(CNN) – Los principales republicanos de la Cámara de Representantes se mueven rápidamente para construir un caso contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, a medida que evalúan un procedimiento inusual de juicio político contra un secretario del Gabinete, un plan que podría generar una fuerte reacción de los moderados del Partido Republicano.
Los presidentes de las comisiones clave ya se preparan para tener audiencias sobre los problemas en la frontera sur, que sostienen los republicanos podrían servir como preludio a una investigación de destitución contra Mayorkas. Tres comisiones de la Cámara de Representantes: la de Supervisión, Seguridad Nacional y Judicial, realizarán audiencias próximamente sobre la afluencia de inmigrantes y los problemas de seguridad en la frontera.
La Comisión Judicial de la Cámara, que tendría jurisdicción sobre una resolución de juicio político, está preparada para continuar con los procedimientos formales si parece haber un consenso entre los legisladores del Partido Republicano, según una fuente republicana directamente familiarizada con el asunto. La primera resolución de juicio político que presentaron los republicanos de la Cámara ya tiene cierto apoyo, incluido el de un miembro del equipo de liderazgo del Partido Republicano.
Una fuente del Partido Republicano dijo que la primera audiencia de la Comisión Judicial sobre la frontera podría celebrarse a finales de este mes o principios de febrero.
Uno de los principales presidentes se muestra partidario de la iniciativa, una señal de cómo la idea de destituir al secretario del presidente Joe Biden ha pasado de ser una concepción marginal, a la corriente dominante de un grupo.
“Si hay un principal candidato al juicio político es Mayorkas”, declaró a CNN el representante James Comer, presidente de la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes.
Es extremadamente inusual que un secretario del Gabinete sea sometido a juicio político, algo que solo ha ocurrido una vez en la historia de EE.UU., cuando William Belknap, secretario de Guerra, enfrentó el proceso en la Cámara antes de que el Senado lo absolviera en 1876. Sin embargo, ahora es una posibilidad muy real después de que Kevin McCarthy pidiera a Mayorkas que dimitiera o se enfrentara a un posible proceso de destitución, mientras se aseguraba votos para convertirse en el presidente de la Cámara..
Sin señales de que Mayorkas vaya a renunciar, los republicanos de la Cámara de Representantes señalan que están dispuestos a seguir adelante, aunque muchos de sus miembros se muestren incómodos con el planteamiento.
De hecho, McCarthy tiene que equilibrar las demandas de su base para una acción agresiva con las preocupaciones de los miembros más moderados, muchos de los cuales ocupan escaños en los distritos decisivos para su estrecha mayoría. Y algunos de los que ocupan escaños más seguros aún no están convencidos de que el Partido Republicano deba seguir por esa vía.
“Está claro que la gestión de la frontera sur ha sido incompetente”, dijo a CNN el representante Dusty Johnson, republicano de Dakota del Sur. “Ese no es el umbral de la Constitución para un juicio político, sino el de los delitos graves y menores… Me gustaría pensar en el estándar legal que la Constitución ha establecido y si se ha cumplido o no”.
Si pierde más de cuatro votos del Partido Republicano en una resolución de juicio político, el esfuerzo fracasaría en la Cámara y podría suponer una gran vergüenza para el liderazgo del Partido Republicano. Hasta ahora ya perdió un voto: el representante Tony Gonzales, de Texas, que dijo que se opondría a la iniciativa y varios otros miembros están lejos de estar convencidos de que se justifique acusar a Mayorkas de cometer un delito grave, aunque crean que ha hecho un trabajo mediocre al ayudar a proteger la frontera sur.
“¿Ha sido totalmente deshonesto con la gente? Sí. ¿Ha fracasado miserablemente en su trabajo? Sí”, dijo el representante Mario Díaz-Balart, republicano de Florida, refiriéndose a Mayorkas. “¿Son motivos para un juicio político? No lo sé”.
De hecho, los republicanos de los distritos indecisos están instando a sus colegas a no precipitarse hacia un juicio político, que estaría muerto antes de llegar al Senado y podría desanimar al pueblo estadounidense si se percibe que el partido se está extralimitando.
“La frontera es un desastre y un fracaso total de la administración de Biden. Primero deberíamos intentar forzar el cambio a través de nuestro poder presupuestario”, dijo a CNN el representante Don Bacon, que representa a un distrito de Nebraska ganado por Biden. “Quizá después de más supervisión veamos qué opina la clase media de Estados Unidos, pero no creo que los votantes independientes e indecisos estén interesados en los juicios políticos”.
McCarthy arremetió contra los problemas en la frontera este martes cuando fue cuestionado sobre su advertencia preelectoral de que Mayorkas podría ser sometido a un juicio político por la Cámara por la preocupación del Partido Republicano sobre las fronteras.
“¿Debería esa persona seguir en su puesto? Bueno, yo he planteado que no debería. Lo que podemos hacer es investigar, y luego esa investigación podría llevar a una investigación de destitución”, dijo McCarthy a CNN, añadiendo que podría “llegar a esa ocasión” de una destitución si se descubre que Mayorkas es “negligente” en sus funciones.
Artículos redactados
Durante la primera semana de trabajo de su nueva mayoría, el congresista Pete Fallon, republicano de Texas, presentó artículos de destitución para Mayorkas por los problemas en la frontera sur, y el congresista Andy Biggs, republicano de ultraderecha de Arizona, prometió volver a presentar una resolución similar en las próximas semanas, que podría servir de modelo para un eventual procedimiento de destitución.
La resolución de Fallon afirma que Mayorkas ha “socavado el control operativo de nuestra frontera sur y fomentado la inmigración ilegal”, y también sostiene que mintió al Congreso al afirmar que la frontera era segura.
Los demócratas dicen que los republicanos amenazan con destituir a Mayorkas por razones puramente políticas, y afirman que las disputas políticas difícilmente alcanzan el nivel de “delitos y faltas graves”.
Mayorkas ha testificado ante el Congreso en numerosas ocasiones desde que asumió su cargo, y su agencia dice que está totalmente preparada para seguir cumpliendo con la supervisión de la Cámara de Representantes, liderada por el Partido Republicano. Hasta ahora, no ha habido solicitudes formales de audiencias o testimonios, ya que las comisiones del Congreso siguen trabajando para ponerse en marcha, aunque los republicanos enviaron el año pasado numerosas cartas y solicitudes de preservación denotando sus planes para la mayoría.
En un comunicado, una portavoz de Mayorkas dejó claro que no tiene planes de dimitir y pidió al Congreso que se una para arreglar el sistema de inmigración del país.
“El secretario Mayorkas se enorgullece de impulsar la noble misión de este Departamento, apoyar a su extraordinaria plantilla y servir al pueblo estadounidense. El Departamento continuará nuestro trabajo para hacer cumplir nuestras leyes y asegurar nuestra frontera, mientras construimos un sistema de inmigración seguro, ordenado y humano”, dijo su portavoz en un comunicado. “Los miembros del Congreso pueden hacer algo mejor que señalar con el dedo a otra persona; deben venir a la mesa y trabajar en soluciones para nuestro sistema roto y leyes obsoletas, que no han actualizado en más de 40 años”.
Sin embargo, hay indicios de que el impulso está ganando fuerza entre los republicanos de la Cámara.
La resolución de Fallon ha atraído el apoyo de varios republicanos que antes se abstenían de pedir la destitución, como el representante Dan Crenshaw, republicano de Texas y miembro de la Comisión de Seguridad Nacional, y la representante de Oklahoma Stephanie Bice, nueva miembro del equipo de liderazgo del Partido Republicano, lo que indica que la idea no está aislada del ala marginal del partido.
Fallon tampoco había apoyado la destitución de Mayorkas hasta este Congreso. Fallon dijo que introdujo los artículos sobre la destitución para ayudar a que “la pelota empiece a rodar”, pero sigue creyendo que es clave mostrar a la opinión pública estadounidense por qué cree que Mayorkas merece ser destituido de su cargo.
“Es importante, es una emergencia, hay que romper el vaso, realmente hay que llevarlo adelante, y luego vamos a tener una investigación adicional”, dijo Fallon a CNN. “Aunque por eso presenté los artículos, siempre puedes quedarte sentado y no hacer nada con ellos. Con esto empieza a rodar la pelota, vamos a dar a Mayorkas la oportunidad de defenderse a sí mismo y a su departamento”.
Mientras tanto, los presidentes de las principales comisiones prometen celebrar audiencias sobre la crisis en la frontera sur y preparan planes para convocar a funcionarios a entrevistas. El representante republicano Jim Jordan, de Ohio, que dirige la poderosa Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, donde se originarían los artículos de impugnación, sugirió que el tema sería una de las primeras audiencias cuando su panel se ponga en marcha.
Los líderes del Partido Republicano son conscientes de que solo pueden permitirse perder a cuatro republicanos en una votación, y quieren construir un caso exhaustivo para la destitución que pueda convocar a todo el partido. Pero la presión ya está aumentando sobre McCarthy, que ha envalentonado a los miembros de su flanco derecho en su intento de reclamar el mazo del presidente, e incluso les ha dado una poderosa herramienta para pedir su destitución si no escucha sus demandas.
El representante Chip Roy, republicano de Texas y uno de los principales negociadores en el pulso por la presidencia de McCarthy, que fue el primero en pedir la destitución de Mayorkas, declaró a CNN: “He sido muy público sobre mi creencia de que ha violado su juramento, que ha socavado nuestra capacidad de defender nuestro país”.
La derecha dura lidera la acusación
Las principales comisiones que participarían en la creación de un caso contra Mayorkas están presididos por miembros de la línea dura del grupo parlamentario Freedom Caucus de la Cámara de Representantes: Jordan y el representante de Tennessee, Mark Green, recién elegido líder de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.
Parte de la campaña de Green para convertirse en presidente se ha centrado en cómo responsabilizará a la administración de Biden de la frontera sur. Green declaró a CNN que tiene un “plan en cinco fases” para profundizar en la cuestión.
“Y si resulta que (la destitución) es necesaria, se la derivaremos al Poder Judicial”, dijo Green. “Tendremos un papel de investigación”.
También se ha hablado de celebrar audiencias sobre el terreno en la frontera sur, mientras los republicanos planean seguir haciendo visitas allí, como hicieron en el último Congreso.
Jordan dijo a los periodistas que los problemas fronterizos serán probablemente una de sus primeras audiencias como presidente de la Comisión Judicial. Pero una fuente cercana a Jordan, que se ha convertido en un estrecho aliado de McCarthy, advirtió que no seguirán adelante con el juicio político a menos que el partido esté totalmente de acuerdo
Y está claro que los republicanos de la Cámara de Representantes aún no llegan a ese punto.
El representante novato Mike Lawler, que representa a un distrito de Nueva York ganado por Biden, dijo a CNN poco antes de jurar su cargo: “Creo que la máxima prioridad es hacer frente a la inflación y al costo de la vida… No quiero ver lo que vimos durante el gobierno Trump, en la que los demócratas se limitaron a perseguir incesantemente al presidente y a la administración”.
Pero hay algunos republicanos en los distritos de Biden que ya están mostrando su apoyo a los artículos de destitución para Mayorkas, lo que sugiere que la política podría estar moviéndose en la dirección del Partido Republicano.
El representante Nick Langworthy, otro republicano de Nueva York, se encuentra entre los 26 representantes que han firmado los artículos de destitución de Fallon hasta el momento.
Otro republicano neoyorquino en su primer año, Anthony D’Esposito, también ha expresado su apoyo a la destitución de Mayorkas.
D’Esposito sostiene que muchos agentes de Aduanas y Protección de Fronteras están cansados de la dirección desde arriba.
“Ellos son los que te dirán sin rodeos que el secretario Mayorkas no está cumpliendo su juramento y que no está garantizando la seguridad de nuestro país”, añadió.
Por su parte, la representante Nancy Mace, también republicana y procedente de un distrito en disputa de Carolina del Sur, dijo que Mayorkas tiene que irse.
“Cuando uno levanta la mano y jura proteger la frontera de nuestro país, y de forma intencionada y deliberada se desentiende de hacer ese trabajo, debería perderlo”, dijo Mace, que señaló la afluencia de drogas a través de la frontera sur. “De cualquier modo, el secretario Mayorkas tiene que irse”.
Los republicanos de la Cámara de Representantes, que desde hace tiempo desean destituir a Mayorkas, han intentado mantener la presión sobre sus líderes, celebrando una conferencia de prensa el mes pasado e instando a McCarthy a que explique más explícitamente su postura sobre el tema antes de que le voten como presidente.
McCarthy viajó a la frontera sur poco después de las elecciones de noviembre, donde pidió a Mayorkas que dimitiera y lo amenazó con un posible proceso de destitución, aunque no ha prometido explícitamente que vaya a seguir ese camino.
Pero incluso si se aprueba una resolución de destitución en la Cámara de Representantes, conseguir una mayoría de dos tercios en el Senado para condenar a Mayorkas no tiene prácticamente ninguna posibilidad de éxito. Algunos republicanos del Senado, como el senador John Thune, de Dakota del Sur, se mostraron reticentes a respaldar esa medida. Y los demócratas rechazan rotundamente la idea.
“Una acción maravillosamente constructiva”, dijo sarcásticamente el senador Chris Coons, demócrata de Delaware, cuando se le preguntó por las conversaciones sobre la destitución.
Coons añadió rápidamente: “Creo que sería una enorme pérdida de tiempo”.