(CNN) – En los buenos y en los malos momentos, en la salud y en la enfermedad, los beneficios de la amistad entre mujeres son física y psicológicamente innegables.
La investigación demuestra lo que muchas mujeres saben intuitivamente que es cierto, afirma Danielle Bayard Jackson, autora del nuevo libro “Fighting for Our Friendships: The Science and Art of Conflict and Connection in Women’s Relationships”.
Pero estas relaciones no están exentas de dificultades.
“Navegar por las relaciones con otras mujeres puede parecer una mina terrestre sabiendo que, en cualquier momento, puedes desanimar a alguien, herir sus sentimientos o cruzar la línea”, escribe Jackson en su libro.
Educadora sobre la amistad y coach de mujeres, Jackson analiza las complejidades de las relaciones entre mujeres para comprender su fragilidad y ayudar a las mujeres a formar y mantener amistades más sanas.
Hablé con la autora y presentadora del podcast “Friend Forward” sobre esa precariedad y las formas tangibles en que puedes invertir en tus propias amistades.
Esta conversación fue editada y condensada para mayor claridad.
CNN: ¿Qué hace que las mujeres se sientan unidas, platónicamente, y por qué nuestras relaciones pueden sentirse tan frágiles?
Danielle Bayard Jackson: Al estudiar la investigación sobre las amistades de las mujeres, me di cuenta que no importaba qué disciplina estuviera estudiando –antropología, sociología, psicología, sociolingüística– siempre que se hablaba de diferencias de género y diferencias sociales, seguía viendo que surgían las mismas tres cosas.
Las tres cosas que hacen que las mujeres se sientan muy unidas y conectadas son el apoyo, la simetría y el secreto (tres “s”: support, symmetry and secrecy, en inglés), que yo llamo las tres afinidades de la amistad femenina. Estas son también las cosas que pueden hacer que nuestras amistades se sientan frágiles.
Lo primero que buscan las mujeres en sus amistades del mismo sexo es apoyo emocional. Apoyo es proporcionar ayuda emocional y actos de solidaridad. El problema es que se trata de algo muy subjetivo. Y a menudo no expresamos el apoyo que necesitamos porque creemos que decirlo en voz alta va a desvirtuar la química que se supone que tenemos, como si tu amiga debiera saber lo que necesitas.
Cuando conocemos a alguien nuevo -una mujer nueva- y nos ofrece algún tipo de acto de apoyo, aunque sea pequeño, empezamos a mirarla como diciendo: “Oh, vale, es agradable”. Esto es lo que nos une, pero cuando falta, también puede separarnos.
La segunda es la idea de simetría, que implica sentimientos de igualitarismo y reciprocidad en una amistad. Una de las tres principales quejas que escucho de las mujeres sobre sus amistades es que sienten que ellas inician más el contacto o dan más que su amiga. Esta falta de simetría también puede manifestarse en comentarios como: “Siento que ya no la conozco. No somos iguales”. La sensación de simetría en una amistad es muy importante para nosotros.
Y, por último, el secreto, que no se refiere necesariamente a secretos literales. Se refiere a la sensación de que tú y yo estamos en una esfera exclusiva en la que nos revelamos recíprocamente. Lo que mantiene unidas las amistades entre mujeres es “yo comparto, tú compartes”.
Estos tres conceptos tienden a unirnos. Cuando una amiga percibe la ausencia de una de estas cosas o un desequilibrio, ahí empieza la mayoría de los problemas que tienen las mujeres con sus amistades. Puede ser un pequeño punto de tensión o la disolución completa de la amistad.
Reforzar cada uno de estos ámbitos, especialmente el apoyo, son formas de mantener la amistad con otras mujeres. Y también tienes que sentirte cómoda compartiendo lo que necesitas. Eso no le resta a la amistad ni a la química. En cualquier otra relación, esperamos tener que comunicarnos. Pero en la amistad, es como si asumiéramos que debería ser fácil, natural y orgánico. Y eso es un mito que mata las relaciones.
CNN: ¿Qué recomiendas hacer cuando sientes que se está gestando un conflicto con una amiga?
Jackson: Primero, analiza tu actitud general y tu historia con los conflictos. Dependiendo de cómo fuera la cultura del conflicto en tu hogar en la infancia, puede que la gente no hablara de las cosas y simplemente se alejara. Puede que tú tampoco estés acostumbrada a abordar los conflictos.
Recuérdate que el conflicto sano es bueno, y a menudo es un requisito previo para la intimidad platónica que dices querer. Después de todo, ¿quién no quiere tener una amistad en la que puedas ser tú misma y hablar con autenticidad? Eso incluye plantear cuestiones sobre cosas que te incomodan o sobre los límites y necesidades que tienes.
Cuando se trata de conflictos, guardarte las cosas limita la cercanía que puedes experimentar con otras personas. Por lo tanto, un conflicto sano es algo bueno. Y los estudios demuestran que, al superar un conflicto sano, la gente también suele sentirse más cercana. Si tienes eso en cuenta, puede ayudarte a inclinarte hacia el conflicto.
La segunda cosa que me gusta decir a la gente para animarles o motivarles a plantear cuestiones en una amistad es que las personas adecuadas quieren saber cómo quererte.
Si vas a hablar de algo difícil con una amiga, te sugiero que empieces con vulnerabilidad. A menudo hago un ejercicio con los clientes en el que les pregunto cuál es la razón principal por la que no quieren tocar el tema con su amiga. En la conversación con tu amiga sobre un conflicto, puedes empezar con esa razón, debería ser tu primera frase.
Podría ser como decirle a una amiga: “Lo último que quiero es que las cosas se pongan tensas entre nosotras” o “lo último que quiero es que esto se complique e implique a nuestros amigos en común, pero hay algo en lo que he estado pensando últimamente”. Le estoy haciendo saber que planteo el tema en beneficio de nuestra amistad, y eso puede hacer que la gente esté menos a la defensiva. Lo hago por nosotras. No te estoy atacando.
Cuando plantee la cuestión, voy a centrarme en el impacto en lugar de en el comportamiento. No voy a decir: “Haces esto, esto y aquello, es muy molesto”. Voy a señalar un hecho que está sucediendo y cuál es el impacto en mí.
CNN: ¿Cómo sabes si ha llegado el momento de dejar una amistad?
Jackson: Hay un par de cosas. Tal vez te das cuenta de que te aferras a la amistad solo por el tiempo que han sido amigas y la historia que comparten, pero no quieres ni pensar en salir con ella y lo sientes como una obligación. Creo que merece la pena analizarlo.
Si descubres que te da miedo ser tú misma y compartir tus opiniones y expresar tus pensamientos porque podría haber algún tipo de consecuencia (que esa persona te castigara o tomara represalias o te menospreciara por mostrarte auténtico), creo que también merece la pena analizarlo.
Si no te gusta quién eres cuando estás con alguien, también es algo a tener en cuenta.
Por último, si después de pasar el rato te sientes agotada -como si te hubiera costado mucho trabajo escuchar sus quejas negativas o te hubiera estado chismoseando o menospreciando-, eso podría ser una señal de que ha llegado el momento de dejarla ir.
CNN: ¿Cómo cambió el trabajo para este libro sus amistades personales?
Jackson: Los estudios sobre la amistad, la conexión, el conflicto y la resiliencia me han hecho valiente en mis amistades. Y han mejorado gracias a ello.
Me siento valiente para iniciar cosas sin esperar el rechazo. Me siento valiente para acercarme a una mujer que me parece interesante sin tener miedo. Me siento valiente para plantear un problema a un amigo sin temer que eso signifique que se va a acabar. Y gracias a esa valentía, he notado que mis propias amistades son mucho más satisfactorias.
– Terry Ward, escritora independiente afincada en Florida, vive en Tampa, donde cuenta con la suerte de estar rodeada de las mejores vecinas convertidas en amigas que una chica podría desear.