Washington (CNN) –– Los votantes estadounidenses están divididos de muchas maneras (por género, raza, región) y cualquiera de ellas puede utilizarse para explicar el estado actual de la política.
Más mujeres apoyan a los demócratas, una brecha de género que probablemente se ampliará como consecuencia de la caída del fallo Roe vs. Wade, que convirtió a Estados Unidos en un país con estados con derecho al aborto y estados con prohibición del aborto.
La medida en la que el expresidente Donald Trump pueda desviar el apoyo a la vicepresidenta Kamala Harris entre los votantes de color, los latinos y los hombres negros, podría tener consecuencias en los estados donde se esperan márgenes estrechos.
Los votantes rurales generalmente se posicionan del lado de los republicanos mientras que los votantes urbanos, del lado de los demócratas. Quien pueda obtener una ventaja en los suburbios ganará en noviembre.
Pero hay algo aún más importante que divide a los votantes, según el veterano estratega demócrata Doug Sosnik, quien fue director político del expresidente Bill Clinton y es conocido por sus incisivos memorandos de análisis profundo.
Crece la brecha educativa
“El mayor y mejor predictor de cómo votará alguien en la política estadounidense hoy en día es el nivel educativo. Esa es ahora la nueva línea divisoria en la política estadounidense”, le dijo Sosnik a David Chalian en el podcast “CNN Political Briefing”.
Sosnik sostuvo que el ascenso de Trump durante los últimos tres ciclos electorales “aceleró y completó este realineamiento político basado en la educación que se venía formando desde principios de los años 70, al comienzo del declive de la clase media”.
A medida que Estados Unidos pasa a una economía del siglo XXI, existe una brecha entre las personas que logran una educación, “que se han convertido en la base del Partido Demócrata”, y las personas que se sienten excluidas ya que “ese grupo de votantes es ahora la base del Partido Republicano moderno”.
Aumenta la desigualdad
Como Sosnik ya escribió anteriormente, hay datos que respaldan esto. En un informe de agosto sobre la creciente desigualdad de ingresos en EE.UU., el Banco de la Reserva Federal de St. Louis documentó que por cada dólar de riqueza en un hogar encabezado por un graduado universitario, un hogar encabezado por un graduado de la escuela secundaria tiene 22 centavos. La cifra aumenta a 30 centavos para los hogares encabezados por alguien con algún título, pero no de grado.
Dicho de otro modo, los graduados universitarios poseen alrededor de tres cuartas partes de la riqueza de Estados Unidos, pero representan solo alrededor del 40% de la población.
Existe una correlación directa con la política. En 2020, según las encuestas de boca de urna de CNN, los votantes con un título universitario representaban el 41% del electorado y apoyaron al presidente Joe Biden con un 55% frente al 43% de Trump. Trump obtuvo el apoyo de aproximadamente dos tercios de los votantes blancos sin título universitario, pero perdió entre los votantes blancos con educación universitaria.
Ordenar los estados por nivel educativo
Sosnik fue un paso más allá y le argumentó a Chalian que los siete o más estados en disputa que podrían ser ganados por Trump o Harris también tienden a estar justo en el medio en cuanto a niveles de educación, “sin sesgar demasiado a los votantes con educación universitaria ni a los que no la tienen. Esa es la única razón por la que son diferentes al resto del país”, dijo.
La Fundación Lumina tiene un informe que utiliza datos del censo para clasificar a los estados según el nivel educativo, incluidas las certificaciones después del secundario y los títulos asociados. Es cierto que la mayoría de los estados en disputa (Pensilvania, Michigan y Wisconsin en el Cinturón del Óxido y Georgia, Carolina del Norte y Arizona en el Cinturón del Sol) se sitúan cerca del promedio. También hay una excepción importante. Nevada, que es un estado en disputa, tiene uno de los niveles más bajos de nivel educativo de Estados Unidos. Si bien la mayoría de los estados con el nivel educativo más alto son estados azules en el noreste, Utah, un estado rojo, también está cerca de la cima de la lista.
Los verdaderos votantes indecisos
En la medida en que los votantes indecisos tradicionales sean persuadibles en esta elección, Sosnik argumentó que podrían ser tanto personas como los independientes políticos como los republicanos de Nikki Haley.
Pero hay un segundo grupo de votantes indecisos que, según Sosnik, es aún más importante. Esos votantes no están eligiendo entre un candidato u otro, sino que están decidiendo si votar o no.
Para Trump, se trata de votantes blancos sin estudios universitarios en general, en particular hombres, que “si votan, sabes que lo harán por Trump”, dijo. Para Harris, podrían ser mujeres que normalmente no participan en el proceso, pero que lo harán este año, la primera elección presidencial desde que la Corte Suprema permitió a algunos estados prohibir la mayoría o todos los abortos.
Los votantes jóvenes, que son menos confiables a la hora de emitir su voto, también caen en este segundo tipo de votantes indecisos, dijo Sosnik.
Todo el éxito de Trump en la política se ha basado en apelar no a los independientes, sino a aquellos que “no son votantes tradicionales”, dijo.
El realineamiento educativo también podría cambiar la forma en que vemos las elecciones presidenciales en comparación con las elecciones intermedias de años anteriores, dijo.
“Hasta (la llegada de) Trump, a los demócratas siempre les iba mejor en los años presidenciales porque los votantes poco frecuentes eran demócratas”, argumentó Sosnik. “A los republicanos siempre les iba mejor en los años de baja votación porque los votantes con mayor propensión eran republicanos. Ahora eso ha cambiado por completo”.
Esto también incluye el estado actual de la carrera según Sosnik, donde la vicepresidenta parece haber llegado a una meseta, pero aún podrían inclinarse por Harris si ella puede “dar un paso adelante y cerrar el trato” con los votantes indecisos.