(CNN) –– Jack Teixeira, el miembro de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts acusado de publicar una gran cantidad de informes de inteligencia altamente clasificados y otros documentos confidenciales en redes sociales, se declaró culpable este lunes de retener y difundir intencionalmente información de defensa nacional.
Teixeira, de 22 años, aceptó su responsabilidad en los seis cargos que enfrenta en virtud de la Ley de Espionaje, durante una audiencia celebrada este lunes.
Además, acordó reunirse con miembros de la comunidad de inteligencia y del Departamento de Defensa, según información judicial, así como entregar todos los documentos relevantes que tiene o cuya ubicación conoce.
A cambio, los fiscales informaron que le pedirán al juez que imponga una pena de 200 meses de prisión, o más de 16 años. Si bien la pena es alta, esta recomendación de sentencia resulta mucho menor que la posible condena a décadas de prisión que Teixeira podría haber enfrentado si no hubiera llegado a un acuerdo. Los fiscales también prometieron no acusar al joven de cargos adicionales en virtud de la Ley de Espionaje, según documentos judiciales.
“Jack Teixeira nunca podrá acercarse a una información clasificada por el resto de su vida”, dijo el fiscal federal para el distrito de Massachusetts, Josh Levy, en una conferencia de prensa luego de que el joven se declarara culpable.
“Esta declaración de culpabilidad implica responsabilidad y supone una medida de cierre a un capítulo que creó daños profundos a la seguridad de nuestra nación”, dijo Matt Olsen, fiscal general adjunto para seguridad nacional del Departamento de Justicia.
La sentencia final la decidirá en última instancia un juez federal en septiembre. El nativo de Massachusetts ha estado bajo custodia desde que lo arrestaron, en abril de 2023.
La filtración de los documentos sacudió al mundo de la inteligencia cuando salieron a la luz por primera vez el año pasado. La filtración generó dudas sobre el proceso de investigación de secretos del Gobierno de Estados Unidos, mientras los funcionarios intentaban saber cómo un especialista en informática de 21 años que, según los fiscales, tenía un arsenal de armas y un historial de retórica violenta, pudo obtener una autorización de seguridad ultrasecreta.
También reveló lo que fuentes de defensa e inteligencia calificaron en ese momento como “debilidades evidentes” en la forma en que el Pentágono salvaguarda sus secretos más sensibles.
Teixeira estuvo entre sus dos abogados defensores cuando se declaró culpable, el lunes por la mañana. Llevaba un uniforme naranja de prisión y un rosario alrededor del cuello. Detrás de él se sentaban seguidores y familiares, incluido su padre.
Según documentos judiciales, Teixeira dirigía una oscura sala de chat en la plataforma de redes sociales Discord llamada “Thug Shaker Central”, donde los miembros publicaban memes y hablaban sobre armas y religión.
Mientras trabajaba en una base militar en Cape Cod, Teixeira supuestamente realizó búsquedas no autorizadas en bases de datos gubernamentales a pesar de las repetidas advertencias de sus superiores de que no lo hiciera. Primero comenzó a publicar mensajes con información clasificada en el chat de Discord, según los fiscales, y finalmente difundió fotografías de documentos marcados como clasificados.
Los documentos, algunos de los cuales han sido revisados por CNN, incluían una amplia gama de información altamente clasificada, entre ellas escuchas a aliados y adversarios clave, así como evaluaciones contundentes sobre el estado de la guerra entre Rusia y Ucrania. Los fiscales señalan que los documentos que publicó Teixeira también incluyen información sobre las cuentas de una empresa estadounidense anónima que resultaron comprometidas por un “adversario extranjero”, así como un documento que analiza un “complot de un adversario extranjero para atacar a las fuerzas estadounidenses en el extranjero”.
La jueza Indira Talwani leyó en voz alta los detalles de las acciones de las que se acusa a Teixeira ––y la información que se le acusa de filtrar–– durante la audiencia del lunes. También le preguntó a Teixeira si tenía “algún desacuerdo” con las acusaciones.
“No, su señoría”, dijo Teixeira.
“Cualquier desacuerdo… de que cada uno de esos documentos estaba clasificado como ultrasecreto, y que la divulgación no autorizada podría afectar razonablemente la seguridad nacional”, preguntó la jueza.
Teixeira respondió: “No, su señoría”.
Los fiscales dicen que, después de que se hiciera pública la filtración, Teixeira destruyó sus dispositivos electrónicos y obtuvo un nuevo número de teléfono, así como una nueva dirección de correo electrónico. Fue detenido en su casa de Massachusetts aproximadamente una semana después.
Tras esa acusación, la Fuerza Aérea de EE.UU. sancionó a 15 personas que “intencionalmente no informaron” sobre la alerta documentada en relación al comportamiento de Teixeira antes de las filtraciones, incluido el comandante de la unidad de Teixeira que fue relevado de su mando.
Afuera del tribunal federal de Boston, el abogado de Teixeira, Michael Bachrach, dijo que su cliente se declaró culpable de “hacer lo correcto” y “en absoluto” está vendiendo secretos clasificados a gobiernos extranjeros.
En una declaración a CNN, la familia de Teixeira dijo que “es increíble pensar que Jack alguna vez estaría involucrado en algo tan serio, pero él ha asumido la responsabilidad de su parte en esto y aquí estamos”.