(CNN) – Después de 28 días, 64 partidos y 172 goles en Qatar 2022, Lionel Messi subió al podio del estadio Lusail para poner por fin sus manos en el trofeo de la Copa del Mundo que se le había resistido durante toda su carrera.
Antes de unirse a sus compañeros de equipo, que esperaban a su capitán en un hervidero de emoción en un escenario cercano, Messi estrechó primero la mano del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y del emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani.
A continuación, Tamim colocó al capitán argentino una capa negra y dorada llamada “bisht” —una prenda tradicional que se usa en la región para acontecimientos y celebraciones especiales— antes de que el jugador de 35 años recibiera el trofeo.
Con su nuevo atuendo, que cubría su camiseta nacional celeste y blanca, Messi bailó hacia sus compañeros antes de levantar el trofeo por encima de su cabeza.
Para algunos, fue el broche de oro a un torneo considerado por muchos como el mejor Mundial de la historia.
Sin embargo, para otros, arruinó el momento.
“En cierto modo, es una pena que hayan tapado a Messi con la camiseta de Argentina”, declaró el ex internacional inglés y presentador Gary Lineker en la transmisión en vivo de la final por la BBC.
Para otros, se trataba de un último intento de Qatar de dejar su impronta en el torneo, una crítica al “lavado de imagen deportivo” (en el que los críticos acusaban a Qatar de aprovechar la ocasión para ocultar su historial de transgresión de los derechos humanos) en el que se ha basado gran parte de la cobertura del torneo.
“Hay algo un poco extraño en que Messi use un ‘bisht’, esa capa negra con la que el emir de Qatar le vistió antes de levantar la Copa del Mundo”, tuiteó el periodista Tariq Panja, del diario The New York Times.
“Qatar quiere que este sea su momento tanto como el de Messi y Argentina”.
Hubo más críticas por parte de otros medios de comunicación, y el diario británico The Telegraph escribió originalmente el titular “El extraño acto que arruinó el mejor momento de la historia de los Mundiales” en referencia a Messi llevando el “bisht”.
Más tarde cambió el titular de la noticia a “Lionel Messi obligado a llevar el tradicional ‘bisht’ árabe para levantar el trofeo del Mundial”.
Messi no usó la prenda mucho tiempo, ya que se la quitó poco después de la entrega del trofeo y celebró con sus compañeros con la camiseta distintiva de Argentina.
En medio de las críticas, Hassan Al Thawadi, secretario general del Comité Supremo de Qatar para la Entrega y el Legado (SC), organismo encargado de la organización del Mundial, trató de explicar las razones detrás del “bisht”.
“Es un vestido para una ocasión oficial y se usa para celebraciones. Esta fue una celebración de Messi”, dijo Al Thawadi a BBC Sport.
“El Mundial tenía la oportunidad de mostrar al mundo nuestra cultura árabe y musulmana. No se trataba de Qatar, sino de una celebración regional”.
“Personas de diferentes ámbitos de la vida pudieron venir, experimentar lo que estaba sucediendo aquí y llegar a comprender que puede que no coincidamos en todo, pero aún así podemos celebrarlo juntos”.
“Prejuicios”
Otros se indignaron en las redes sociales por las críticas al “bisht”, afirmando que estaban impregnadas de ignorancia y malentendidos sobre la cultura de Qatar.
Se trata de un ejemplo más de las constantes críticas que recibe el país desde que obtuvo el derecho a albergar el torneo.
“Algunos se enojan porque Messi llevaba un ‘bisht’ (se lo regalaron; un símbolo de aprecio y respeto en la cultura árabe)”, tuiteó la escritora y columnista Reem Al-Harmi.
“Sin embargo, no vi el mismo nivel de ira e indignación cuando el racismo, la islamofobia y el orientalismo se utilizaron constantemente contra el Mundial de Qatar”.
“En lugar de prejuicios y opiniones críticas, convirtiendo esta hermosa y significativa foto en algo que no es, lee sobre el ‘bisht’ árabe; su importancia, y por qué/cuándo se usa”.
“Regalar un ‘bisht’ a alguien demuestra cuán importante/respetado se es, así es Messi hoy”.
CNN se puso en contacto con la FIFA para obtener comentarios sobre la decisión de utilizar el ‘bisht’ en la ceremonia de presentación del trofeo.
Messi no se ha pronunciado públicamente sobre el ‘bisht’.