Barcelona (CNN) – El centro de Barcelona se paralizó por completo este martes, cuando miles de catalanes mostraron su rabia por la violenta represión de las fuerzas de seguridad españolas, que este domingo buscaron impedir la realización del disputado referéndum independentista en Cataluña.
Las tiendas cerraron, las universidades no dictaron clase y las compañías de transporte redujeron sus servicios.
Los sindicatos más grandes, la CCOO y la UGT, finalmente no declararon la huelga general y, en cambio, hablaron de “suspensión del trabajo” para evadir las leyes laborales que prohiben las huelgas por razones políticas.
‘Las calles siempre serán nuestras’
Los protestantes que se reunieron en Barcelona decían estar motivados por la violenta represión de la policía española este domingo. “Esta es una protesta en contra de la violencia policial y para mantener el impulso tras el referéndum”, dijo Víctor Noguer, bombero de 27 años.
“Las calles siempre serán nuestras”, cantaban los manifestantes.
Agentes de la Guardia Civil y de la policía catalana tuvieron que proteger la sede del gobierno de España en Barcelona, donde se reunieron cientos de protestantes. Otros grupos de manifestantes se juntaron afuera de la sede de la Guardia Civil.
La presencia de la policía nacional y de la Guardia Civil en Cataluña es una fuente de creciente tensión tras la violencia de este domingo.
Según la agencia de noticias AFP, 200 policías que se quedaban en un hotel de una ciudad costera cercana a Barcelona tuvieron que abandonar el lugar, por las protestas de los catalanes. Y el periódico español La Vanguardia reportó que dos enormes cruceros que llevaban a agentes de la policía nacional a Cataluña estarían en el puerto de Barcelona hasta el 11 de octubre.
El ministro del Interior de España, Juan Ignacio Zoido, dijo que Madrid tomará “todas las medidas necesarias” para detener “el acoso intolerable” a las fuerzas de seguridad nacional.
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El presidente del gobierno catalán, Carles Puigdemont, dijo que esperaba ese amplio apoyo. Este lunes, Puigdemont no declaró la independencia de Cataluña de manera unilateral –como algunos esperaban–, sino que pidió una mediación internacional para resolver la crisis.
El gobierno catalán dice que se ganó el derecho de separarse de España, pues el 90% de los que votaron este domingo lo hicieron a favor de la independencia. Pero el resultado no fue decisivo: la participación fue muy baja, solo llegó a un 42%.
El Ministerio de Salud catalán dice que al menos 893 personas resultaron heridas en los enfrentamientos con la policía este domingo. Los agentes de la policía española allanaron centros de votación, arrastraron a votantes y dispararon balas de goma.
Las autoridades catalanas culpan de esas acciones violentas por parte de la policía a la baja participación en la jornada electoral, pero es claro que la opinión pública en Cataluña está dividida sobre su independencia de España.
Una declaración del gobierno de España emitida este lunes en la noche describió lo sucedido este domingo como “una seria situación de desobediencia institucional” y agregó que el presidente del gobierno español Mariano Rajoy “defiende firmemente las acciones de las fuerzas de seguridad” durante la realización del referéndum. El gobierno de España aseguró que el referéndum era ilegal, bajo la Constitución español.