(CNN Español) – Mientras la guerra civil en Siria se expandía por la región, mientras Estados Unidos intentaba por última vez vencer en Afganistán, y mientras separatistas se levantaban con el apoyo de Rusia en el este de Ucrania, antecedente directo de la invasión actual, a finales de 2014 estallaba otro conflicto en Yemen, el país más pobre de Medio Oriente.
Aquella guerra civil de alcance regional aún continúa, casi una década después, en la sombra de estos otros conflictos y casi en segundo plano, ya habiendo desatado una crisis humanitaria en el país que no parece estar cerca de acabar.
Y ahora, el conflicto se ha enlazado con la guerra entre Israel y Hamas iniciada el 7 de octubre, a medida que los rebeldes hutíes aumentaron sus ataques a buques comerciales en el mar Rojo en supuesta venganza contra Israel y Estados Unidos y el Reino Unido respondieron con una serie de ataques a objetivos hutíes en Yemen.
¿Pero cómo comenzó, quiénes se enfrentan y qué relación guarda con Gaza?
Yemen se encuentra en la punta sur de la península arábiga, con costas en el mar Rojo y el Golfo de Adén, y tiene fronteras con Arabia Saudita y Omán.
Con una población de unos 30 millones —donde predomina el islam sunita—, Yemen es el país más pobre del Medio Oriente, de acuerdo con el Banco Mundial.
El inicio de la guerra civil en Yemen
Durante gran parte de los siglos XX y XXI el país estuvo afectado por inestabilidad política y la violencia, y a partir de los 2000 la situación empeoró primero con la presencia de células de al Qaeda —la llamada al Qaeda en la Península Arábiga, que motivó una operación militar con drones de Estados Unidos— y luego con el levantamiento de los hutíes, una minoría chiita que proviene del norte del país y reclamaba más representación en el gobierno liderado por sunitas en 2014.
Los hutíes protagonizaron una serie de protestas contra el presidente de Yemen, Abdurabu Hadi, a mediados de 2014, que derivaron en violencia. Y en enero de 2015 los rebeldes tomaron el palacio presidencial en la capital, Saná, forzando al gobierno de Yemen, reconocido por la comunidad internacional y con apoyo de EE.UU., a trasladarse a Adén.
A continuación, una coalición de países árabes liderada por Arabia Saudita intervino militarmente en favor del Gobierno de Yemen y contra los hutíes, que reciben apoyo de Irán. Además, al Qaeda en la Península Arábiga continúa con sus operaciones, constituyendo una tercera facción.
La guerra de Yemen ha sido descrita como la peor crisis humanitaria del mundo, y es considerada tanto como un conflicto civil, que ha casi desintegrado al país, como un enfrentamiento mayor entre Arabia Saudita e Irán.
Trascendió ciertamente las fronteras y se convirtió en un conflicto regional, con ataques lanzados por los hutíes contra blancos en Arabia Saudita, y bombardeos constantes del territorio controlado por hutíes por parte de la coalición árabe, de la que forma parte también Emiratos Árabes Unidos, que han causado un enorme sufrimiento a la población civil.
El conflicto en Yemen, hoy
La guerra, estancada, continúa actualmente y en enero de 2022 al menos 67 personas murieron en un bombardeo de la coalición liderada de Arabia Saudita contra un centro de detención en la localidad de Saada, según declaró a CNN el portavoz de Save the Children, Amjad Yamin.
El bombardeo tuvo lugar luego de que los hutíes reivindicaran oficialmente la responsabilidad de un ataque en Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, que dejó tres muertos una semana antes, según dijo la agencia estatal saudí Al-Ekhbariya.
Pero aunque el año comenzó con violencia, en abril las partes acordaron un alto al fuego a nivel nacional —el primero desde 2016—, con mediación de las Naciones Unidas y Estados Unidos que permitirá abastecer con combustible y ayuda humanitaria a las regiones controladas por hutíes.
La tregua, inicialmnte de dos meses, fue bienvenida por Arabia Saudita e Irán y extendida hasta octubre. Se trató de la iniciativa de paz más importante desde el inicio de la guerra en 2014, que a pesar e haber conluido abrió las puertas a nuevas negociaciones entre los hutíes, Irán y Arabia Saudita.
La conexión con Gaza
Pero aunque la intensidad del conflicto civil en Yemen parece haber menguado en los últimos meses, las tensiones han vuelto a escalar luego de que los hutíes comenzaran a atacar a buques mercantes en el mar Rojo poco después de iniciada la guerra en Gaza.
Los hutíes han apoyado públicamente a los palestinos en el pasado y han organizado protestas en Yemen contra Israel. El 19 de octubre, apenas dos semanas del ataque terrorista de Hamas contra Israel que dio inicio a la guerra, un buque de guerra de Estados Unidos derribó misiles balísticos y drones disparados hacia Israel desde Yemen.
Desde entonces ha habido más lanzamientos y ataques a buques mercantes, así como también el despliegue de buques de guerra de Israel y Estados Unidos en el mar Rojo.
El jueves, Estados Unidos y el Reino Unido lanzaron ataques contra múltiples objetivos hutíes en áreas de Yemen controladas por este grupo, una respuesta significativa después de que el gobierno de Biden y sus aliados advirtieran que el grupo militante respaldado por Irán sufriría las consecuencias de los repetidos ataques con drones y misiles contra la navegación comercial en el mar Rojo.
Los ataques de los hutíes se dan, además, en paralelo a las acciones de otro grupo apoyado por Irán, Hezbollah, en el Líbano, al tiempo que continúan los combates en gaza entre Hamas e Israel, enemigo de Irán.
El costo de la guerra en Yemen
De acuerdo con el Proyecto de Datos de Eventos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED, por sus siglas en inglés), más de 150.000 personas han muerto como resultado del conflicto desde el 2015, incluyendo 14.500 civiles. Aunque el ACLED registra una tendencia a la baja en la violencia en los últimos años, los niveles siguen siendo altos.
La crisis humanitaria, por otro lado, no tiene parangón. Según el Programa Mundial de Alimentos (WFP) de la ONU, se estima que 20 millones de personas en Yemen están pasando hambre y sufren desnutrición, de una población total de 30 millones.
La situación general en el país se ha complejizado con la llegada del covid-19, que puso más presión sobre el sistema de salud.
Además, cerca de 4 millones de personas se han convertido en desplazados internos, señala la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Unocha).
“Aunque Yemen tenía vulnerabilidades preexistentes, el carácter cada vez más prolongado del conflicto ha provocado el colapso económico, el aumento de la pobreza y la ruptura de los sistemas nacionales de protección social y de las redes de seguridad comunitarias”, dice Unocha.
Nota del editor: este artículo fue publicado originalmente en diciembre de 2023 y actualizado en enero de 2024.
Con información de Hakim Almasmar, Judith Vonberg, Nima Elbagir, Ryan Browne, Nadeen Ebrahim, Nada Altaher, Bianca Britton, Celine Alkhaldi, Mostafa Salem, Haley Britzky y Lianne Kolirin.