(CNN) – Rex Heuermann salió de su oficina cerca del Empire State Building y paseó por una Quinta Avenida aún bulliciosa mientras se ponía el sol en una calurosa tarde de jueves en Manhattan.
Este arquitecto de 59 años, entre cuyos clientes se encontraban Catholic Charities, American Airlines y otros inquilinos del aeropuerto internacional John F. Kennedy, aparece en un video obtenido por WABC, afiliada de CNN, caminando tranquilamente al final de su jornada laboral. Llevaba un bolso colgado del hombro y la mano izquierda en el bolsillo cuando se le acercan varios hombres con traje oscuro y corbata.
Heuermann, alto y corpulento, sobresalía por encima de los agentes del orden que le rodeaban. Mientras los transeúntes paseaban tranquilamente por la avenida, fue detenido sin incidentes en relación con una investigación por homicidio que lleva 13 años e implica a jóvenes víctimas femeninas en la costa sur de Long Island.
“Sí, por fin llegó el día en que alguien tan… depravado de corazón que mataría a individuos, individuos inocentes en la flor de sus vidas, sus jóvenes vidas, sea finalmente llevado ante la justicia”, declaró este viernes la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul. “Esperamos que esto traiga justicia a este individuo, pero también paz a las familias”.
Ese día llegó -por fin- años después de un libro de no ficción superventas, un drama de Netflix y un podcast sobre un largo misterio de asesinato que llegó a los titulares nacionales y se conoció como los asesinatos de Gilgo Beach.
Heuermann está acusado de tres cargos de homicidio con premeditación por los asesinatos de Melissa Barthelemy en 2009, y Megan Waterman y Amber Costello al año siguiente, según el fiscal del distrito del condado de Suffolk.
El presunto asesino vivía una doble vida en un pueblo de Long Island a poca distancia en auto de donde se encontraron sus restos, dijeron los fiscales.
Heuermann, que dijo a su abogado que no es el asesino, es también el principal sospechoso de la desaparición y muerte en 2007 de una cuarta mujer, Maureen Brainard-Barnes, según una solicitud de libertad bajo fianza presentada por la fiscalía del condado de Suffolk. Aún no es acusado en el caso.
Las víctimas, que trabajaban como acompañantes, llegaron a ser conocidas como las “Cuatro de Gilgo”.
El viernes, a Heuermann se le ordenó prisión sin fianza tras declararse inocente durante una primera comparecencia ante el tribunal.
Heuermann lloró tras su detención.
“Yo no hice esto”, le dijo a su abogado designado por el tribunal, Michael Brown.
Un avance crucial en el caso se produjo en enero, cuando los investigadores tomaron una muestra de restos de pizza que Heuermann tiró a la basura frente a su oficina de Manhattan, según la solicitud de libertad bajo fianza.
Las pruebas de ADN lo relacionaron con un pelo hallado en el saco de arpillera donde se encontraron los restos de Waterman.
Una doble vida
Heuermann, hijo de un ingeniero aeroespacial, vivía con su esposa y sus hijos en el acogedor pueblo de Massapequa Park, al otro lado de la bahía donde se encontraron los restos, en el extremo sureste del condado de Nassau.
En una entrevista en video publicada en Internet el año pasado, cuando la policía del condado de Suffolk formó un grupo de trabajo interinstitucional para investigar los casos que llevaban mucho tiempo sin resolverse, Heuermann dijo que nació y se crió en Long Island. Trabajaba como consultor de arquitectura en Manhattan desde 1987.
“Me dedico a la resolución de problemas arquitectónicos y a las negociaciones con el departamento de construcción”, explicó Heuermann.
“Cuando un trabajo que debería ser rutinario de repente deja de serlo, recibo la llamada”, añadió.
Su padre se ganaba la vida construyendo satélites, contó Heuermann al entrevistador. Su padre también construía muebles en un taller de la casa en la que Heuermann creció y aún vive con su familia.
A la pregunta de qué le ha enseñado su trabajo sobre sí mismo, Heuermann respondió: “Creo que me ha enseñado más sobre cómo entender a la gente. Lidiar con los aspectos técnicos es algo que una persona puede aprender… Pero es la gente, cómo son todos tan diferentes y cómo tratas con la gente, creo que es uno de los aspectos más interesantes que ha surgido de esto”.
RH Consultants & Associates fue fundada por Heuermann y constituida en sociedad en 1994, según el sitio web de la empresa.
Al final de su vídeo online, Heuermann se puso unas gafas de sol y posó para un selfie con su entrevistador.
“¿Sabe sonreír?”, le preguntó Heuermann.
“Eso es”, respondió, indicando que sonreía.
Armando un rompecabezas complejo
Los investigadores tardaron casi 15 años en localizar a Heuermann.
Lo relacionaron por primera vez con los asesinatos el año pasado mientras realizaban una revisión de pruebas bajo un grupo de trabajo recién formado, que incluía al Departamento de Policía del Condado de Suffolk, la Oficina del Sheriff del Condado de Suffolk, la Policía del Estado de Nueva York y el FBI.
En marzo de 2022, los investigadores descubrieron que un Chevrolet Avalanche de primera generación -el mismo tipo de camioneta que un testigo creía que conducía el asesino de Costello- estaba registrado a nombre de Heuermann en el momento de los asesinatos, según la solicitud de libertad bajo fianza.
Armados con más de 300 citaciones y órdenes de registro, los investigadores empezaron a acercarse a Heuermann.
Las pruebas revelaron que el asesino utilizó teléfonos desechables para ponerse en contacto con las víctimas. Los investigadores descubrieron que las llamadas a las víctimas procedían de lugares relacionados con Heuermann.
Los investigadores dijeron que redujeron los registros de las torres de telefonía móvil de miles de posibles individuos a cientos y luego a un puñado de personas. Se centraron en los residentes que coincidían con la descripción física facilitada por un testigo que había visto al asesino.
Los miembros del grupo de trabajo también averiguaron que Heuermann vivía cerca de un emplazamiento de telefonía móvil de Long Island y trabajaba cerca de emplazamientos de telefonía móvil de Nueva York de donde procedían otras llamadas.
Según la solicitud de libertad bajo fianza, durante el verano de 2009 se realizaron desde el teléfono de Heuermann una serie de llamadas “provocadoras” en las que un hombre admitía haber matado y agredido sexualmente a Barthelemy a los miembros de su familia desde las inmediaciones de la oficina de Heuermann en el centro de Manhattan.
Heuermann también utilizó teléfonos desechables para contactar con trabajadoras sexuales o salones de masaje, según la solicitud de libertad bajo fianza. Y creó nombres falsos para una cuenta de correo electrónico utilizada para buscar “trabajadoras sexuales, pornografía sádica relacionada con la tortura y pornografía infantil”, según la solicitud de libertad bajo fianza.
Una cuenta de correo electrónico ficticia se utilizó para enviar selfies “para solicitar y concertar actividad sexual”. Otra se utilizó para buscar podcasts y documentales sobre la investigación, así como “imágenes en las que aparecían las víctimas asesinadas y miembros de sus familias inmediatas”, según la solicitud de libertad bajo fianza.
Entre marzo de 2022 y el 23 de junio, Heuermann utilizó la misma cuenta para realizar más de 200 búsquedas sobre asesinos en serie y artículos sobre el grupo de trabajo que investigaba los asesinatos de Gilgo Beach, según la solicitud de libertad bajo fianza.
Un trapo, un hueso y una madeja de pelo
Un avance clave en el caso se produjo cuando los investigadores recuperaron el ADN de Heuermann de la corteza de pizza de una caja arrugada que tiró a un contenedor de basura de Manhattan en enero.
El examen inicial de los restos óseos de Waterman reveló un cabello masculino de la “parte inferior de la arpillera” que el asesino utilizó para envolver su cuerpo, según los fiscales. El análisis del ADN que se encontró en la víctima y en la pizza demostró que las muestras coincidían.
Además, según la solicitud de libertad bajo fianza, se encontraron cabellos de la mujer de Heuermann en tres de las víctimas o cerca de ellas. El ADN se recogió de botellas que había en un cubo de basura fuera de la casa de Heuermann.
Los cabellos se encontraron en 2010 y se habían degradado. Las pruebas de ADN en ese momento no arrojaron resultados, pero las recientes pruebas de ADN mitocondrial permitieron a los investigadores establecer la conexión, según Tierney.
La esposa y los hijos de Heuermann estaban fuera del estado cuando se cree que las tres mujeres fueron asesinadas, dijo Tierney. Los investigadores dijeron que el pelo de su esposa pudo haber sido transferido a las víctimas desde su ropa.
Las autoridades, al temer que Heuermann podría ser avisado de que estaban cerca, lo arrestó la noche de este jueves.
“Estábamos jugando ante un partido de uno”, dijo Tierney a los periodistas. “Sabíamos que el responsable de estos asesinatos nos estaría mirando”.
En busca de un cierre
El caso comenzó con la búsqueda de una mujer desaparecida en 2010, lo que llevó al descubrimiento de múltiples conjuntos de restos humanos en Gilgo Beach.
Para cuando se encontraron los restos de la mujer desaparecida, Shannan Gilbert, un año después, se habían recuperado al menos 10 conjuntos de restos humanos en dos condados de Long Island.
Los restos de Gilbert fueron hallados este martes, a unos 400 metros del lugar donde se encontró su bolso la semana anterior.
Tierney dijo este sábado que el trabajo del grupo de trabajo no ha terminado.
“Hay muchas otras víctimas en esa zona”, dijo a CNN. “Hay muchas familias de víctimas que quieren un cierre. Así que se trabaja para eso”.
Las autoridades creen que la muerte de Gilbert, cuya desaparición llevó al descubrimiento de las otras víctimas, pudo ser accidental y no estar relacionada con los otros asesinatos.
Los restos de las cuatro de Gilgo se encontraron en unos arbustos a lo largo de un tramo de 400 metros de Ocean Parkway, en Oak Beach, durante un periodo de dos días en 2010.
Los restos óseos de Barthelemy fueron descubiertos cerca de Gilgo Beach el 11 de diciembre. Barthelemy, que era trabajadora sexual, fue vista por última vez el 12 de julio de 2009 en su apartamento cuando le dijo a una amiga que iba a ver a un hombre, según una página web del condado de Suffolk sobre los asesinatos.
Los restos de otras tres mujeres se encontraron el 13 de diciembre de 2010: Brainard-Barnes, que se anunciaba como escort en Craigslist y fue vista por última vez a principios de junio de 2007 en Nueva York; Amber Lynn Costello, que también se anunciaba como escort y fue vista por última vez saliendo de su casa de North Babylon a principios de septiembre de 2010; y Waterman, que también se anunciaba como escort y fue vista por última vez a principios de junio de 2010 en un Holiday Inn Express de Hauppauge.
Heuermann fue sorprendido cuando lo roderaon los agentes y pusieron bajo custodia cerca de su oficina la noche de este jueves, según Tierney.
Al hablar de la detención, el comisario de policía del condado de Suffolk, Rodney Harrison, dijo este viernes: “Rex Heuermann es un demonio que camina entre nosotros. Un depredador que arruina familias. Si no fuera por los miembros de este grupo de trabajo, hoy seguiría en las calles”.
Kristina Sgueglia, Brynn Gingras, John Miller, Samantha Beech, Steve Almasy, Laura Dolan, Aya Elamroussi, Caroll Alvarado y Emma Tucker, de CNN, contribuyeron a este reportaje