La región del Catatumbo, en el noreste de Colombia, es uno de los puntos más críticos de la violencia del país. Más de 80 personas han muerto en los últimos días en medio del fracaso del proceso de paz del Ejército de Liberación Nacional (ELN) con el Gobierno, que fue suspendido por Gustavo Petro la semana pasada y la razón por la que el presidente declaró estado de conmoción interior y de emergencia económica. Los enfrentamientos de esa guerrilla con otros grupos armados son ahora la noticia en una zona marcada por la violencia como resultado de las actividades ilegales y la confluencia de actores que buscan controlarlas.
La Defensoría del Pueblo dijo que ha habido muertes en las localidades de Convención, Ábrego, Teorama, El Tarra, Hacarí y Tibú, y que entre las víctimas hay firmantes de paz y líderes campesinos. La situación ha forzado el desplazamiento de al menos 11.000 personas en menos de una semana, dijo la defensora del pueblo, Iris Marín.
El ELN se enfrenta en el Catatumbo, que abarca zonas principalmente en el departamento de Norte de Santander, con disidentes de la desmovilizada FARC, la guerrilla disuelta tras el el acuerdo de paz en 2016. Disidencias y ELN luchan por el control de los cultivos de coca en una zona estratégica para las rutas del narcotráfico.
Proceso de paz, suspendido
El presidente Petro suspendió el proceso de paz con el ELN la semana pasada y se reunió con funcionarios de seguridad para discutir lo sucedido. En respuesta, en una publicación en X, la delegación del ELN en los diálogos con el Gobierno acusó el sábado 18 de enero que las autoridades incumplen con lo pactado y realizan “operaciones de inteligencia militar” en su contra.
Petro aseguró que el ELN se está volviendo una organización “narcoarmada”. “El ELN ha escogido el camino de la guerra y guerra tendrá. Nosotros, el Gobierno, estamos al lado del pueblo”, dijo Petro en su cuenta de X.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, viajó el domingo a la ciudad de Cúcuta, capital de Norte de Santander, donde sostuvo varias reuniones de seguridad e instó a los grupos armados a desmovilizarse. El Gobierno exigió al ELN cesar todos los ataques y permitir a las autoridades ingresar a la región y brindar ayuda humanitaria.
Es la segunda vez que el Gobierno suspende las conversaciones en menos de un año.
El ELN afirmó este domingo que las cinco personas asesinadas en los últimos días eran en realidad miembros activos de las disidencias de las FARC.
Antes, el ELN dijo que había advertido a los excombatientes de las FARC que, de continuar atacando a la población, no habría otra salida que la confrontación armada”.
Los civiles señalados de colaborar con combatientes han sufrido ataques “por el simple hecho de ser familiares o personas cercanas”, detalló la defensora del pueblo.
El primer comandante del ELN aseguró este lunes en X que la agrupación “no tiene dentro de sus prácticas y políticas actuar contra personas civiles” y dijo que darán a conocer detalles de sus operaciones en este momento.
El ELN ha intentado negociar un acuerdo de paz con el Gobierno de Petro en cinco ocasiones, aunque los diálogos han fracasado debido a episodios de violencia. Entre las demandas del grupo rebelde se encuentra el reconocimiento como organización política insurgente.
El Catatumbo, zona crítica
La violencia en esa región no es un fenómeno reciente. A lo largo de los años, se han registrado múltiples actos de violencia cometidos por paramilitares, el ELN y las FARC. En los últimos años ha sido el foco de un conflicto por el control territorial y del narcotráfico que se agudiza.
En 2022, una caravana de avanzada presidencial de Petro sufrió un atentado en la vía que de Bucaramanga conduce a El Tarra, uno de los municipios del Catatumbo, poco antes de un evento al que asistiría el presidente. Ese fue uno de los hechos que han puesto la atención durante el mandato de Petro a esta región, donde los cultivos ilícitos y la minería ilegal son el marco de una violencia en aumento.
La región del Catatumbo está compuesta por diez municipios donde el conflicto armado ha sido una constante por más de medio siglo, según un reporte de la Fundación Paz y Reconciliación (PARES).
En el Catatumbo convergen diversas economías ilegales, como “impuestos a la gasolina, a la cerveza, a los insumos químicos, al contrabando o a la producción de pasta base de coca”, según PARES, y estas fuentes de ingreso han perpetuado el conflicto armado.
Sin embargo, entre todas estas economías ilícitas destaca la producción, el procesamiento y la comercialización de la hoja de coca. Norte de Santander se ha convertido en el departamento más afectado por los cultivos de coca en Colombia, de acuerdo con un informe de 2024 con cifras de 2023 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
En el Catatumbo operan varios grupos armados de gran envergadura, como el ELN, el EPL y disidencias de las FARC que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016, entre ellas el frente 33, el Bloque Suroriental y el Comando Danilo García, que forma parte de la Segunda Marquetalia. También están presentes el Ejército de Liberación Popular, conocido como Los Pelusos; Los Rastrojos; y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), según reporta Indepaz.
Estos grupos armados se enfrentan por el control territorial y buscan dominar la comercialización de la cocaína. Asimismo, extorsionan a comerciantes locales, señala Indepaz, y “se añade a un control poblacional en el que sin el permiso de los armados no pueden realizar actividades como movilizarse por ciertas zonas y hasta colocar un negocio para su sustento”, afirma PARES.
Petro dijo afirmó que la “masacre” perpetrada por el ELN este enero “calca perfectamente el accionar de los grupos paramilitares, cuando, dirigidos por (el exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia, Salvatore) Mancuso, llegaron a la zona: masacre de campesinos civiles, en estado de indefensión. Crímenes de guerra por doquier”.
El Centro Nacional de Memoria Histórica señala que, en 1999, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), lideradas por Salvatore Mancuso, llegaron al sector de El Tarra con el objetivo de arrebatarle el control al ELN, dominar “los cultivos de coca en la región y obtener el control de esta zona fronteriza de carácter estratégico para las FARC”.
Con información de Fernando Ramos, Ivonne Valdés y Mauricio Torres de CNN, Melisa Velásquez, AP y EFE.