(CNN) – En los años anteriores al covid-19, China era la mayor fuente mundial de viajeros internacionales. Sus 155 millones de turistas gastaron más de un cuarto de billón de dólares más allá de sus fronteras en 2019.
Esa abundancia cayó precipitadamente en los últimos tres años, ya que el país prácticamente cerró sus fronteras. Pero, a medida que China reabre sus puertas desde este domingo, millones de turistas están listos para regresar a la escena mundial, lo que aumenta las esperanzas de un repunte para el sector hotelero internacional.
Aunque es posible que los viajes internacionales no vuelvan inmediatamente a los niveles anteriores a la pandemia, las empresas, industrias y países que dependen de los turistas chinos recibirán un impulso en 2023, según analistas.
China promedió alrededor de 12 millones de pasajeros aéreos salientes por mes en 2019, pero esas cifras cayeron un 95% durante los años del covid, según Steve Saxon, socio de la oficina de McKinsey en Shenzhen. Él predice que esa cifra se recuperará a alrededor de 6 millones por mes para el verano, impulsada por la sed acumulada de viajes de chinos jóvenes y adinerados como Emmy Lu, que trabaja para una compañía de publicidad en Beijing.
“Estoy muy contenta (por la reapertura)”, declaró Lu a CNN. “A causa de la pandemia, solo pude vagar por el país durante los últimos años. Fue difícil”.
“Es que llevo demasiado tiempo encerrada en el país. Estoy deseando que se levanten las restricciones, ¡para poder ir a algún sitio a divertirme! “, dijo la joven de 30 años, añadiendo que lo que más deseaba era visitar Japón y Europa.
Cuando China anunció el mes pasado que dejaría de someter a cuarentena a los viajeros entrantes a partir del 8 de enero, incluidos los residentes que regresan de viajes al extranjero, las búsquedas de vuelos y alojamientos internacionales alcanzaron inmediatamente su nivel más alto en tres años en Trip.com.
Las reservas para viajar al extranjero durante las próximas vacaciones del Año Nuevo Lunar, que este año se celebra entre el 21 y el 27 de enero, se dispararon un 540% respecto a hace un año, según datos del sitio chino de viajes. El gasto promedio por reserva aumentó un 32%.
Los principales destinos se encuentran en la región de Asia-Pacífico, como Australia, Tailandia, Japón y Hong Kong. Estados Unidos y el Reino Unido también figuran entre los 10 primeros.
“El rápido aumento de los depósitos (bancarios) durante el año pasado sugiere que los hogares chinos acumularon importantes reservas de efectivo”, declaró Alex Loo, estratega macroeconómico de TD Securities, quien añadió que los frecuentes cierres de cuentas probablemente han restringido el gasto de los hogares.
Los consumidores chinos podrían “vengarse”, como ocurrió en muchos mercados desarrollados cuando se reabrieron a principios del año pasado.
¿A quién beneficia?
Son buenas noticias para muchas economías golpeadas por la pandemia.
“Estimamos que Hong Kong, Tailandia, Vietnam y Singapur serían los más beneficiados si las importaciones de servicios de viajes de China volvieran a los niveles de 2019”, dijeron analistas de Goldman Sachs。
Hong Kong -la ciudad más visitada del mundo con poco menos de 56 millones de llegadas en 2019, la mayoría procedentes de China continental- podría ver un impulso estimado del 7,6% en su PIB a medida que aumenten las exportaciones y los ingresos por turismo, dijeron. El PIB de Tailandia podría aumentar un 2,9%, mientras que el de Singapur sería del 1,2%.
En el resto del mundo, Camboya, Mauricio, Malasia, Taiwán, Myanmar, Sri Lanka, Corea del Sur y Filipinas también podrían beneficiarse del regreso de los turistas chinos, según un estudio de Capital Economics.
Hong Kong sufrió especialmente el cierre de su frontera con China continental. Los sectores turístico e inmobiliario, pilares de la ciudad, se han visto muy afectados. El centro financiero prevé una contracción del PIB del 3,2% en 2022.
El gobierno de la ciudad anunció el jueves que, a partir de este domingo, hasta 60.000 personas podrán cruzar la frontera diariamente en ambos sentidos.
Varios otros países del sudeste asiático dependientes del turismo mantuvieron relativamente relajadas las normas de entrada para los turistas chinos, a pesar del brote récord de covid-19 que ha azotado China en las últimas semanas. Entre ellos se encuentran Tailandia, Indonesia, Singapur y Filipinas.
“Esta es una de las oportunidades para acelerar la recuperación económica”, declaró esta semana el Ministro de Salud de Tailandia.
Nueva Zelandia también eximió de la obligación de someterse a las pruebas de covid a los visitantes chinos, que eran la segunda fuente de ingresos turísticos del país antes de la pandemia.
¿Quién quiere las pruebas?
Pero otros gobiernos son más cautos. Hasta ahora, casi una docena de países, entre ellos Estados Unidos, Alemania, Francia, Canadá, Japón, Australia y Corea del Sur, han exigido la realización de pruebas.
El miércoles, la Unión Europea “animó encarecidamente” a sus estados miembros a exigir una prueba covid negativa a los visitantes procedentes de China antes de su llegada.
Existe un claro “conflicto” entre las autoridades turísticas y los responsables políticos y sanitarios de algunos países, afirmó Saxon, que dirige la práctica de viajes de McKinsey en Asia.
Aerolíneas y aeropuertos ya han criticado las recomendaciones de la UE sobre los requisitos de las pruebas.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), grupo de influencia mundial de la industria aérea, junto con los aeropuertos representados por ACI Europe y Airlines for Europe, emitieron el jueves una declaración conjunta en la que calificaban la medida de la UE de “lamentable” y “reacción precipitada”.
Sin embargo, acogieron con satisfacción la recomendación adicional de realizar pruebas a las aguas residuales como forma de identificar nuevas variantes de la enfermedad, afirmando que debería ser una alternativa a la realización de pruebas a los pasajeros.
¿Recuperación total?
Además de las restricciones, los viajes internacionales tardarán en recuperarse totalmente, ya que muchos chinos deben renovar sus pasaportes y volver a solicitar visas, según los analistas.
Lu, de Beijing, dijo que aún consideraba sus planes de viaje, teniendo en cuenta los diversos requisitos de las pruebas y el elevado precio de los vuelos.
“Las restricciones son normales, porque todo el mundo quiere proteger a la gente en su propio país”, dijo. “Esperaré a ver si se suavizan algunas políticas”.
Liu Chaonan, una joven de 24 años de Shenzhen, dijo que inicialmente quería ir a Filipinas para celebrar el Año Nuevo chino, pero no tuvo tiempo de solicitar el visado. Así que optó por Tailandia, que ofrece permisos electrónicos rápidos y sencillos.
“Tengo poco tiempo y necesito irme en unos 10 días. La gente puede elegir algunos lugares y países con visado para viajar”, dijo, y añadió que planea aprender a bucear y quiere comprar cosméticos. Su presupuesto total para el viaje podría superar los 10.000 yuanes (US$ 1.460).
Saxon dijo que esperaba que los viajes internacionales de China se recuperaran totalmente a finales de año.
“Por lo general, las personas son pragmáticas y los países acogerán a los turistas chinos debido a su poder adquisitivo”, afirmó, añadiendo que los países podrían eliminar las restricciones rápidamente cuando la situación de covid mejore en China.
“El turismo internacional tardará en ponerse en marcha, pero volverá corriendo, cuando suceda”.