(CNN) – 2017 ha sido un año de rápido progreso para el programa de misiles de Corea del Norte.
Desde febrero el país ha disparado 17 misiles durante 11 pruebas, perfeccionando con cada lanzamiento aún más su tecnología.
El 4 de julio, Corea del Norte desplegó por primera vez la prueba de un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés), que según el país podría llegar a “cualquier parte del mundo”.
De los misiles que se probaron antes, uno era de rango intermedio, dos eran de rango medio, ocho eran de corto o de mediano alcance y el rango de uno es desconocido, de acuerdo a varios observadores de Corea del Norte. Se cree que cuatro de los que se dispararon el pasado 8 de junio son misiles antibuques.
¿Está acelerando el ritmo de las pruebas de misiles?
Durante sus menos de seis años a la cabeza del régimen, Kim Jong Un ha probado más misiles de los que pusieron en marcha su padre y abuelo juntos.
En los primeros meses que siguieron a la toma de posesión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Pyongyang llevó a cabo un número similar de lanzamientos al que registró durante el mismo período en 2016.
Sin embargo, Corea del Norte no realizó pruebas de misiles durante los dos meses que separaron la elección de Trump y su posterior inauguración.
La agitación política en Corea del Sur, que condujo a la eventual destitución de la expresidenta Park Geun-hye, también pudo influir en las decisiones que tomó su vecino del norte, aseguran los expertos.
En promedio, Pyongyang ha probado un misil cada siete días durante las tres semanas posteriores a la elección del ahora presidente Moon Jae-in, sucesor de Park.
¿Por qué realiza pruebas Corea del Norte?
El país necesita desplegar pruebas para perfeccionar la tecnología, explican los analistas.
Algunos especulan acerca de que Estados Unidos ha tratado de interferir en el programa usando métodos cibernéticos, una situación que podría detener el progreso.
Las pruebas también están programadas para tener el máximo impacto político. Por ejemplo, el lanzamiento de mayo coincidió con la cumbre de One Belt One Road en Beijing, un importante proyecto para el presidente chino Xi Jinping. Igualmente, la prueba de febrero se desplegó cuando el primer ministro japonés Shinzo Abe estaba visitando al presidente Trump.
Y el lanzamiento del misil ICBM se produjo en pleno 4 de julio, el Día de la Independencia de Estados Unidos.
Todo también aplica para el programa de pruebas nucleares de Corea del Norte, que típicamente ha seguido un modelo similar.
¿Qué quiere Corea del Norte y por qué?
Se cree que el objetivo final de Pyongyang es tener un misil cubierto con una ojiva nuclear que sea capaz de alcanzar Estados Unidos.
Y están tratando de llegar a esa meta porque el régimen cree que Estados Unidos eventualmente sacará a Kim Jong Un del poder.
Pero, ¿intentaría Estados Unidos derrocar al régimen de Kim aún si Corea del Norte pudiera responder con un ataque nuclear?
Pyongyang cree que Washington no lo haría. Por eso el país ve a las armas nucleares como la clave para evitar que Kim Jong Un sufra un destino similar al de Moammar Gaddafi en Libia y Saddam Hussein en Irak.
El misil de largo alcance es lo que realmente asusta a Estados Unidos porque significa que es real la amenaza existencial de un ataque nuclear, según indicó John Delury, profesor de la Escuela de Posgrado de Relaciones Internacionales de la Universidad Yonsei en Seúl.
“Estamos en un período algo peligroso por la brecha que hay frente a la percepción de amenaza, mientras los estadounidenses se ajustan a la sensación de vulnerabilidad por las represalias que Corea del Norte podría tomar, algo con lo que los surcoreanos y los japoneses han vivido desde hace bastante tiempo”, explicó.
¿Qué tan cerca está Corea del Norte de lograrlo?
Michael Hayden, director de la CIA entre 2006 y 2009, cree que si Pyongyang continúa al ritmo que va, podría desarrollar un misil indígena para alcanzar a Seattle y llevar una ojiva nuclear construida en Corea del Norte antes de que termine el primer gobierno de Trump.
Hasta ahora, los expertos sobre Corea del Norte creen que el régimen aún no ha desarrollado la capacidad operativa para disparar un misil que llegue más allá de Asia
“Una prueba exitosa no les permite superar la barrera, ellos están hablando más de lo que pueden desplegar en este momento”, sostuvo Euan Graham, director del Programa de Seguridad Internacional en el Instituto Lowy de Sydney-
Los vecinos más cercanos del país, Corea del Sur y Japón, son blancos vulnerables para el arsenal existente en Pyongyang.
Katie Hunt, Paula Hancocks, James Griffiths y Natalie Leung contribuyeron a este informe.