(CNN) – RowVaughn Wells, madre de Tyre Nichols, el hombre negro de 29 años que murió a causa de las heridas que sufrió durante una parada de tráfico policial en Memphis a principios de este mes, dice que los policías implicados han “avergonzado a sus propias familias” y “han avergonzado a la comunidad negra”.
Wells habló con Don Lemon, de CNN, este viernes por la mañana en su primera entrevista desde que los cinco agentes implicados fueron acusados penalmente.
“Han puesto a sus propias familias en peligro. Han avergonzado a sus propias familias. Han avergonzado a la comunidad negra”, dijo entre lágrimas. “Lo siento por ellos. De verdad. Lo siento mucho por ellos, porque no tenían por qué hacer esto”.
Los cinco expolicías, todos negros, son Tadarrius Bean, Demetrius Haley, Justin Smith, Emmitt Martin y Desmond Mills, Jr. Todos ellos fueron despedidos del Departamento de Policía de Memphis el 20 de enero. Cada uno enfrenta cargos de homicidio intencional sin premeditación, agresión con agravantes, dos cargos de privación ilegal de la libertad con agravantes, dos cargos de conducta indebida de un funcionario y un cargo de represión de un funcionario.
Los agentes detuvieron a Nichols el 7 de enero por conducción imprudente y se produjo un “enfrentamiento”, según la policía. El 10 de enero, tres días después de la parada de tráfico, la Oficina de Investigación de Tennessee (TBI, por sus siglas en inglés) anunció que Nichols había muerto a causa de las heridas sufridas en un “incidente de uso de la fuerza con los agentes”, según un comunicado. La jefa de la policía de Memphis, Cerelyn “CJ” Davis, declaró este viernes que desde entonces las autoridades no han podido encontrar nada que corrobore la causa probable de conducción imprudente por parte de Nichols antes del fatal encuentro.
Nichols fue sometido y maltratado por los agentes, afirma Wells. “Golpearon a mi hijo como a una piñata”, dijo. “Esos hombres, si combinas sus pesos, todos ellos, eran más de 450 kg, golpeando y golpeando a una persona de 68 kg hasta la muerte”, dijo.
Wells dice que quiere que los “malos agentes” sean retirados de la policía.
“La gente intenta decir que los negros solo perseguimos a los policías blancos. Eso no es cierto”, dijo. “Nos da igual el color del agente. Queremos que se retire del cuerpo a los malos policías. Sabemos que hay muchos agentes excelentes, lo sé… Pero también hay agentes malos. Y esos son de los que tenemos que deshacernos”.
“Le dieron una paliza”
Wells contó la desgarradora historia de cuando la policía acudió a su puerta tras la paliza que sufrió su hijo y cómo se enteró de las devastadoras lesiones que él tenía.
Dice que la policía de Memphis “golpeó” su puerta la noche del 7 de enero y le dijo que Nichols había sido detenido por conducir bajo los efectos del alcohol. La policía, afirma, le informó que habían tenido que utilizar gas pimienta y una pistola eléctrica con él y que sería trasladado al hospital luego de ser atendido por paramédicos.
Wells afirma que la policía atribuyó el uso de su fuerza a la “energía sobrehumana” de Nichols, quien les dificultó ponerle las esposas. “Lo que describían no era mi hijo”, afirma.
En un principio, la policía negó su petición de ir al hospital con Nichols, afirma Wells. No fue hasta alrededor de las 4 de la madrugada cuando recibió una llamada de un médico pidiéndoles a ella y a su marido que fueran a ver a Nichols al hospital, donde lo atendían por sus heridas.
“El médico me dijo que mi hijo había sufrido un paro cardíaco y que sus riñones estaban fallando”, explica. “Esto no se corresponde con el hecho de que alguien fuera electrocutado o rociado con gas pimienta”, como le había dicho la policía.
“Cuando mi esposo y yo llegamos al hospital y vi a mi hijo, él ya se había ido. Lo habían hecho papilla”, dijo Wells.
Las heridas de su hijo eran muy graves y estaba inconsciente, dice.
“Tenía moretones por todas partes. Tenía la cabeza hinchada como una sandía. Tenía el cuello destrozado por la hinchazón. Le rompieron el cuello. La nariz de mi hijo parecía una S”, dice. “Le dieron una paliza. Y cuando vi eso supe que mi hijo se había ido, el fin. Aunque hubiera vivido, habría sido un vegetal”.
“Ahora que estoy atando cabos, creo que intentaban encubrirlo cuando llegaron a mi puerta”, añadió. “Yo sabía que algo no estaba bien. Simplemente no entendía por qué detuvieron a mi hijo en primer lugar”.
Un video policial muestra una brutal paliza
La entrevista de Wells se realizó mientras Estados Unidos se prepara para conocer el video de la detención y paliza que sufrió Nichols. La jefa de policía Davis dijo que el video muestra “actos que desafían a la humanidad” y “un desprecio por la vida”. La funcionaria comparó las imágenes con la paliza mortal que la policía propinó a Rodney King en Los Ángeles en 1991.
Wells dice que no pudo ver el video completo de la detención y paliza de su hijo. El abogado de la familia, Ben Crump, señaló que una de las últimas cosas que Nichols hizo en el video fue llamar a gritos a su madre.
“La llama tres veces”, dijo Crump a Wells durante la entrevista del viernes. “Gritos desgarradores por su madre”.
“Era un niño de mamá”, dijo Wells, con la voz desgarrada por el dolor. “Ese niño me quería a muerte. Tiene mi nombre tatuado en el brazo”.
Rodney Wells, padrastro de Nichols, dice que no quería que su esposa viera el video, pero sus abogados le pidieron que intentara verlo todo lo que pudiera.
“Ella oyó una palabra y tuvo que salir de la habitación”, dijo Rodney Wells. “Y eso fue cuando lo sacaron inicialmente del auto y dijo: ‘¿Qué hice?”.
Rodney Wells describió el resto del enfrentamiento que quedó en video.
“Procedieron a sacarlo del auto e intentaban forcejear con él para tirarlo al suelo”, dijo. “Y él se asustó. Así que fue lo suficientemente atlético como para salir de su situación y correr, y estaba tratando de correr a casa, porque estaba a tres cuadras de la casa cuando lo detuvieron”.
Rodney Wells dice que vio en el video cómo los agentes utilizaban un palo metálico retráctil para golpear a su hijastro.
“Los vi sacar eso y empezar a golpear a mi hijo con ello”, dijo. “Vi a los agentes golpearlo, vi a los agentes darle patadas. Un agente le dio un par de patadas como si fuera un balón de fútbol”.
Dice que le sorprendió ver que, aunque había unos 10 agentes en el lugar, nadie intentó intervenir ni ofrecer ayuda a Nichols.
“Nadie intentó detenerlo, ni siquiera después de que lo golpearan y lo apoyaran contra el auto, nadie le prestó ayuda de ningún tipo”, dijo. “Andaban por ahí, fumando cigarrillos como si todo estuviera tranquilo y como, ya sabes, alardeando de lo ocurrido”.
“Estaba sentado allí, y luego se desplomó. Un agente se acercó a él y le dijo: ‘Siéntate, hijo de p***a’, mientras estaba esposado. Así que tuvo que volver a levantarse, se desplomó de nuevo y volvieron a levantarlo, pero nadie le prestó ayuda”, continuó.
“Vi salir a algunos bomberos, que se limitaron a dar vueltas y nadie le prestó ayuda, y se supone que están formados en primeros auxilios”, dijo.
“Ninguna madre debería pasar por esto”
La madre de Nichols describió a su hijo como un “alma hermosa” que “impactó a mucha gente”.
“Siempre bromeo, porque entrará a la casa y dirá ‘hola padres’, y nunca volveré a oír eso”, dijo. “Nunca volveré a cocinar para mi hijo. Nunca volveré a recibir un abrazo de mi hijo. No volveré a recibir nada de mi hijo, solo porque unos agentes decidieron que querían hacerle daño”.
“Ninguna madre debería pasar por esto”, dijo. “Todavía estoy tratando de entender todo esto y tratando de darle sentido a todo esto. Ahora mismo sigue siendo como una pesadilla”.
“No tengo a mi bebé. Nunca volveré a tener a mi bebé”, dijo Wells.
Las declaraciones de la familia han pintado un cariñoso retrato de Nichols, que era el menor de cuatro hermanos y un cariñoso padre para su propio hijo de 4 años. Trabajaba en FedEx y era un apasionado de la fotografía y la patineta.
“Sé que era una buena persona. Y que todo esto… todo lo bueno de Tyre saldrá a la luz y eso es lo que me hace seguir adelante porque siento que mi hijo fue enviado aquí en una misión de Dios”, dijo Wells.
“Su misión ha terminado. Se acabó”, dijo Wells. “Y fue enviado de vuelta a casa. Y Dios no va a dejar que el nombre de ninguno de sus hijos se vaya en vano. Así que, cuando todo esto termine, va a ser algo bueno y algo positivo porque mi hijo era una persona buena y positiva”.
– Amanda Watts contribuyó con este reportaje.