(CNN) – Miles de afganos desesperados seguían atrapados bajo el régimen talibán en Kabul el martes, mientras EE.UU. y sus aliados, que siguen evacuando frenéticamente a su personal del aeropuerto de la ciudad, se enfrentan a la repentina ruptura de su esfuerzo de dos décadas en Afganistán.
La situación en el aeropuerto internacional Hamid Karzai se está “estabilizando”, dijo el martes el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, un día después de que multitudes de lugareños se lanzaran a la pista y se aferraran a los aviones militares en busca de una salida de la ciudad.
Los países occidentales siguieron apurando el paso para retirar a sus ciudadanos del lugar, con cientos de evacuaciones previstas para el martes. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que se enfrenta a un intenso escrutinio sobre su gestión de la salida de las fuerzas estadounidenses, ha ordenado el envío de 6.000 soldados más al aeropuerto para ayudar a los esfuerzos estadounidenses en el lugar.
Pero muchos afganos tienen que esperar noticias sobre si se les ofrecerá una salida, mientras los vecinos inmediatos del país, y las naciones más lejanas, se preparan para una posible crisis humanitaria y de refugiados.
El cofundador y subjefe de los talibanes, Mullah Baradar, ha llegado a Afganistán, según informó el martes un portavoz de la oficina política de los talibanes. Es la primera vez que Baradar pone un pie en el país desde hace 20 años, y se produce 11 años después de que fuera detenido en el vecino Pakistán por las fuerzas de seguridad del país.
Baradar fue un miembro destacado del régimen talibán cuando estuvo en el poder por última vez, y su regreso alimentará la preocupación de que la naturaleza del nuevo gobierno sea un reflejo de esa época.
En todo Afganistán, la gente espera saber bajo qué tipo de régimen vivirán, y si los que apoyaron al gobierno respaldado por Estados Unidos durante los últimos 20 años se enfrentarán a las represalias de los talibanes.
A través de sesiones informativas televisadas, declaraciones y conferencias de prensa, los funcionarios talibanes aseguraron el martes que las represalias no estaban previstas.
Su portavoz dijo que los talibanes concederían una “amnistía general” para todos en Afganistán, incluidos los miembros del ejército afgano y los intérpretes.
“No queremos que Afganistán sea un campo de batalla”, dijo Zabihullah Mujahid en una conferencia de prensa el martes en Kabul. “Hoy en día los combates han terminado….. Quienes estaban en contra de la oposición han recibido una amnistía general. Los combates no deben repetirse”.
“Las familias que ahora mismo están en el aeropuerto con miedo, deberían volver… Les aseguro que en su vida nadie irá a preguntarles qué han hecho y qué no han hecho”, añadió.
El líder adjunto del grupo, Maulvi Mohammad Yaqub, también dijo a los combatientes que no debían “entrar en las casas de la gente ni confiscar sus autos”, en un mensaje de audio distribuido ampliamente a través de los canales talibanes.
Pero estas promesas han sido recibidas con escepticismo por la comunidad internacional, y ya han comenzado los casos de intimidación.
Las mujeres prominentes temen las represalias
El portavoz Mujahid enmarcó la toma de poder de los talibanes como una victoria sobre el imperialismo durante la conferencia de prensa, diciendo a los afganos: “Después de 20 años de lucha para despejar la ocupación, es nuestro derecho y nos sentimos honrados de haberlo conseguido”.
Añadió que “los pensamientos, la ideología y las creencias” de los talibanes no habían cambiado desde los años 90, pero que había algunas diferencias en cuanto a la madurez, su experiencia y su visión.
Insistió en que “no habrá violencia contra las mujeres” en Afganistán, pero dijo que la comunidad internacional debe respetar los “valores fundamentales” de los talibanes.
Presionado sobre si las mujeres podrían ir a trabajar, dijo que los derechos de las mujeres se determinarían en el marco de la Sharia. “En todos los sectores de la sociedad, donde se las requiera, será dentro de este marco”, indicó.
Sin embargo, estos pronunciamientos televisados no son suficientes, declaró a la CNN la política afgana y activista de los derechos de la mujer Fawzia Koofi.
Los talibanes “han emitido comunicados de prensa en los que afirman que no harán daño a la gente, especialmente a las mujeres”, pero en la práctica su comportamiento ha sido diferente, “por lo que es muy difícil predecir lo que ocurrirá”, dijo Koofi.
Explicó que ha oído hablar de combatientes talibanes en otras provincias que no permiten a las mujeres salir de casa si no llevan el burka o no tienen escolta masculina.
Afirmó que los talibanes deben difundir activamente el mensaje de su nueva dirección en lo que respecta a las mujeres.
“Tienen que demostrarlo en las provincias de Afganistán, tienen que dar ejemplos”, afirmó. “Es fácil hacer declaraciones, pero la gente tiene que verlo en la práctica. La educación de las mujeres es importante, pero su participación política es igualmente importante”.
A pesar de estas garantías parciales y de los primeros acercamientos del grupo a los medios de comunicación internacionales, los hogares de dos mujeres periodistas fueron visitados por miembros de los talibanes el domingo, dijo un contacto de las mujeres a CNN, añadiendo que ambas mujeres quedaron muy afectadas por los incidentes.
Según la fuente, una de las periodistas cuya casa fue visitada por los combatientes dijo: “Estoy muy preocupada por mi seguridad y la de mi familia”.
Varias periodistas habrían recibido llamadas amenazantes de los talibanes, que han aumentado en los últimos días, añadió la fuente.
Una destacada periodista de Kabul dijo haber recibido una llamada amenazante de los talibanes, diciéndole que “vendrán pronto”.
Tras la toma de Kabul por los talibanes, CNN habló el lunes con combatientes talibanes. Uno de ellos dijo que las mujeres periodistas podrían seguir ejerciendo su profesión siempre que se adhirieran a una serie de normas. Se espera que las periodistas lleven el niqab y no se relacionen con hombres fuera de su familia, señaló.
Desde la toma de posesión de los talibanes, el domingo, hay menos mujeres en las calles de Kabul.
Aunque en la capital afgana reina la tensión, especialmente entre las mujeres, algunas han seguido trabajando públicamente en los primeros días de gobierno talibán. El martes, Saad Mohseni, director de Moby Media Group, tuiteó una imagen de las “valientes periodistas femeninas que han salido esta mañana a Kabul”.
Estados Unidos busca contener las consecuencias
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos instó el martes a los talibanes a cumplir sus promesas. “Se han comprometido a ser inclusivos. Han dicho que las mujeres pueden trabajar y las niñas pueden ir a la escuela. Estas promesas deben cumplirse, y por el momento, de nuevo comprensiblemente, dada la historia pasada, estas declaraciones han sido recibidas con cierto escepticismo”, comentó Rupert Colville en un comunicado.
Una foto en la que se ve a hombres, mujeres y niños metidos en la bodega de un avión C-17 se hizo viral esta semana, dando al mundo una visión interna de la desesperación y el pánico de los civiles afganos que intentan huir de su país.
La tripulación de ese avión C-17, con 640 personas a bordo, tomó la decisión de “salir” en una situación inestable en el aeropuerto internacional de Kabul el domingo por la noche, según dijo un funcionario de defensa a CNN.
El número inusualmente alto de pasajeros a bordo del C-17 fue el resultado de “un entorno de seguridad dinámico que requirió una rápida toma de decisiones por parte de la tripulación, que en última instancia garantizó que estos pasajeros fueran llevados de forma segura fuera del país”, afirmó el Mando Central de Estados Unidos en un comunicado el lunes.
El número de personas a bordo era más del doble del esperado en cada vuelo. Sin embargo, EE.UU. aún no ha podido alcanzar su capacidad diaria de trasladar a 5.000 personas al día. En una rueda de prensa celebrada el martes, el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, reconoció que muchos vuelos aún no están llenos mientras se intensifican las tareas de evacuación.
Muchos de los que buscan una salida de Afganistán están mientras tanto esperando noticias sobre cuándo y cómo las naciones concederán asilo.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea se reunieron de urgencia el martes para debatir la situación en el país. Tras la reunión, el responsable de Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell, dijo que la cooperación entre el bloque y cualquier futuro gobierno afgano dependerá de la protección de los derechos fundamentales de todos los afganos y de un acuerdo político “pacífico e inclusivo”.
Borrell subrayó que la UE hará “todos los esfuerzos posibles” para garantizar la seguridad de los afganos que han trabajado con la UE.
“No podemos abandonarlos. Haremos, estamos haciendo, todo lo posible para traerlos y ofrecerles refugio en los Estados miembros de la Unión Europea”, afirmó Borrell.
Mientras tanto, el gobierno español expresó su intención de acoger temporalmente a los afganos evacuados que han trabajado para la UE.
Pero Europa está en alerta ante una inminente emergencia de refugiados. En un discurso pronunciado el lunes por la noche, la canciller alemana Angela Merkel instó a la comunidad internacional a aumentar la ayuda a los países vecinos de Afganistán para evitar que los solicitantes de asilo afganos sigan viajando hacia Europa.
En muchas de las capitales del mundo ya ha comenzado el juego de echar las culpas, con líderes que se preguntan cómo una guerra de dos décadas, la más larga que ha librado Estados Unidos, ha podido deshacerse tan repentinamente.
“Nadie vio venir esto. Por supuesto que habríamos actuado si lo hubiéramos hecho”, declaró el martes a Sky News el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab.
El presidente Joe Biden adoptó un tono poco apologético en un discurso pronunciado el lunes en Washington, admitiendo que la velocidad del resurgimiento de los talibanes tomó a su administración por sorpresa, pero atribuyendo gran parte de la culpa a las fuerzas afganas, al anterior gobierno de Afganistán y a su predecesor Donald Trump.
Pero el propio Biden se ha enfrentado a fuertes críticas en su país y en el extranjero, y está por ver si su argumento será aceptado por los aliados de Estados Unidos.
“Sí, nuestra competencia está siendo cuestionada”, admitió un alto funcionario de la Casa Blanca a CNN el martes, mientras el gobierno trataba de contener las consecuencias de su caótica salida. “La única forma de arreglar eso es estabilizar el aeropuerto y retirar de forma segura a los estadounidenses y a nuestros socios de la mejor manera posible”.
Sarah Dean, Vasco Cotovio, Claudia Otto, Hannah Ritchie, Tara John, Oren Liebermann, Claudia Rebaza y Jeff Zeleny de CNN contribuyeron con este reportaje.