Nueva York (CNN) – Una mañana normal en casa de los Schnitzler empieza con David y Allison dando de comer a Winston, de 17 meses. Allison, de 33 años, y David, de 32, juegan con el bebé mientras ambos se preparan para ir a trabajar.
Allison sale por la puerta a su consulta médica familiar y David, vendedor de seguros, empieza su día… como padre en casa.
“Cuidar de Winston, atender la casa, jugar con él, todo eso es lo primero”, explica a CNN.
El año pasado, los Schnitzler decidieron que David dejaría su trabajo bien pagado para quedarse en casa y cuidar de Winston mientras Allison seguía con su carrera. El temor a que Winston no estuviera vacunado en la guardería y el hecho de que los dos padres trabajaran muchas horas los llevaron a tomar esa decisión. Ambos dicen sentirse afortunados de poder vivir con el sueldo de Allison.
“Estaba en una especie de punto de inflexión en mi carrera, lo que hizo que la decisión fuera mucho más difícil en ese momento. ¿Voy a tirarlo todo por la borda para cuidar de un bebé? ¿Me va a gustar cuidar de un bebé?”, dice David.
Resulta que sí le gusta, y dice que los papeles que tienen ahora funcionan. Y eso refleja las nuevas tendencias que se desarrollan tanto para los hombres como para las mujeres en la población activa.
En los últimos meses, más hombres de entre 30 y 44 años han abandonado la población activa, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales. La tasa de actividad de los hombres de ese grupo de edad es ahora más baja que antes de la pandemia. Por ejemplo, en la franja de edad de David, de 30 a 34 años, los datos del Departamento de Trabajo muestran que el 90,2% de los hombres estaban empleados o buscaban trabajo en febrero de 2020, justo antes de la pandemia. El mes pasado, esa cifra era del 89,8%.
Aunque hay más hombres que abandonan la población activa para cuidar de sus hijos tras la pandemia, la cifra sigue siendo de un solo dígito, según el economista Richard V. Reeves.
“Hemos observado un aumento del número de hombres que asumen esas funciones, pero no es ni mucho menos suficiente para explicar este retroceso”, afirma Reeves, investigador principal de la Brookings Institution. “Para los economistas es un misterio qué ocurre exactamente con estos hombres. Algunas de las principales teorías son que se están retirando por problemas de discapacidad en muchos casos, problemas de salud mental”.
David Schnitzler dice que a la gente de su comunidad aún le cuesta entender que él sea el cuidador principal de su hijo.
“No importa si es hombre, mujer, lo que sea, cada uno tiene su sitio. [Allison] tiene una gran capacidad y pasión por su trabajo, y eso es maravilloso. Yo puedo, a mi manera, ayudarla a ser, me gustaría decir, mejor médico”, dice Schnitzler.
¿Cuál recesión femenina?
En el punto más alto de la pandemia se perdieron 22 millones de empleos. La cifra total se inclinaba más hacia las mujeres que hacia los hombres, ya que muchas mujeres asumieron funciones de cuidadoras en el hogar cuando las guarderías y las escuelas cerraron durante los confinamientos. Desde entonces, hombres y mujeres han recuperado todos los empleos perdidos.
Y de los 263.000 puestos de trabajo añadidos a la economía estadounidense el mes pasado, el 61,6% son ocupados por mujeres, según el National Women’s Law Center. En los últimos meses se han incorporado al mercado laboral más mujeres de entre 30 y 44 años, y en mayor porcentaje que antes de la pandemia.
“Los temores de una ‘recesión femenina’ resultaron en gran medida infundados”, dijo Reeves sobre la idea de que la mayoría de las mujeres se verían afectadas negativamente por las pérdidas de empleo relacionadas con la pandemia.
“Las mujeres vuelven al mercado laboral, y de hecho hemos visto un aumento bastante grande de la proporción de mujeres en puestos directivos y de alta dirección”.
Las mujeres también están ocupando puestos en sectores más comunmente dominados por los hombres, como la construcción. Ava Sedaghat se incorporó al sector de la construcción hace unos dos años como ingeniera de proyectos en Nueva York.
“Creo que fue muy intimidante porque lo único que sabía del sector de la construcción era que era bastante pesado y dominado por los hombres. Pero cuanto más empecé a trabajar en el sector y conocí más gente, creo que enseguida me di cuenta de que en la construcción hay sitio para todos”, afirma Sedaghat.
Aunque las mujeres solo representan el 14,1% del sector de la construcción, es la cifra más alta registrada, según datos del Departamento de Trabajo.
Sedaghat trabaja actualmente en la renovación de la Biblioteca de Port Richmond, en Staten Island. Dice que trabaja con mujeres en su oficina de Gilbane Building Company, pero que es la única mujer del proyecto sobre el terreno.
Vuelta al “trabajo”
La pandemia cambió la forma en que los estadounidenses quieren trabajar y lo que están dispuestos a hacer por trabajo.
El trabajo desde casa o los empleos virtuales son ahora más frecuentes que nunca y ya no están asociados a ningún estigma negativo. Y los roles de género en el lugar de trabajo cambian lentamente: ahora se necesitan más hombres en sectores en los que predominan las mujeres, como la enfermería y la enseñanza.
“Vamos a tener escasez en esos sectores”, afirma Reeves. “Así que también necesitamos más gente trabajando en esos sectores. Y no hay suficientes mujeres para resolver los retos del mercado laboral en todas las ocupaciones”, añadió Reeves.
A principios del año que viene, los Schnitzler darán la bienvenida a un nuevo bebé, otro varón. La pareja tiene previsto mantener los roles familiares actuales, pero David no se da por definitivamente retirado del mercado laboral.
“No voy a decir que estoy fuera de la fuerza de trabajo, 100%, ya sabes, retirado”, afirmó. “Pero de momento, queremos darle a nuestro segundo hijo lo mismo que le dimos al primero, y eso es un padre capaz de darles el 100%”.