vez el momento más conmovedor de la convención hasta el momento se produjo cuando las familias de algunos de los 13 miembros de las fuerzas armadas que murieron en un atentado suicida en el aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul durante la retirada de Estados Unidos de Afganistán en agosto de 2021 criticaron duramente las acciones de Biden, entonces y ahora.
“Mira nuestras caras. Mira nuestro dolor y nuestra angustia”, dijo Cheryl Juels, tía de la sargento de la Infantería de Marina, Nicole Gee.
“Aquello no fue un ‘éxito extraordinario’”, añadió, utilizando las mismas palabras que Biden empleó semanas después de la retirada para describirlo.
“Joe Biden tiene con los hombres y mujeres que sirvieron en Afganistán una deuda de gratitud y una disculpa”, dijo Juels.
Herman López, padre del coronel de la Infantería de Marina Hunter López, dijo que cuando Biden se reunió con las familias de los 13 miembros de las fuerzas armadas muertos, el presidente “hizo que la ocasión se centrara más en su hijo, perdido por el cáncer, que en nuestros hijos e hijas”.
Luego dijo que Biden había mentido en el debate de junio de CNN con Trump cuando dijo que bajo su mandato no había habido “ninguna muerte de soldados en ningún lugar del mundo”.
La madre del coronel López, Alicia López, dijo que en los tres años transcurridos desde que murieron esos 13 miembros de las fuerzas armadas, “hubo un silencio ensordecedor por parte de la administración de Biden y Harris. A pesar de nuestras súplicas de respuestas y rendición de cuentas, nos han apartado e intentado silenciarnos”.
A continuación, Herman López pronunció los nombres de los 13 miembros de las fuerzas armadas que murieron en el atentado suicida.
Fue un momento emotivo, y una reminiscencia de los padres de la Estrella de Oro Khizr y Ghazala Khan en la Convención Nacional Demócrata de 2016. “No han sacrificado nada, ni a nadie”, dijo Khizr Khan.
Senadores del Partido Republicano se enfrentan al director del Servicio Secreto
Una escena impactante se vivió lejos de las pantallas de televisión en Milwaukee, cuando senadores republicanos se enfrentaron a la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, y la persiguieron por el Fiserv Forum, exigiendo respuestas a preguntas sobre el intento de asesinato del sábado.
“¡Fue un intento de asesinato! Le deben respuestas al pueblo. Le deben respuestas al presidente Trump”, le gritó la senadora por Tennessee Marsha Blackburn a Cheatle, que siguió caminando con la cabeza gacha e ignorando las críticas de los senadores.
“¡Es obstruccionismo!”, dijo el senador John Barrasso, el republicano número 3 del Senado.
Blackburn publicó más tarde un video del encuentro en X, y escribió: “El pueblo estadounidense merece respuestas del Servicio Secreto”.
En otro video publicado por Blackburn, la acompañan los senadores James Lankford y Kevin Cramer, quienes, al igual que Barrasso, confrontaban a Cheatle.
En el video completo, Barrasso exigió a Cheatle “su dimisión o una explicación completa para nosotros, ahora mismo”.
Cuando Blackburn le preguntó por qué Trump podía seguir subiendo al escenario cuando ya habían sido informados de una amenaza, Cheatle respondió: “No creo que este sea el foro para tener esta discusión”.
Cheatle indicó que abordaría sus preguntas en otro momento y se dispuso a marcharse. En ese momento, los senadores dijeron: “Vamos contigo”, y empezaron a seguirla.
Mientras caminaban, Barrasso la acusó de no tener “vergüenza ni preocupación”.
“¡Se supone que debes proteger al presidente de Estados Unidos!”, dijo.
“¡Respondes ante nosotros!”, añadió Cramer.
La audición de Burgum para ser secretario de Energía
El discurso del gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, fue notable no solo por su torpeza –tuvo problemas al hacer una broma que hacía referencia a su tendón de Aquiles roto poco antes de su primer debate de las primarias presidenciales en el mismo escenario donde ahora se celebra la convención– sino también por su énfasis en la política energética.
Y lo hizo a propósito. Cuando Burgum presentó su candidatura a la presidencia en este ciclo electoral, surgieron rumores de que en realidad se estaba posicionando para ser secretario de Energía de una futura administración republicana. La seguridad energética y la política energética están en la zona de confort del gobernador y eso quedó patente este miércoles por la noche.
En su discurso, Burgum argumentó que la “guerra contra la energía” de la administración Biden “perjudica a todos los estadounidenses” y que una nueva administración Trump desencadenaría un “dominio energético estadounidense” que sería un “camino hacia la prosperidad y la paz a través de la fuerza”. En otro momento, Burgum dijo que la innovación “siempre ha sido la fuente de la grandeza estadounidense y el presidente Trump defiende la innovación por encima de la regulación”.
El discurso alimentará aún más las especulaciones de que Burgum se dirige a algún futuro puesto en Washington, en caso de que Trump vuelva a la Casa Blanca. Burgum fue uno de los finalistas para ser el compañero de fórmula de Trump a la vicepresidencia y se encontró hace unos días esperando en un hotel cercano al lugar de la Convención Nacional Republicana a que le dijeran la última palabra. Cuando Trump finalmente llamó a Burgum, el expresidente le dijo que no sería su compañero de fórmula. Pero, en una posible alusión al futuro, Trump empezó la llamada diciendo: “Hola, señor secretario”.
–Alayna Treene y Morgan Rimmer, de CNN, contribuyeron a este reportaje.