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Cambio climático

Sequías, tormentas e inundaciones aumentan la migración climática en América Latina

Por Karen Esquivel

(CNN Español) – El paso del huracán Beryl por el Caribe en julio y su impacto en países insulares fue una muestra de cómo se intensificaron los fenómenos meteorológicos debido a la crisis climática. Las tormentas modernas como Beryl son capaces de descargar un 30% más de lluvia y ser un 10% más fuertes que las tormentas similares de 1979 a 2001 debido al cambio climático causado por el hombre, indicó un estudio de ClimaMeter.

Este es solo un ejemplo de eventos climáticos cada vez más extremos que azotan a todo el mundo. En América Latina, la degradación ambiental –pérdida de masa glaciar, olas de calor, incendios forestales, sequías y tormentas– causada por el cambio climático incrementa el deterioro de los medios de trabajo de las personas, llevándolas a huir de sus hogares hacia lugares menos afectados.

“Este tipo de acontecimientos están causando la mayor parte de desplazamientos asociados a cuestiones ambientales y climáticas”, explicó a CNN el doctor Daniel Rodríguez Velázquez, profesor de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Se trata de un fenómeno conocido como migración climática, definido por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) como “el movimiento de personas que, predominantemente por razones de cambio súbito o progresivo del medio ambiente debido al cambio climático, se ven obligadas a abandonar su lugar de residencia habitual, o deciden hacerlo, ya sea temporal o permanentemente, dentro de un Estado o a través de una frontera internacional”.

Su impacto es tan amplio que, si no se adoptan medidas, para 2050 habría cerca de 17 millones de migrantes por motivos climáticos en América Latina, según las proyecciones del Banco Mundial.

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Por su ubicación geográfica y topografía, Sudamérica tiene una alta exposición a los efectos negativos del cambio climático y los desastres naturales, según un informe sobre movilidad humana en contexto de cambio climático en América Latina de la OIM. A esto se suma que los países de la región se caracterizan por una economía primaria basada en la extracción de recursos naturales, señala el Congreso Internacional Contribución América Latina a la Sociedad (CICALS).

Vista aérea que muestra a un niño caminando en el lecho seco del lago Alhajuela durante la sequía del verano, en la provincia de Colón, a 50 km al norte de la ciudad de Panamá, el 21 de abril de 2023. (Foto de LUIS ACOSTA/AFP vía Getty Images)

Rodríguez Velázquez explica que el incremento en la temperatura de los océanos genera huracanes de mayor potencialidad y cuando esto se cruza con otros factores sociales, económicos, la industrialización, el uso de combustibles fósiles o la destrucción de bosques y selvas, da como resultado un mayor impacto en el desplazamiento de personas.

Los datos

En 2022, las Américas registraron cerca de 2,6 millones de desplazamientos internos, de los cuales 2,1 millones fueron provocados por desastres naturales, lo que representó un aumento frente a los 1,7 millones reportados el año previo, según cifras del Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés)

El Informe Mundial sobre Desplazamiento Interno 2023 señala que casi 1,2 millones del total de desplazamientos fueron causados por tormentas y casi la mitad de esa cifra fue por inundaciones. La mayoría de los desplazamientos por tormentas ocurrieron durante la temporada de huracanes en el Atlántico, mientras que las inundaciones fueron durante todo el año y afectaron principalmente a Brasil y Colombia.

Brasil

Es tal vez el país más impactado por los efectos del cambio climático. Entre 2016 y 2023, se registraron 2,7 millones de nuevos desplazamientos por motivos ambientales causados principalmente por inundaciones y tormentas, según datos recopilados por el IDMC.

En 2022 se registraron 708.000 desplazamientos internos impulsados principalmente por tormentas, inundaciones, sequía y deslizamientos de tierra y para 2023 la cifra se elevó a 745.000 desplazamientos.

Apenas este año, Río Grande do Sul registró fuertes lluvias e inundaciones que obligaron a unas 581.000 personas a dejar sus hogares y causaron al menos 169 muertos.

Según la OIM, Brasil tiene un índice de “riesgo alto” ante desastres por su alta exposición y susceptibilidad a eventos extremos agudizados por el cambio climático y sus desafíos para la adaptación.

Colombia

Se encuentra entre los 10 con mayor número de desplazados internos a nivel mundial a causa de desastres, y es el segundo de América Latina con más movilidad de personas, según el monitoreo del IDMC.

Entre 2016 y 2023, Colombia registró 886.000 nuevos desplazamientos por desastres, de los cuales 351.000 se registraron en 2023, según el IDMC. Fueron causados principalmente por lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra que afectaron mayormente la zona norte del país.

“El mayor número de desplazamientos se dio en los departamentos nororientales de Sucre y Bolívar. Más de la mitad de los registrados en Sucre se produjeron en mayo, cuando la temporada de lluvias suele alcanzar su punto álgido”, según el Informe Global sobre Desplazamiento Interno 2023.

Perú

Entre 2016 y 2023, el IDMC contabilizó 555.000 desplazamientos internos en el país, de los cuales 188.000 se registraron en el último año, impulsados por inundaciones, tormentas y deslizamientos de tierra.

El informe “Cambio climático y migración en Perú” de la OIM, señala que “el enorme retroceso de los glaciares peruanos, causado por el calentamiento global, ya influye en la decisión de migrar de las personas”.

El país también sufrió un aumento drástico de sequías prolongadas y escasez de agua, con impactos negativos en la agricultura y el crecimiento económico, lo que ha generado migración y conflictos sociales.

Se estima que para 2030, el país registrará un aumento de la temperatura máxima de entre 0,5 y 2,5, un incremento del 30% con respecto a las precipitaciones en la costa y una disminución del 45% en los Andes, advierte un análisis de la OIM.

Otros casos: Cuba, Chile, Bolivia y Ecuador 

Cuba registró 3,8 millones de desplazamientos de 2016 a 2023 con tormentas, inundaciones e incendios como las principales causas, según el IDMC. En 2023 se reportaron 42.000 movimientos de personas, mientras que el año anterior fueron 90.000 desplazados internos debido a fuertes tormentas, inundaciones e incendios.

En los Andes, factores como el retroceso de los glaciares y la escasez de agua se han convertido en impulsores de la migración, según el informe sobre movilidad humana en el contexto del cambio climático.

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Felipe Faleiro utiliza un bote para transportar suministros en una calle inundada de Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil, el 26 de mayo de 2024. Crédito: ANSELMO CUNHA/AFP/Getty Images

En el caso de Chile se han identificado migraciones internas asociadas al cambio climático en Monte Patria, en el municipio de Coquimbo, por condiciones semiáridas que se han intensificado a causa de cambios en los regímenes de lluvia y temperaturas extremas.

Bolivia no está exenta de esta problemática. La sequía del Lago Poopó ha llevado a las personas a salir de sus hogares debido a la precariedad económica y la escasez de alimentos.

En Ecuador, comunidades asentadas en las laderas del volcán Chimborazo comienzan a trasladarse a causa del deshielo y otros impactos en los cultivos, animales y casas.

Acciones necesarias

Rodríguez Velázquez, quien también es colaborador del Programa de Investigación en Cambio Climático (Pincc), de la UNAM, señala que hay un estancamiento de la gobernanza climática internacional.

“En las discusiones internacionales los países no se han fijado un acuerdo a seguir, actúan conforme a ocurrencias y esperando que se respete la reducción de emisiones y esperar a que se diseñen políticas públicas para reducir la desigualdad y mejorar las condiciones de seguridad en el campo, pero no hay un plan especifico ni acciones contundentes”, afirmó.

En esto coincide la OIM, que señala la importancia de actuar urgentemente e involucrar a toda la sociedad y pasar de las negociaciones a la implementación.

“Es necesario aumentar la ambición y actuar en todos los niveles para hacer frente al cambio climático. Están sucediendo muchos cambios en todo el mundo, y las inversiones en energías renovables se han disparado. Aún así, queda mucho por hacer. Para limitar el aumento global de la temperatura muy por debajo de los 2°C, o incluso de 1,5°C, el mundo debe transformar sus sistemas energéticos, industriales, de transporte, alimentarios, agrícolas y forestales”, señala la OIM en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.