(CNN) – Chicos, hablemos de hombre a hombre.
A menudo nos obsesionamos con el sexo y nuestro rendimiento, pero ¿cuántos toman medidas para asegurarse de estar en plena forma a largo plazo? Si no cuidamos nuestra salud hoy, no disfrutaremos de una vida sexual sana mañana. Es fundamental pensar en la salud sexual para evitar arrepentimientos en el futuro. Prepararse para el futuro es fundamental.
La salud sexual es una parte vital del bienestar general. El estrés crónico, una dieta inadecuada, la falta de ejercicio y otros factores relacionados con el estilo de vida pueden afectar considerablemente a la salud sexual. Si tienes problemas persistentes, no dudes en consultar a un médico. Una intervención temprana puede evitar que problemas menores se conviertan en obstáculos importantes. Buscar ayuda es un signo de fortaleza, y un profesional sanitario puede proporcionar la orientación y las opciones de tratamiento que necesitas para disfrutar de una buena función sexual durante toda la vida.
Los efectos del estrés elevado
Ya sea como consecuencia de problemas personales o laborales, el estrés crónico contribuye en gran medida a la disminución de la libido y la disfunción eréctil. Con el estrés, el cuerpo produce niveles elevados de cortisol, una hormona que puede interferir en la producción de testosterona. Los estudios han demostrado que los hombres con problemas emocionales o estrés son más propensos a experimentar disfunción sexual en forma de eyaculación precoz, disfunción eréctil y/o bajo deseo sexual.
Es fundamental incorporar a la rutina diaria actividades que reduzcan el estrés: ejercicio regular, meditación, sueño adecuado y aficiones que disfrutes. Buscar ayuda profesional de un terapeuta también puede proporcionar estrategias de afrontamiento eficaces.
Lo que comes
Los malos hábitos alimenticios pueden conducir a la obesidad, la diabetes y problemas cardiovasculares, factores que pueden afectar negativamente a la función sexual. Las investigaciones indican que los hombres con un perímetro de cintura superior a 40 pulgadas corren un mayor riesgo de padecer síndrome metabólico, que está relacionado con la disfunción eréctil. Adoptar una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras y cereales integrales puede marcar una diferencia sustancial. Limitar el consumo de alcohol y evitar los alimentos ultraprocesados puede mejorar aún más tu salud sexual. (En pocas palabras, cuanta más comida rápida comas, más rápido perderás tu vida sexual).
Cómo te mueves
La falta de actividad física es perjudicial para la salud del corazón, que es crucial para mantener la función sexual. El ejercicio regular ayuda a mejorar el flujo sanguíneo, que es esencial para lograr y mantener una erección. Los estudios indican que los hombres que hacen ejercicio con regularidad presentan una mejor función eréctil en comparación con los inactivos.
La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad vigorosa a la semana, junto con ejercicios de entrenamiento de fuerza, para mantener el cuerpo en plena forma. Cuanto más ejercicio hagas en el gimnasio, más podrás hacer en el dormitorio.
Si fumas
Fumar es una de las principales causas de disfunción eréctil debido a su impacto negativo en los vasos sanguíneos y el flujo sanguíneo. Las toxinas de los cigarrillos pueden dañar el revestimiento de los vasos sanguíneos, reduciendo el flujo de sangre al pene. Las investigaciones demuestran que los hombres fumadores tienen el doble de probabilidades de desarrollar disfunción eréctil que los no fumadores. Dejar de fumar puede mejorar considerablemente tu salud sexual. Existen recursos como la terapia de sustitución de nicotina, los grupos de apoyo y el asesoramiento para ayudarte a dejar de fumar.
Cómo duermes
Los trastornos del sueño, incluida la apnea del sueño, pueden afectar gravemente a los niveles de testosterona y provocar disfunción sexual. Un estudio reveló que los hombres con apnea del sueño grave tenían niveles de testosterona significativamente más bajos que los que no padecían esta afección. Es esencial dar prioridad a una buena higiene del sueño. Si sospechas que padeces un trastorno del sueño, consulta a un médico para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento adecuados, que pueden incluir cambios en el estilo de vida o intervenciones médicas.
Problemas de salud mental
Los problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad, pueden tener un profundo impacto en el deseo y el rendimiento sexual. Alrededor del 20% de los pacientes con ansiedad y hasta el 40% de los hombres con depresión afirman experimentar algún tipo de disfunción sexual. Los trastornos mentales pueden provocar una disminución de la libido y dificultades para lograr o mantener una erección. Buscar ayuda de profesionales de la salud mental puede ser muy beneficioso. La terapia y la medicación pueden mejorar significativamente tanto la salud mental como la función sexual.
Desequilibrios hormonales
Los desequilibrios hormonales, en particular los niveles bajos de testosterona, pueden afectar negativamente a la salud sexual. Los niveles de testosterona disminuyen de forma natural con la edad, pero trastornos como el hipogonadismo pueden acelerar este proceso. Los estudios sugieren que alrededor del 20% de los hombres mayores de 60 años tienen niveles bajos de testosterona. Las revisiones periódicas con un médico pueden ayudar a controlar los niveles hormonales. Los tratamientos pueden incluir cambios en el estilo de vida, medicamentos o terapia hormonal sustitutiva para restablecer el equilibrio.
Efectos secundarios de ciertos medicamentos
Ciertos medicamentos, incluidos los que se toman para la hipertensión y la depresión, pueden causar disfunción sexual como efecto secundario. Los betabloqueadores, por ejemplo, pueden disminuir la libido y provocar problemas de erección. Es importante comentar los posibles efectos secundarios con el médico. Puede que te ajusten la dosis o te cambien a otra medicación que tenga menos efectos sobre la salud sexual.
Enfermedades crónicas
Las enfermedades crónicas como la diabetes, las cardiopatías y las enfermedades renales pueden afectar significativamente a la función sexual. Los hombres diabéticos, por ejemplo, tienen tres veces más probabilidades de sufrir disfunción eréctil que los no diabéticos. Es fundamental controlar eficazmente las enfermedades crónicas con la ayuda de un profesional sanitario. Para ello, hay que seguir los tratamientos prescritos, mantener un estilo de vida saludable y realizarse un seguimiento periódico para mantener las enfermedades bajo control.
Problemas de pareja
Los problemas en una relación pueden causar estrés y disminuir el deseo sexual. Los problemas de comunicación, los conflictos no resueltos y la falta de intimidad pueden contribuir a la disfunción sexual. La comunicación abierta con tu pareja es clave para abordar estos problemas. Considera la posibilidad de acudir a terapia de pareja para resolver los problemas subyacentes y mejorar tu relación y tu salud sexual.
Conclusión
Chicos, cuidar su salud sexual no consiste sólo en evitar los problemas de hoy, sino en asegurarse de que están preparados para la acción mañana y después. Piénsalo: ¿cuántas veces te has estresado por el rendimiento pero has ignorado los aspectos básicos que te mantienen en el juego? Es hora de hacer un cambio.
Controlar el estrés, comer bien, mantenerse activo y abandonar malos hábitos como el tabaco son los cimientos de una vida sexual sana. No son palabras vacías: son pasos que puedes dar ahora para asegurarte de no quedarte fuera de juego más adelante. Y si tienes problemas persistentes, no te resistas solo. Hablar con un médico no es admitir la derrota; es hacer una jugada inteligente.
No hay mejor momento para centrarse en el bienestar que el Mes Nacional de la Salud Masculina, que se celebra en junio. Este mes está dedicado a alentar a los hombres a tomar las riendas de su salud y a hacer los cambios necesarios para mejorar sus vidas. Aprovecha esta oportunidad para programar ese chequeo que has estado posponiendo, comenzar una nueva rutina de ejercicios o buscar ayuda para cualquier problema de salud que hayas estado ignorando.
Tienes un cuerpo y una vida: asegúrate de que ambos están en perfectas condiciones.
Nota del editor: El Dr. Jamin Brahmbhatt es urólogo y cirujano robótico de Orlando Health y profesor adjunto de la Facultad de Medicina de la Universidad de Florida Central.