(CNN) – Desde una nave espacial del tamaño de un refrigerador estrellándose contra un asteroide (deliberadamente) hasta un helicóptero intentando atrapar un cohete que caía en picada de vuelta a la Tierra, 2022 ofreció momentos surrealistas en el espacio que podrían haber sido sacados del guion de una película de ciencia ficción.
Entre los sucesos memorables se encuentran multimillonarios trazando planes para explorar el cosmos y científicos intentando encontrar respuestas a preguntas desconcertantes, solo para descubrir misterios más profundos.
Investigadores consiguieron cultivar plantas en suelo lunar por primera vez, mientras que ingenieros probaron con éxito un escudo térmico inflable que podría hacer aterrizar humanos en Marte. Y científicos determinaron que un extraño meteorito interestelar se estrelló contra la Tierra hace casi una década.
A continuación, un repaso a las 10 ocasiones en que los viajes y la exploración espaciales parecieron más la trama de una película de Hollywood que la vida real.
Estrellar una nave espacial contra un asteroide a propósito
Una nave espacial de la NASA chocó intencionadamente contra Dimorphos, un pequeño asteroide que orbita alrededor de una roca espacial mayor llamada Didymos. Aunque esta colisión parecía sacada de la película de 1998 “Armageddon”, la Prueba de Redirección del Doble Asteroide fue una demostración de tecnología de desviación, y la primera realizada en nombre de la defensa planetaria.
El 26 de septiembre, muchos se conectaron para ver por primera vez la superficie de Dimorphos, con las cámaras de DART transmitiendo imágenes en directo. La visión finalizó después de que la nave colisionara con el asteroide, pero las imágenes captadas por telescopios espaciales y un satélite italiano proporcionaron dramáticas fotos de lo que sucedió después.
La misión DART marcó la primera vez que la humanidad modificó intencionadamente el movimiento de un objeto celeste en el espacio. La nave alteró la órbita del asteroide lunar en 32 minutos. Ni Dimorphos ni Didymos suponen una amenaza para la Tierra, pero el sistema de doble asteroide era un objetivo perfecto para probar la tecnología de desviación.
Un latido en el espacio
Las ráfagas rápidas de radio en el espacio han intrigado a los astrónomos desde su descubrimiento en 2007, pero una misteriosa ráfaga de radio con un patrón similar al latido de un corazón ha subido el listón este año.
Las ráfagas rápidas de radio (FRB, por sus siglas en inglés) son intensos estallidos de ondas de radio de milisegundos de duración y origen desconocido, lo que alimenta la especulación de que su causa es más extraterrestre que cósmica.
Los astrónomos estiman que la “señal de latido” procede de una galaxia situada a unos 1.000 millones de años luz, pero se desconoce la ubicación y la causa del estallido.
Además, los astrónomos también detectaron un potente láser de ondas de radio, conocido como megamaser, y un objeto celeste giratorio que libera gigantescas ráfagas de energía como nunca antes habían visto.
Misteriosos anillos espaciales
Hablando de objetos extraños, los astrónomos dieron un nuevo salto adelante en la comprensión de los extraños círculos de radio, también conocidos como ORC. No, no son los humanoides con aspecto de duendes de los libros de “El Señor de los Anillos”, pero estos fascinantes objetos han desconcertado a los científicos desde su descubrimiento en 2020.
Los anillos espaciales son tan masivos que cada uno mide alrededor de 1 millón de años-luz de diámetro, 16 veces más grandes que nuestra galaxia, la Vía Láctea. Los astrónomos creen que los círculos tardan 1.000 millones de años en alcanzar su tamaño máximo, y son tan grandes que se han expandido más allá de otras galaxias.
Los astrónomos tomaron una nueva foto detallada de los extraños círculos de radio utilizando el telescopio MeerKAT del Observatorio Radioastronómico Sudafricano, reduciendo las posibles teorías que podrían explicar estas extrañas esferas celestes.
Agujeros negros inquietantes e inusuales
Los agujeros negros son conocidos por su mal comportamiento y por destruir estrellas, por lo que los astrónomos que utilizan el telescopio espacial Hubble se sorprendieron cuando vieron un agujero negro alimentando el nacimiento de estrellas.
Su observación reveló un cordón umbilical gaseoso que se extiende desde un agujero negro en el centro de una galaxia enana hasta una guardería estelar donde nacen las estrellas. La corriente de gas procedente del agujero negro desencadenó un espectáculo pirotécnico de nacimiento estelar al interactuar con la nube, lo que dio lugar a un cúmulo de estrellas en formación.
Este año, los astrónomos también captaron una imagen del agujero negro supermasivo que acecha en el centro de nuestra galaxia, y el Hubble divisó un agujero negro solitario vagando por la Vía Láctea. Y las señales de rayos X de los agujeros negros se convirtieron en espeluznantes sonidos que no olvidaremos pronto.
Un helicóptero con gancho intenta atrapar un cohete en pleno vuelo
Rocket Lab, una empresa estadounidense con sede en Nueva Zelandia, está tratando de encontrar la manera de volver a capturar sus cohetes propulsores cuando caen hacia la Tierra después del lanzamiento. En 2022, la empresa hizo dos intentos de desplegar un helicóptero con un gancho. El alocado espectáculo forma parte de los planes de Rocket Lab para ahorrar dinero recuperando y reutilizando las piezas de los cohetes después de lanzar satélites al espacio.
El primer intento, en mayo, pareció ir según lo previsto cuando el helicóptero enganchó un propulsor. Pero los pilotos tomaron la decisión de soltar la parte del cohete por motivos de seguridad.
En el segundo intento, el cohete no llegó a aparecer y los pilotos confirmaron que el propulsor no volvería seco a la fábrica. En un tuit, la compañía informó que se había producido un problema de pérdida de datos durante el reingreso del cohete.
“Abre las puertas de la cápsula, Hal”
La NASA hizo volar a su primer asistente virtual en una misión lunar con el histórico vuelo Artemis I de la agencia espacial: una versión de Alexa de Amazon.
Aunque no recuerda exactamente a HAL 9000, el antagónico asistente de voz de “2001: A Space Odyssey”, la decisión suscitó multitud de comparaciones graciosas.
La misión Artemis I no contó con tripulación, pero los equipos de control en tierra de la NASA utilizaron el asistente de voz, llamado Callisto, para controlar la iluminación de la cabina y reproducir música durante el viaje. No tenía capacidad para abrir o cerrar puertas, que quede claro.
Artemis I era solo una misión de prueba, y la NASA aún está evaluando cómo incluir el sistema de reconocimiento de voz en futuras misiones.
Un multimillonario japonés y 8 artistas planean un viaje alrededor de la Luna
El magnate japonés de la moda Yusaku Maezawa eligió a ocho pasajeros que, según dijo, le acompañarán en un viaje alrededor de la Luna, propulsados por la nave Starship de SpaceX, que aún no ha volado. El grupo incluye al DJ estadounidense Steve Aoki y al popular youtuber espacial Tim Dodd, más conocido como Everyday Astronaut.
La misión, llamada Dear Moon, se anunció por primera vez en 2018 con la intención de volar en 2023. Inicialmente, Maezawa pretendía llevar consigo a un grupo de artistas en un viaje de seis días alrededor de la Luna, pero más tarde anunció que había ampliado su definición de “artista”. En su lugar, Maezawa anunció en un video el año pasado que estaría abierto a personas de toda condición siempre que se consideraran artistas.
Por otra parte, el millonario Dennis Tito, que se convirtió en la primera persona en pagar su viaje a la Estación Espacial Internacional a principios de la década de 2000, hizo sus propios planes de viaje lunar con SpaceX.
Hallan restos espaciales “alienígenas” en Australia
Pedazos de desechos espaciales fueron encontrados en tierras de cultivo en las Montañas Nevadas de Australia, y la NASA y las autoridades confirmaron que los objetos eran probablemente restos de hardware de una cápsula SpaceX Dragon lanzada intencionalmente cuando la nave espacial reingresó a la atmósfera de la Tierra en mayo de 2021.
Es habitual que la basura espacial caiga a la Tierra. Pero es mucho menos frecuente que los objetos acaben en tierra, ya que la mayor parte de la basura espacial se desecha en el océano.
Una start-up quiere lanzar satélites al espacio con una centrifugadora
SpinLaunch, una de las empresas espaciales más singulares del mundo, pretende lanzar satélites al espacio en una cámara sellada al vacío, en lugar de hacerlo en un cohete.
La empresa empezó a probar una versión reducida de su tecnología el año pasado, pero se aceleró en 2022. SpinLaunch realizó su décimo vuelo de prueba en octubre.
También hay una conexión con la ciencia ficción. El fundador de SpinLaunch, Jonathan Yaney, cita la obra de Julio Verne —el escritor de “Viaje al centro de la Tierra” que murió más de 50 años antes de que el primer satélite viajara al espacio— como inspiración para SpinLaunch.
No está claro si la tecnología de la empresa llegará a hacerse realidad. Pero, mientras tanto, este grupo estará en el desierto de Nuevo México intentando dar vida al arte.
El cohete de Jeff Bezos explota en una misión sin tripulación
Por si no fuera suficientemente surrealista ver al multimillonario de Amazon Jeff Bezos y a otras celebridades viajar al espacio en su cohete suborbital autofinanciado el año pasado, enterarse de que el cohete explotó poco más de un año después sobre el oeste de Texas —aunque en un viaje sin pasajeros— fue un momento desgarrador que trajo a casa el adagio “el espacio es duro”. Sin embargo, la cápsula de la tripulación, que el 12 de septiembre transportaba proyectos científicos y otras cargas inanimadas, pudo aterrizar con éxito.
“La cápsula aterrizó con seguridad y el propulsor impactó dentro del área de peligro designada”, dijo la Administración Federal de Aviación en un comunicado de septiembre. Blue Origin de Bezos ha estado en el limbo desde entonces y no ha vuelto a volar.
Y con Virgin Galactic de Richard Branson todavía en tierra, ninguna de las empresas que encabezaron el turismo espacial suborbital el año pasado están llevando a cabo vuelos de rutina.
Catherine Thorbecke, de CNN, contribuyó a este artículo.