(CNN Español) – En medio del caos en Colombia por las protestas desatadas por la propuesta de reforma tributaria del Gobierno y la tensión exacerbada por las denuncias de abusos de la fuerza pública y la violencia en medio de disturbios, una de la voces que ha sido más aplaudida y criticada al mismo tiempo es la del expresidente Álvaro Uribe. En una tensa entrevista con Fernando del Rincón en CNN, Uribe —quien desde el primer momento Uribe se posicionó en contra de la reforma tributaria, pero en apoyo de las fuerzas de seguridad— dijo que los “colombianos debemos dar un apoyo a nuestras fuerzas armadas”.
“Una cosa es la reforma tributaria, otra cosa es la protesta, otra cosa es la violencia”, dijo Uribe en Conclusiones de CNN en Español. “La tragedia de violencia ha sido enorme en Colombia; a la protesta, respeto; a la violencia, autoridad”.
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia dijo que miembros de su comisión han sido amenazados y atacados en Cali, mientras investigaban protestas por un proyecto de ley de reforma tributaria. Ante eso, Uribe dijo que se trata de “acusaciones injustas a nuestras fuerzas armadas”.
“Hay una serie de pronunciamientos de organismos internacionales que son totalmente sesgados contra las fuerzas armadas de Colombia”, dijo.
Uribe aseguró que “el policía también debe ser protegido por los derechos humanos”. Los familiares “del policía asesinado sienten el mismo dolor que los familiares del civil asesinado”, dijo.
“No estamos pidiendo que les disparen a los manifestantes, nunca; acá lo que estamos pidiendo es que se respete a la policía y no se le niegue el derecho a defender su integridad”.
Uribe se molestó al ser preguntado sobre el sentimiento de ofensa de un grupo de colombianos ante la retórica del expresidente, debido a la estigmatización de una protesta legítima y el uso de la fuerza letal contra los manifestantes. “Yo con mucho gusto le quiero responder de todo, pero no con sus bravuconadas”, le dijo Uribe a del Rincón, y en ese momento calificó la entrevista de “emboscada”. Del Rincón transmitió el sentir de colombianos que le comunicaron su posición.
El líder del partido Centro Democrático también defendió al gobierno de Iván Duque, quien es considerado su pupilo y cuya victoria electoral en 2018 fue posible debido al impulso de Uribe. “El gobierno del presidente Duque está enfrentando todas estas dificultades… lo hace con una gran contextura democrática”, dijo Uribe en CNN.
Twitter elimina publicación de Uribe
Algunas de las muestras de apoyo a las fuerzas armadas fueron borradas por Twitter. La red social consideró que el expresidente estaba violando las políticas de la compañía sobre glorificación de la violencia, a raíz de uno de sus trinos.
El tuit borrado decía: “Apoyemos el derecho de soldados y policías de utilizar sus armas para defender su integridad y para defender a las personas y bienes de la acción criminal del terrorismo vandálico”.
Según las reglas de seguridad de Twitter, esta publicación de Uribe “viola las reglas debido a que glorifica la violencia”. El reglamento de la red social dice: “La glorificación de los actos violentos podría inspirar a otros a participar en actos de violencia similares”.
Uribe criticó la decisión de Twitter, mientras otros lo criticaban a él. Por ejemplo, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, consideró que “los mensajes irresponsables de Álvaro Uribe dispararon (literalmente) la tensión”.
Mientras tanto, en la comunidad internacional se acumula la preocupación por los presuntos excesos de las fuerzas de seguridad colombianas a la hora de dispersar las protestas.
La ONU recordó este martes que a la hora de vigilar las manifestaciones “las armas de fuego sólo pueden utilizarse como último recurso ante una amenaza inminente de muerte o de lesiones graves”.
Duque busca medidas para calmar la situación
El gobierno de Iván Duque busca una salida para frenar el caos que se propaga por Colombia. Retirar la controvertida propuesta de reforma tributaria que originó las protestas no ha sido suficiente.
Todavía no ha habido tiempo de contabilizar todos los daños de las protestas, en momentos en que el gobierno se enfrenta a una nueva manifestación masiva, convocada para este miércoles cinco de mayo.
En la víspera de la protesta, Duque convocó un gran diálogo nacional para rechazar la violencia.
Se trata, dice, de un espacio para escuchar a la ciudadanía y en el que podrán participar las distintas instituciones, los partidos políticos, representantes del sector privado y líderes de la sociedad civil.
Según el presidente, los resultados de ese diálogo se traducirán en medidas que se pondrán en práctica urgentemente.
La otra mirada al uribismo ante la situación
La tensión social venía desde 2019 con las marchas estudiantiles y tuvo una “pausa” por la pandemia y confinamientos, según varios analistas. ¿Es el descontento solo por la reforma tributaria o responde a una inconformidad más profunda con el Gobierno de Duque?
CNN en Español habló con el analista Ariel Ávila, una voz con frecuencia citada como contraparte a las posturas del partido de Uribe desde la academia: es profesor de la Universidad Externado y subdirector del Centro de Pensamiento sobre el Conflicto Armado, Paz y Postconflicto.
“Básicamente, lo que uno podría decir es que la reforma tributaria o la propuesta de reforma tributaria fue la gota que llenó el vaso”, dijo Ávila. “Pero aquí venían ocurriendo cuatro grandes procesos: por un lado, una situación económica muy difícil y ausencia de puestos de trabajo. Muchos hogares colombianos con dificultades para poner tres platos de comida al día en una mesa, y esa situación social venía calentando la situación en muchos sectores colombianos. Lo segundo: un cansancio con la administración Duque, muchos errores, muy desconectado. Lo tercero, la reforma tributaria como tal. Y lo cuarto, una crítica a la democracia”.
“El Congreso colombiano no está funcionando desde hace un año. Funciona de forma virtual. Hoy muchos están en Miami, en Estados Unidos, paseando, vacunándose. La rama judicial funciona a media máquina y el Ejecutivo está legislando por decreto. Esos cuatro fenómenos volcaron la gente a la calle”.
¿Es legítimo el actuar de los uniformados? La teoría de la “revolución molecular disipada”
Esta semana Álvaro Uribe publicó un tuit en el que hablaba de “revolución molecular disipada”, una teoría del chileno Alexis López, al referirse a las protestas. Para Ávila, con esa retórica “sobre el llamado que acaba de hacer de la legítima defensa de los militares, es básicamente un ejercicio para poder agitar sus bases y evitar el colapso del Centro Democrático”.
“Sin embargo, la lectura del gobierno de Duque, donde acusa a las disidencias de las FARC de estar detrás de esto, o esta teoría de Álvaro Uribe, no da cuenta de la complejidad que se está viviendo en las calles”.
Para Ávila, el tema de la revolución molecular es una forma de “lo que ha hecho es enardecer más a la gente que está en las calles”.
Hasta el momento la Defensoría del Pueblo ha registrado al menos 24 muertos en las protestas.
Según la Defensoría del Pueblo, se han recibido al menos 140 quejas por uso excesivo de la fuerza de la policía, aunque ONGs manejan cifras más altas. Pero Uribe, con comentarios como los del tuit eliminado o sus declaraciones en CNN, pone en duda las denuncias.
Ávila dice que expertos han calificado ese fenómeno “como el modelo Maduro de la FAES. Es decir, la administración Duque está en una situación económica muy difícil, una situación política ingobernable, le estalló el gobierno en las manos, su coalición de gobierno, y ellos, cuando vieron que el paro era muy grande, optaron por reprimir y hacer que la represión llevara a la gente a esconderse otra vez y apaciguar, es decir, desactivar el paro vía represión”.
“Lo que buscaba Álvaro Uribe era ganar respaldo en las fuerzas militares para justificar la represión. Pero ha sido tan duro el fenómeno que esto se le salió de las manos”, dice Ávila.
El desafío del posconflicto: el efecto del proceso de paz en la movilización social
Uribe fue el mayor crítico del proceso del proceso de paz del expresidente Juan Manuel Santos con las ahora desmovilizadas FARC. Según Ávila, una de las grandes peticiones de los sectores que están protestando es que se cumpla el proceso de paz. “Creo que la gente culpa mucho que el no cumplimiento del proceso de paz del gobierno de Duque es lo que tiene estos niveles de pobreza, de violencia, en muchas regiones”.
Ávila explica que el conflicto armado desactivó durante muchos años la protesta social, “porque era muy fácil: cada vez que había una protesta social, el gobierno decía ‘eso es de las FARC’ y ya”. Pero ahora, como no hay FARC, pues ese argumento, dice el analista.
“Hay sectores que leen —como el caso el Centro Democrático, el uribismo, el expresidente Uribe— con que todo esto es una consecuencia del proceso de paz, de darle fortaleza a unos sectores de la izquierda. Sin embargo, tengo que decirlo, aquí hay sectores que no son de izquierda que están protestando. Ciudades eternamente uribistas, donde Álvaro Uribe ganaba con el 80, 90% de los votos, hoy están en las calles. Armenia, Quindío, Pereira, Risaralda, ese famoso Eje Cafetero. Entonces la situación yo la pintaría de esa forma”.
Con información de Fernando del Rincón, Abel Alvarado, Carolina Melo y Luis Yepes