CNNE 1435281 - zelensky despide a jefes de reclutamiento militar por presunta corrupcion
Ucrania reprime la presunta corrupción en los centros regionales de reclutamiento militar
02:37 - Fuente: CNN

(CNN) – Antes de que Rusia lanzara su invasión a gran escala de Ucrania, muchos, incluido Kyiv, se mostraban escépticos ante la posibilidad de que una gran guerra volviera a Europa. Más de dos años después, se está produciendo otro cambio, antaño impensable, en relación con el servicio militar obligatorio.

Varios países europeos han reintroducido o ampliado el servicio militar obligatorio ante la creciente amenaza de Moscú, como parte de una serie de políticas destinadas a reforzar las defensas que probablemente se ampliarán aún más.

“Nos estamos dando cuenta de que quizá tengamos que modificar nuestra forma de movilizarnos para la guerra y de producir material militar, así como de reclutar y entrenar al personal”, declaró Robert Hamilton, jefe de investigación sobre Eurasia del Instituto de Investigación sobre Política Exterior, que fue oficial del ejército estadounidense durante 30 años.

“Es trágicamente cierto que aquí estamos, en 2024, y estamos lidiando con las cuestiones de cómo movilizar a millones de personas para ser lanzados a una picadora de carne de una guerra probable, pero aquí es donde Rusia nos ha puesto”, dijo.

Los riesgos de una guerra mayor en Europa han ido en aumento después de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, “finalmente recurriera a un conflicto abierto” en Ucrania, persiguiendo su objetivo de “recrear el imperio soviético”, dijo el General Wesley Clark (retirado), que sirvió como Comandante Supremo Aliado de la OTAN en Europa.

“Así que ahora tenemos una guerra en Europa que nunca pensamos que volveríamos a ver”, dijo Clark, que dirigió las fuerzas de la OTAN durante la guerra de Kosovo. No está claro si se trata de una nueva guerra fría o de una incipiente guerra caliente”, continuó, pero “es una advertencia muy inminente”.

Esos esfuerzos incluyen el reclutamiento, dice.

El regreso del servicio militar obligatorio subraya la nueva realidad

Varios países europeos suspendieron el servicio militar obligatorio tras el final de la Guerra Fría, pero varias naciones –sobre todo escandinavas y bálticas– lo reintrodujeron en los últimos años, en gran parte debido a la amenaza rusa. No alistarse puede acarrear multas o incluso penas de cárcel en algunos países.

Letonia es el último país en implementar el servicio militar obligatorio. El servicio militar obligatorio se reintrodujo el 1 de enero de este año, tras su abolición en 2006. Los ciudadanos varones se presentarán a filas en los 12 meses siguientes a cumplir los 18 años, o a la graduación en el caso de los que aún estén en el sistema educativo.

“Al principio hubo mucho rechazo”, dice Arturs Pīlācis, un estudiante de 20 años. Aún no se ha presentado a la llamada a filas, pero hizo voluntariamente un curso militar de un mes.

Sin embargo, en última instancia, “la necesidad de un servicio de defensa estatal estaba clara”, dijo. “No había realmente una opción en la que pudiéramos quedarnos de brazos cruzados y pensar que las cosas seguirían como antes debido a la agresión no provocada en Ucrania”.

Militares del Ejército de Letonia con un obús M109A5 asisten a un desfile militar para celebrar el aniversario de la declaración de independencia en Riga, Letonia, el 18 de noviembre de 2022.

En abril, Noruega presentó un ambicioso plan a largo plazo que casi duplicará el presupuesto de defensa del país y añadirá más de 20.000 soldados conscriptos, empleados y reservistas a las fuerzas armadas.

“Necesitamos una defensa adecuada al nuevo entorno de seguridad”, declaró el primer ministro Jonas Gahr Støre.

El reclutamiento en Noruega es obligatorio y en 2015 se convirtió en el primer miembro de la alianza defensiva de la OTAN en reclutar a hombres y mujeres en igualdad de condiciones.

El estudiante de Economía Jens Bartnes, de 26 años, completó su formación militar a los 19. “Estoy contento de haberlo hecho, aprendí mucho en ese año que no aprendería de otra manera: sobre mí mismo, sobre mis límites y capacidades físicas y mentales, supongo, pero también sobre el trabajo en equipo. Es una forma de vida totalmente distinta”, afirmó.

“Estoy dispuesto a luchar por mi país si es necesario, porque creo en los valores sobre los que se asienta la sociedad noruega y creo que vale la pena luchar por esos valores de inclusión e igualdad y democracia”, añadió Bartnes.

Max Henrik Arvidson, de 25 años, fue reclutado por el Ejército de Noruega durante un año, entre 2019 y 2020. Al igual que Bartnes, considera que el servicio militar es un deber esencial.

“Sé que la única forma en que podemos resistir más agresiones rusas es seguir suministrando armas y ayuda a Ucrania, mientras nos mantenemos fuertes junto con la OTAN en su conjunto y la Unión Europea”.

Un “gran cambio de mentalidad”

Los debates sobre el servicio militar obligatorio también han tenido lugar en otros países europeos que actualmente no lo exigen. En el Reino Unido, los conservadores plantearon la idea del servicio militar en su malograda campaña electoral.

Pero quizá la transformación más sorprendente se está produciendo en Alemania, que desde el final de la Segunda Guerra Mundial ha mostrado aversión a la militarización. En otra primicia desde la Guerra Fría, Alemania actualizó este año su plan en caso de que estallara un conflicto en Europa, y el ministro de Defensa, Boris Pistorius, presentó en junio una propuesta para un nuevo servicio militar voluntario. “Debemos estar preparados para la guerra en 2029”, declaró.

Boris Pistorius, ministro federal de Defensa, visita la base aérea de B'chel y habla con los soldados el 18 de julio de 2024.

“Estamos viendo cómo el debate se recrudece ahora. Y ese es el primer paso”, afirmó Sean Monaghan, investigador visitante del Programa Europa, Rusia y Eurasia del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. “Esto no ocurre de la noche a la mañana, es un gran cambio de mentalidad”.

No todo el mundo está dispuesto a responder al llamado. En Lituania, por ejemplo, las opiniones sobre el servicio militar entre los estudiantes varían, dijo Paulius Vaitiekus, presidente de la Unión Nacional de Estudiantes de Lituania.

Desde que el país reintrodujo el servicio militar obligatorio en 2015 debido a un “cambio en la situación geopolítica”, entre 3.500 y 4.000 lituanos de entre 18 y 26 años se alistan cada año por un periodo de nueve meses.

Vaitiekus explicó que los estudiantes pusieron en marcha iniciativas para enviar suministros a los frentes ucranianos. Ha habido “un cambio en la mentalidad de los jóvenes hacia una mayor actividad, aunque no necesariamente a través del alistamiento”, añadió.

Dado que el servicio militar obligatorio sigue siendo un tema impopular en algunos países, la OTAN tiene dificultades para cumplir su nuevo objetivo de tener 300.000 efectivos listos para ser activados en el plazo de un mes y otro medio millón disponible en seis meses, explicó Monaghan.

“Mientras que la OTAN declaró que ya alcanzó ese objetivo, la UE dijo que sus miembros tendrían dificultades. La OTAN depende de las fuerzas estadounidenses para cumplir su objetivo. Los aliados europeos tienen que encontrar nuevas formas de generar personal. Algo tiene que ceder aquí”, dijo. Otro problema es que ese objetivo sólo permitiría a la OTAN luchar en un conflicto relativamente corto, de hasta seis meses, añadió Monaghan.

Modelos de grandes fuerzas estratégicas de reserva

Una posible solución es un ejército más ágil y moderno.

Uno de los miembros más recientes de la OTAN, Finlandia, tiene capacidad para activar a más de 900.000 reservistas, con 280.000 militares listos para responder inmediatamente en caso de necesidad. Sin embargo, en tiempos de paz las Fuerzas de Defensa finlandesas solamente emplean a unas 13.000 personas, incluyendo el personal civil.

“Finlandia es un buen ejemplo”, ya que su fuerza de reserva puede integrarse en una fuerza activa muy pequeña, afirmó Hamilton, del Foreign Policy Research Institute. Históricamente, explicó, Finlandia estaba “encajonad” entre la OTAN y la Unión Soviética, sin alinearse con ninguna de las dos, por lo que necesitaba poder defenderse sola.

Noruega y Suecia, el miembro más reciente de la OTAN, tienen modelos similares, y ambos mantienen un número significativo de reservistas, aunque no tantos como Finlandia.

Suecia, donde el reclutamiento es ahora también neutral en cuanto al género, llamó a filas a unos 7.000 individuos en 2024. La cifra aumentará a 8.000 en 2025, según las Fuerzas Armadas suecas.

Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, “lo que vemos es que tanto el conocimiento como la actitud han cambiado”, dijo.

“Suecia tiene servicio militar obligatorio desde 1901, así que en cierto modo forma parte de nuestra cultura”, explica Marinette Nyh Radebo, responsable de comunicación de la agencia que ayuda a examinar a los reclutas y depende del Ministerio de Defensa.

“Cuando se activó de nuevo el servicio militar obligatorio, al principio, decíamos que el servicio militar obligatorio es bueno para tu currículum, para solicitar un nuevo trabajo, por ejemplo”, dijo Radebo. “Pero hoy nuestra comunicación es más como, esto es un deber que tienes que hacer por Suecia”.

Soldados en el patio de armas de la base del Regimiento Gotland del Ejército sueco, cerca de Visby, Suecia, el 25 de marzo de 2022.

¿Está preparada la OTAN para la guerra?

La alianza de la OTAN ha estado revisando su estrategia y reforzando sus capacidades durante la última década en respuesta a la creciente amenaza de Moscú.

El asalto a gran escala de Rusia a Ucrania en 2022, que siguió a su apoyo a los separatistas prorrusos en el este de Ucrania y la anexión ilegal de Crimea en 2014, inevitablemente llevó a los aliados a reevaluar si estaban listos para la guerra y reforzar sus defensas.

“Desde 2014, la OTAN ha experimentado la transformación más significativa en nuestra defensa colectiva en una generación”, dijo el portavoz de la OTAN Farah Dakhlallah a CNN. “Hemos puesto en marcha los planes de defensa más completos desde la Guerra Fría, con actualmente más de 500.000 soldados en alta disponibilidad”.

Sin embargo,hay llamados para que los aliados aumenten sus capacidades más y más rápido.

Aunque los aliados de la OTAN “están definitivamente preparados para luchar esta noche”, aún queda la duda de si están listos para una guerra prolongada como la de Ucrania, dijo Monaghan, al señalar que aún queda trabajo por hacer en varias áreas. Entre ellas, la capacidad industrial, el gasto en defensa y la resistencia de la sociedad, donde entraría en juego la cuestión del servicio militar obligatorio.

La forma en que se recluta y entrena al personal militar es una decisión que compete a cada país, afirmó Dakhlallah, y añadió: “Alrededor de un tercio de los miembros de la OTAN tienen alguna forma de servicio militar obligatorio”.

“Algunos aliados están sopesando el servicio militar obligatorio. Sin embargo, como alianza no prescribimos el servicio militar obligatorio”, afirmó Dakhlallah. “Lo importante es que los aliados sigan teniendo fuerzas armadas capaces de proteger nuestro territorio y nuestras poblaciones”.

Además de los combates en Ucrania, Rusia también ha lanzado una guerra híbrida en toda Europa, dicen los expertos, que incluye ataques a la infraestructura, ciberataques, desinformación, sabotaje, interferencia electoral y la militarización de la migración.

“Eso no ha hecho más que volverse más agresivo”, dijo Monaghan. “Todo esto quiere decir que los aliados de la OTAN se enfrentan a una situación geopolítica muy diferente a la de las dos últimas décadas”.

La situación podría complicarse aún más con las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre. Las cosas se verán muy diferentes si el expresidente Donald Trump –quien ha dicho que alentaría a Rusia a hacer “lo que demonios quieran” con cualquier país de la OTAN que no cumpla con las pautas de gasto en defensa del bloque– regresa a la Casa Blanca.

“Creo que hay un muy buen entendimiento entre los líderes militares de la OTAN de que deben cooperar, y hay un deseo de hacerlo”, dijo Clark.

Este año los veteranos de la Segunda Guerra Mundial se reunieron para conmemorar el Día D, algunos posiblemente por última vez. Es posible que ahora sus descendientes tengan que asumir el tipo de responsabilidad que se esperaba que no volviera a ser necesaria.

“Creo que los jóvenes de Europa y Estados Unidos se darán cuenta de que esta generación, como la que luchó en la Segunda Guerra Mundial, no pidió ser la ‘Generación más grande’, pero las circunstancias les impusieron esa carga”, dijo Clark.

“En las democracias, no nos gusta prepararnos para la guerra, no queremos pensar en estas cosas”, afirmó. Sin embargo, “creo que la gente responderá a las circunstancias que vea”.