Los Crocs son mis nuevos zapatos favoritos para viajar y esta es la razón
¿Llevarías Crocs en un avión?
Mi esposa, una maquilladora que pasa horas de pie, decidió probar un par de Crocs para aliviar el dolor persistente al final del día.
"Deberías probarlos", me dijo después de seleccionar un par en blanco y negro. Me negué pero tenía curiosidad. ¿Podrían estos zapatos ser tan cómodos que la gente voluntariamente usaría algo tan, bueno, feo? Cuando ella no estaba mirando, me puse un par. Caminé unos pasos, sentí la cuna texturizada de la plantilla y una despresurización de mi empeine, así que rápidamente dejé de pensar en la parte estética.
Fundados en 2002 en Boulder, Colorado, por tres amigos, los Crocs están moldeados a partir de Croslite, una resina patentada que es liviana, no tóxica, impermeable, antimicrobiana y fácil de limpiar. La gruesa suela antideslizante y el interior similar a Braille proporcionan comodidad y soporte, mientras que la parte superior en forma de panal permite el flujo de aire, reduciendo el sudor y el olor de los pies.
Sería sensato usarlos en la casa, razoné. Buen calzado de transición entre las estaciones, como sandalias. Nadie los vería, ni me vería en ellos. Así que compré un par en verde por USD$ 49.99.
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De 2019 a 2020, las ventas de comercio electrónico de Crocs en las Américas crecieron casi un 81%, con un aumento del 42% al por mayor, según un informe de julio en Fortune que agregó: "Los zapatos Crocs son desgarbados pero cómodos y alcanzaron nuevas alturas de popularidad durante la pandemia no solo como el zapato ideal para trabajar desde casa, sino como una declaración de moda vista en los pies de Justin Bieber y en la alfombra roja de los Oscar usada por Questlove".
Como estaba previsto, los usé por toda la casa. Luego comencé a usarlos para hacer mandados. Luego comencé a usarlos para cenar. Luego, a medida que se acercaba un viaje de trabajo a Orlando en octubre, comencé a preguntarme: "¿Podría usarlos en el avión?"
Una vez más, mi esposa abrió el camino. "Estoy llevando los míos", dijo mientras empacábamos, y yo seguí su ejemplo. En ese momento, era un converso de Crocs completo, usándolos más que mis nuevos Nike, evangelizando sobre lo bien que se sentían mis pies, pero todavía no estaba seguro de usarlos en el avión. Si bien mis Crocs ofrecían un apoyo sublime y comodidad para pasear a los perros o alrededor de algunas tiendas, no tenía forma de saber si se sostendrían durante los rigores ambulatorios de los viajes.
Horas de viaje y aproximadamente 10.000 pasos más tarde, me registré en mi hotel en Universal Studios y mis pies se sintieron bien. Nada de la tensión o palpitaciones que suelo experimentar, incluso en mis tenis más cómodos, después de caminar por dos aeropuertos.
"Creo que los voy a usar en el parque mañana", dijo mi esposa. "¿Llevas los tuyos?"
No, no pude. Un día de viaje era una cosa. Varias millas de caminata alrededor de un parque temático, haciendo cola durante quién sabe cuánto tiempo, es otra.
Pude y lo hice durante los siguientes cuatro días, a través de los dos parques temáticos de Universal, además de Disney World's Magic Kingdom, EPCOT y Disney's Hollywood Studios. Y no estaba solo. Me di cuenta que los parques temáticos son un hábitat fértil de Crocs.
Lo que más aprecié fue lo frescas y secas que las tapas perforadas mantuvieron mis pies en el calor de Florida. Esos agujeros dejaron entrar agua cuando la espesa humedad dio paso a la lluvia, pero simplemente me quité los calcetines, y cuando la precipitación se detuvo, mis pies y zapatos se secaron en cuestión de minutos. Nadie atrapado en un aguacero de Orlando tenis deportivos puede decir eso.
La versatilidad del conjunto de Crocs también fue útil por las mañanas en el hotel, cuando salí de la habitación para tomar un café en el vestíbulo. No sé ustedes, pero no viajo con tenis, y odio tener que ponerme calcetines a las 7:00 horas.
En última instancia, la comodidad sigue siendo el mayor punto de compra de Crocs. Durante mis cuatro días pasados en Florida, acumulé 87.777 escalones caminados con ellos. Mis pies permanecieron libres de dolor, y debido a una base tan sólida y de apoyo, mis piernas y mi espalda también lo hicieron. El par de Nikes que empaqué no se utilizó. El próximo viaje, probablemente los dejaré en casa por completo.
Adam Erace escribió este artículo.
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