(CNN) – Mientras Israel avanza con su ofensiva terrestre, los palestinos desplazados dentro de Gaza describen hacinamiento, precios altísimos en los alimentos, niños hambrientos y condiciones sanitarias deficientes, en medio de severas limitaciones a la entrada de alimentos y suministros al enclave costero.
CNN habló por teléfono con varias personas que intentan sobrevivir en la ciudad sureña de Rafah, adonde han huido decenas de miles, a pesar de que ya es la parte más densamente poblada de Gaza.
“La forma en que me las arreglo es mendigando aquí y allá y recibiendo ayuda de cualquiera”, dijo Abu Misbah, un trabajador de la construcción de 51 años que intenta mantener a una familia de 10 personas.
Las verduras y las frutas son inasequibles, afirmó. Sus hijos pidieron naranjas, pero él no pudo comprarlas.
“Nunca antes habíamos pasado por esta situación. Éramos una familia de clase media”, dijo. “Ahora, desde la guerra, compramos dátiles que antes encontrábamos gratis en todas partes. Queremos una solución a nuestro miserable sufrimiento”.
Él, como la mayoría de los demás en la bloqueada Gaza, enfrenta lo que los grupos de ayuda advierten que es una hambruna inminente. Toda la población de Gaza ya ha sido clasificada en estado de crisis, según la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC).
Israel cerró su frontera con Gaza y lanzó una intensa campaña de bombardeos en respuesta a los ataques de Hamas del 7 de octubre, seguidos de una invasión terrestre en curso. Los combates han desencadenado una crisis humanitaria en todo el territorio palestino, obligando a miles de personas a abandonar sus hogares.
Esta semana Israel amplió su operación bélica hacia el sur de Khan Younis, advirtiendo a los residentes que evacuaran la zona. La Organización de las Naciones Unidas, por su parte, advierte que los habitantes de Gaza no tienen ningún lugar seguro adonde ir.
“¿Qué clase de vida es esta?”
Umm Omar, de 50 años, también está desplazada en Rafah y vive en una tienda de campaña con su familia. Durante la tregua, regresaron brevemente a casa solo para encontrar todas las ventanas y paneles solares rotos, y la cocina destruida.
“Somos nueve personas en una tienda de campaña de dos metros por un metro”, dijo. “Hemos comprado esta tienda de campaña nosotros mismos; nadie nos ayudó ni nos la proporcionó”.
Omar dijo que se las arreglaban con comida enlatada y estimó que la mayoría de los alimentos eran al menos cuatro veces más caros que antes de la guerra. También es difícil encontrar medicamentos.
“La vida es difícil y humillante; la palabra humillante ni siquiera se acerca a describirlo”, dijo a CNN.
Mahmoud Harara solía ganarse la vida vendiendo productos en un carrito. Ahora, este hombre de 47 años, de Al-Shujaiya, también se encuentra en Rafah, viviendo con ocho miembros de su familia en las calles, incluidos cinco niños en edad escolar.
“Mi casa quedó destruida y dos de mis hijos resultaron heridos en un ataque a nuestra casa”, dijo.
Como miles de personas más, la familia vive en una tienda de campaña improvisada hecha de nailon y deambula por las calles en busca de comida. Salieron de casa sin pertenencias y sin colchones para la tienda. Harara dijo que su familia no recibía ayuda y que el precio de los alimentos estaba “más allá de lo imaginable… Tu hijo te pide un trozo de pan y no puedes proporcionárselo. ¿Qué clase de vida es esta?”
Harara dijo que camina tres kilómetros hasta un hospital para poder ir al baño. La falta de saneamiento para los desplazados que ahora se encuentran hacinados en partes del sur de Gaza ha causado la propagación de enfermedades contagiosas y respiratorias.
También es extremadamente difícil acceder al agua potable y sus hijos pasan frío por las noches, indicó. Ninguno de los miembros de la familia ha podido ducharse en varias semanas.
Grupos de ayuda advierten sobre condiciones de hambruna
En los últimos días, se ha visto a multitudes de civiles desesperados por alimentos rodeando los camiones de ayuda que llegan a Gaza. Naciones Unidas aseguró que la situación humanitaria en el sur de Gaza se deteriora y advirtió que el volumen de ayuda que ingresa al enclave “sigue siendo lamentablemente inadecuado”.
Los niños más pequeños de Gaza enfrentan un alto riesgo de desnutrición grave y muerte evitable a medida que el riesgo de hambruna continúa aumentando, según un comunicado de UNICEF la semana pasada.
La organización de ayuda a la infancia estimó que en las próximas semanas, “al menos 10.000 niños menores de cinco años sufrirán la forma de desnutrición más peligrosa para sus vidas, conocida como emaciación severa, y necesitarán alimentos terapéuticos”.
“La amenaza de morir de hambre ya es real” para muchas familias en Gaza, añadió la UNICEF.
Un informe del IPC de la misma semana concluyó que aproximadamente la totalidad de los 2,2 millones de residentes de Gaza se enfrentan ahora a un hambre aguda y que toda la población de la Ciudad de Gaza está clasificada en estado de crisis: la proporción más alta de personas que enfrentan niveles catastróficos de inseguridad alimentaria aguda que la iniciativa IPC ha clasificado alguna vez.
“Muchos adultos pasan hambre para que los niños puedan comer”, informó el IPC, y afirmó que se debe restablecer el acceso humanitario en toda la región para permitir la entrega rápida de ayuda que salvaría vidas.
La organización añadió que “el IPC ha enfatizado que estas condiciones no tienen por qué persistir. La advertencia de ayer sobre la hambruna en las próximas semanas y meses aún puede evitarse. Pero debemos actuar ahora”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha dicho repetidamente que es necesario un alto al fuego para entregar ayuda a gran escala a la población de Gaza y ha advertido que se está llevando a cabo una posible “catástrofe con consecuencias potencialmente irreversibles”.
“En medio de constantes bombardeos por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel, y sin refugio ni lo esencial para sobrevivir, es probable que el orden público se desmorone pronto debido a la desesperada situación, haciendo imposible incluso la asistencia humanitaria limitada”, advirtió.