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Jindo, Corea del Sur (CNN) – El pescador Kim Hyun-ho no logra encuentrar la paz cuando se acuesta por la noche. Los cientos de pasajeros muertos o desaparecidos desde el desastre del ferry Sewol invaden sus sueños y le impiden dormir. Sus gritos de aucilio no dejan de sonar en su cabeza. Participó en las tareas de rescate con su humilde barca de pesca frente a la costa de Corea del Sur hace 10 días. Kim calcula que sacó a unas 25 personas de las gélidas aguas del mar Amarillo, dijo el sábado. Pero el hombre que procede de una pequeña isla cercana de sólo 100 habitantes no siente ningún orgullo, sólo tormento.

“Fue un infierno. Agonizante. Había un montón de gente en el agua y en el barco no había suficientes embarcaciones para sacarles, la gente gritaba pidiendo ayuda desde el agua. El ferry se hundía muy rápido”, dijo.

Vio cómo delante de sus propios ojos las personas atrapadas en el interior estaban bajo las cubiertas frente a él. Entonces oyó en la televisión que decenas de personas se quedaron atrapadas en el buque.

Hasta el momento, los equipos de rescate han recuperado 187 cuerpos. Aún permenecen 115 personas desaparecidas.

El pescador, padre de dos hijos tiene el corazón roto por los cientos de padres que han perdido a los suyos, a los que él no pudo salvar.

Está tratando de pescar de nuevo, pero su vida se ha transformado para siempre, dice.

Los buceadores que trabajan en la recuperación de los cuerpos del interior del ferry tuvieron un respiro el sábado, tras los horrores que han visto en sus oscuras entrañas cavernosas. Las fuertes corrientes obligaron a suspender las inmersiones del sábado por al menos cuatro horas.

El viernes, habías rescatado los cadáveres de 48 niñas - vestidas con sus chalecos salvavidas en una habitación demasiado pequeña para tanta gente.

Los buzos van a recorrer la misma escena de nuevo. Puede haber un segundo camarote similar, donde se cree que 50 niñas más se refugiaron cuando el transbordador se volcó.

En su nueva inmersión este sábado cinco especialistas en rescate de la Marina EE.UU. ayudarán a su búsqueda.

Los buzos se enfrentarán a un rescate que cada vez se hace más difícil y más lento.

Es posible que haya un menor número de cuerpos de recuperar, pero los buzos ya han buscado en los lugares de fácil acceso, dijo el capitán de la marina de guerra de Corea del Sur Kim Jin- Hwang, comandante de la operación de rescate.

“Pero la marina no se detendrá hasta que se encuentre el último cuerpo”, dijo.

Ahora van buscar en lo más profundo del buque cerca del lecho marino.

En los espacios reducidos, los buzos han tenido que luchar contra un bosque de objetos flotantes y que debido forzar puertas y romper ventanas cerradas por la enorme presión del agua. Incluso han debido enfrentarse a tremendas corrientes que tiraban de los tubos que les permiten respirar durante la búsqueda.

Geung-Kwan buzo Civil Chun, uno de los miembros de los muchos equipos de rescate que trabajan en las aguas turbias,explicó que rompieron las ventanas para llegar a las cubiertas inferiores de la nave, que ahora se encuentra en el lado derecho en el fondo del mar a unos 240 metros bajo la superficie.

A medida que continúan los esfuerzos dentro de la nave, las autoridades de Corea del Sur están presionando para que se realice una investigación criminal sobre el hundimiento.

El capitán del barco y otros 14 miembros de la tripulación han sido detenidos. Los investigadores también buscaron la compañía propietaria del ferry y el hogar del hombre cuya familia lo controla, y llevaron a cabo una investigación de amplio alcance en la industria marina del país.

Los fiscales en Mopko, Corea del Sur, que están llevando la investigación de lo ocurrido en el ferry, han dicho que las autoridades aún no han determinado la causa del hundimiento.

Las teorías principales incluyen los cambios realizados para aumentar la capacidad de pasajeros del ferry y se desplace la carga.

El viernes, los investigadores comprobaron que la nave hermana del Sewol, el Ohamana, tenía 40 de sus balsas salvavidas inabilitadas, y eran inoperables para las evacuaciones, y el equipo para amarrar los coches y la carga, no funcionaban correctamente.

Al igual que el Sewol, el Ohamana había sido modificado para añadir más pasajeros, dijo la oficina del fiscal.

Los investigadores están estudiando si esas modificaciones podrían haber contribuido a la suerte de la Sewol.