(CNN) – Como inversor de capital riesgo, J. D. Vance pregonaba repetidamente sus principios rectores a la hora de invertir en una empresa: una empresa no sólo debe generar beneficios, también debe ayudar a las comunidades estadounidenses.
Por eso, dijo, invirtió en AppHarvest, una startup que prometía un futuro de alta tecnología para la agricultura y para los trabajadores del este de Kentucky. Durante cuatro años, Vance fue uno de los primeros inversores, miembro del consejo de administración y promotor público de esta empresa de agricultura de interior.
“No es sólo una buena oportunidad de inversión, es un gran negocio que está marcando una gran diferencia en el mundo”, proclamó Vance en una entrevista en Fox Business el día en que la empresa salió a bolsa en febrero de 2021.
El año pasado AppHarvest se declaró en quiebra tras enfrentarse a una deuda de cientos de millones de dólares.
El auge y la caída de la empresa, y el papel de Vance en ella, van en contra de su imagen de defensor de la clase trabajadora, una imagen que le ayudó a catapultarse a lo más alto de la candidatura republicana como compañero de fórmula de Donald Trump.
Una revisión de CNN de documentos públicos, y entrevistas con una docena de exempleados, muestra que AppHarvest no sólo fracasó como negocio después de perseguir un rápido crecimiento, sino que también proporcionó una experiencia de trabajo sombría para muchos de los habitantes de Kentucky de clase trabajadora que Vance ha prometido ayudar.
Los empleados de AppHarvest afirmaron que se veían obligados a trabajar en condiciones extenuantes dentro del invernadero de la empresa, donde las temperaturas alcanzaban a menudo los 37,7 °C. Las quejas presentadas ante el Departamento de Trabajo de EE.UU. y un regulador de Kentucky entre 2020 y 2023 muestran que los trabajadores alegaron que no les daban suficientes descansos para beber agua y que no les proporcionaban el equipo de seguridad adecuado. Algunos trabajadores afirmaron haber sufrido golpes de calor o lesiones, aunque los inspectores estatales no detectaron infracciones.
A pesar de prometer puestos de trabajo locales, la empresa acabó contratando a trabajadores inmigrantes de México, Guatemala y otros países, según declararon a CNN numerosos antiguos empleados.
Aunque Vance abandonó el consejo de administración de AppHarvest y lanzó su carrera política en 2021, siguió siendo inversor y promotor de la empresa. Para cuando juró su cargo el año pasado, la empresa que había aclamado como una gran oportunidad estaba sumida en demandas interpuestas por accionistas enfadados por la caída en picada del precio de sus acciones y las acusaciones de fraude.
Varios antiguos empleados declararon a CNN que pensaban que Vance y otros miembros del consejo deberían haber reconocido y respondido a las señales de advertencia de que los directivos de la empresa estaban engañando al público y a sus propios inversores.
Para algunos, la entusiasta promoción de la empresa por parte de Vance seguía una línea argumental demasiado familiar en la región. “El este de Kentucky es conocido por la gente que va y viene. Crean empresas y luego desaparecen”, afirma Anthony Morgan, extrabajador de AppHarvest. “No se preocuparon por nosotros”.
Un portavoz de Vance, Luke Schroeder, dijo en un comunicado que el senador de Ohio “no estaba al tanto de las decisiones operativas relativas a la contratación, los beneficios de los empleados u otras políticas del lugar de trabajo que se tomaron después de que él abandonara el consejo de AppHarvest. Como todos los primeros defensores, J. D. creía en la misión de AppHarvest y desea que la empresa hubiera tenido éxito”.
Inversor inicial
El éxito de ventas de sus memorias de 2016 “Hillbilly Elegy” hizo que Vance estuviera en lo más alto. Había aprendido a invertir en startups en Silicon Valley, donde trabajaba en la empresa del cofundador de PayPal, Peter Thiel. Thiel financiaría más tarde el propio fondo de capital riesgo de Vance y su candidatura al Senado por Ohio.
El cofundador de AOL Steve Case contrató a Vance en 2017 para ampliar su fondo de capital inicial Rise of the Rest, que buscaba invertir en mercados desatendidos. Vance, cuyo libro tenía como objetivo explicar la difícil situación del corazón olvidado de Estados Unidos, parecía la persona perfecta.
Al cabo de una semana de trabajo, Vance se reunió con el fundador de AppHarvest, Jonathan Webb, según relató Webb más tarde en una entrevista en un podcast de Fox News. Webb, originario de Kentucky, fundó la empresa porque vio en su estado la posibilidad de construir un centro de agricultura vertical de interior para el cultivo de frutas y verduras, a menos de un día en auto de la mayor parte de la población de Estados Unidos y donde abundaban el agua y la tierra.
Pero necesitaba dinero y se le acababa el tiempo.
Webb había agotado sus ahorros y llevado al límite sus tarjetas de crédito con AppHarvest. Según contó a Fox News, Webb convenció a Vance “para que le extendiera un cheque por US$ 150.000” para invertir en AppHarvest, junto con otros inversores, que desembolsaron US$ 50.000 cada uno.
Vance fue nombrado miembro del consejo de administración en marzo de 2017, según sus declaraciones en el Senado, aunque las declaraciones de valores de la empresa afirmaban que se unió en 2020.
Cuando Vance inició su propia empresa de capital riesgo con sede en Ohio, Narya, con US$ 93 millones en fondos, una de sus primeras inversiones reveladas públicamente fue en AppHarvest. En pocos años, Vance ayudó a dirigir millones de dólares en capital a la empresa y demostró ser un activo inestimable para Webb como promotor.
“En boca de todos”
De vuelta en Kentucky, Anthony Morgan dejó su trabajo en una planta local de autopartes en octubre de 2020 para unirse a AppHarvest como especialista en cuidado de cultivos, podando tomates en el nuevo mega invernadero de unas 24 hectáreas de la compañía en la ciudad de Morehead, al este de Kentucky.
Morgan, padre soltero, se sintió atraído por las prestaciones sanitarias de la empresa y, según declaró a CNN, aceptó un recorte salarial para unirse a la startup. También le atrajo la promesa más amplia que Webb vendía en frecuentes entrevistas en los medios de comunicación: una empresa comprometida con los Apalaches.
“AppHarvest estaba en boca de todos”, afirma Morgan. “Uno de sus principales argumentos era: ‘Queremos traer empleos al este de Kentucky. Por eso estamos aquí’”.
La empresa había prometido miles de empleos para “zonas de alto desempleo”, según una presentación a inversores de 2020. En aquel momento, gran parte del este de Kentucky había sido calificada de zona con dificultades económicas.
Las cosas empezaron bien, dice Morgan. El horario era manejable y las prestaciones eran mejores que las que podía esperar de otras empresas de la zona. Pero al cabo de unos meses, Morgan cuenta que se produjo un cambio notable en la cultura de la empresa.
La producción se retrasó y los trabajadores recibieron el mensaje de que debían acelerar el ritmo, explica Morgan. La empresa recortó costos, incluidas las prestaciones sanitarias pagadas por la empresa, y se encargó a los directivos que cumplieran cuotas de producción mucho más altas. Eso significaba más horas para los trabajadores y menos descansos en el brutal calor del invernadero.
“Creo que cuando más calor pasé llegó a los 128 °F (53,3 °C)”, afirma Morgan. “Un par de días a la semana aparecía una ambulancia y veías a gente salir en camillas para ir al hospital”.
Las condiciones se volvieron intolerables y los empleados empezaron a abandonar la empresa en masa, según declararon varios trabajadores a CNN. Morgan ayudó a organizar una protesta de empleados para exigir condiciones de trabajo más justas, y dijo que lo despidieron después de que se tomara tiempo libre para recibir atención médica por una lesión que dijo haber sufrido en el trabajo.
“Fue una pesadilla que nunca debería haber ocurrido”, dijo Morgan sobre su experiencia en general.
Condiciones de trabajo brutales
Shelby Hester, otra especialista en cuidado de cultivos, empezó a trabajar en AppHarvest en 2021. Hester, una recién graduada de la cercana Universidad Estatal de Morehead, había estado trabajando en una licorería.
Al igual que a Morgan, a Hester le atrajo el mensaje progresista y elevado de AppHarvest. Estaba convencida de que la empresa podría “llevarme a algún lugar en la vida”. Un reportaje de CNN de ese año sugería que la empresa ofrecía una visión de futuro de la agricultura sostenible.
La principal responsabilidad de Hester consistía en recolectar los tomates directamente de la planta. Destacó, a pesar del excesivo calor y las exigentes cuotas. Los trabajadores, dice, no recibían la protección adecuada.
“Tuve que traer mis propias mascarillas N95, porque me estaba enfermando por la cantidad de moho y cosas desagradables que había allí”, dijo Hester a CNN.
Sin embargo, fue el calor lo que hizo mella. Hester coincidió con Morgan en que el personal médico sacaba sistemáticamente a los trabajadores del invernadero porque sufrían síntomas de insolación. A los que iban al médico, les decían los jefes que un justificante médico no era razón suficiente para faltar al trabajo.
En al menos tres ocasiones, inspectores del gobierno estatal visitaron las instalaciones de AppHarvest, pero no emitieron ninguna citación, según muestran los documentos. Los inspectores señalaron que observaron o escucharon hablar de precauciones de seguridad durante sus visitas, como las pausas obligatorias por calor y la oferta de bebidas a los empleados.
Un portavoz del Gabinete de Educación y Trabajo de Kentucky dijo que las inspecciones no revelaron infracciones de las directrices nacionales recomendadas para proteger a los empleados de las enfermedades relacionadas con el calor, incluido el acceso regular a agua potable fresca, pausas para descansar y oportunidades para evitar las altas temperaturas.
Sin embargo, algunos antiguos trabajadores sostienen que las condiciones eran a veces inseguras. En un informe publicado el año pasado por Grist y el Kentucky Center for Investigative Reporting se detallan las denuncias de condiciones de trabajo duras.
La empresa también tuvo problemas con lo que muchos trabajadores describieron como mala gestión.
“Realmente no había dirección”, dijo Andrew Miller, otro exespecialista en el cuidado de cultivos en AppHarvest, que describió la formación de la empresa como “sólo tienes que averiguarlo sobre la marcha”.
Otro trabajador describió la formación como más ideológica que centrada en las tareas prácticas del día a día.
“Vimos una película narrada por David Attenborough, el famoso ecologista mayor”, dijo una exempleada llamada Bethany, que pidió a CNN que utilizara sólo su nombre de pila. “Pero no hablamos de cómo utilizar las plataformas elevadoras de tijera ni de lo que ocurría nuestro primer día”.
Cuando se le pidió un comentario, el director de reestructuración de la empresa, Gary Broadbent, escribió a CNN: “AppHarvest no tiene operaciones en curso y no está en condiciones de responder”.
Contratistas
A medida que los trabajadores abandonaban la empresa, AppHarvest los sustituía por trabajadores migrantes, según relataron a CNN numerosos exempleados. A principios del otoño de 2021, Hester describió una plantilla compuesta por muchos trabajadores de países como México y Guatemala.
Esa yuxtaposición con los mensajes públicos de la empresa sobre el empleo quedó en evidencia cuando el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, republicano de Kentucky, visitó el invernadero ese noviembre.
“Llevaron a Mitch McConnell al invernadero y enviaron a todos los trabajadores hispanos a casa antes de que llegara”, dijo Hester. “Luego procedió a dar un discurso sobre cómo estábamos quitando los puestos de trabajo a los mexicanos”. Al menos cinco trabajadores confirmaron a CNN el relato de Hester sobre la visita de McConnell.
El marido de Hester, Mitch Smith, que también trabajó en AppHarvest, dijo a CNN que a los inmigrantes se les mantenía separados del resto de trabajadores y que se les pedía que se marcharan cuando había visitas de los peces gordos.
AppHarvest reconoció la contratación de “trabajadores contratistas” en su informe anual de 2021 a la Comisión de Bolsa y Valores.
“Con el fin de prevenir cualquier posible escasez de mano de obra, hemos contratado trabajadores de fuera de la región para ayudar a completar nuestra próxima cosecha”, decía el informe. Una declaración del año siguiente afirmaba que la empresa tenía unos 500 empleados a tiempo completo y 414 contratistas independientes.
Un representante de la campaña de Vance remitió una declaración de un miembro del equipo directivo de AppHarvest que participó en las reuniones del consejo de administración de la empresa.
El alto directivo, que pidió el anonimato para hablar de intercambios confidenciales, dijo: “Las acusaciones formuladas contra AppHarvest no reflejan los asuntos tratados en las reuniones del consejo de administración durante el mandato de J. D., por razones obvias. AppHarvest aplicó sólidas políticas contra el calor cuando subieron las temperaturas en verano, meses después de la salida de J. D., siguió cubriendo el 100% de las primas del seguro médico de los empleados hasta mediados de 2022 y mantuvo una plantilla dedicada a los Apalaches durante toda su existencia”.
La caída
El día en que AppHarvest salió a la bolsa en febrero de 2021, sus acciones subieron tanto que su cotización se interrumpió brevemente debido a la volatilidad. Con una valoración total de más de US$ 1.000 millones, el crecimiento de la empresa había sido meteórico, impulsado por millones de capital riesgo, algunas celebridades, Martha Stewart formaba parte del consejo, y una historia convincente.
Pero pronto todo se vendría abajo.
En agosto, AppHarvest declaró pérdidas de US$ 32 millones en su segundo trimestre, atribuyéndolas a los bajos costos de los tomates en el mercado y a problemas de formación de los trabajadores. AppHarvest perdió más de tres cuartas partes de su valor en sus primeros seis meses como empresa pública.
Al mes siguiente llegó la primera demanda de los accionistas. En agosto de 2022, la empresa estaba luchando contra múltiples demandas. Algunos alegaban que los ejecutivos, incluido Webb, habían engañado a los reguladores y a los inversores al exagerar las cifras de contratación y retención de la empresa. Una demanda presentada por la Asociación de Jubilación del Condado de Plymouth, un fondo de pensiones para empleados como bomberos, conductores de autobús y custodios en Massachusetts, alegó que AppHarvest hizo “declaraciones falsas y/o engañosas” para impulsar artificialmente el precio de sus acciones.
Los directivos de AppHarvest negaron las acusaciones y llegaron a un acuerdo multimillonario con los inversores este año.
Vance no fue nombrado en ninguna de las demandas. Dejó el consejo de administración de la empresa en abril de 2021 y se presentó como candidato al Senado, aunque en ese momento todavía tenía más de US$ 100.000 invertidos en la empresa, según las declaraciones. Su empresa de capital riesgo, Narya, también siguió expresando públicamente su apoyo a la empresa.
AppHarvest se declaró en quiebra el año pasado, lastrada por una deuda de más de US$ 341 millones. En una declaración judicial, Broadbent afirmó que la empresa había experimentado una “importante crisis de liquidez” debido a unos rendimientos de las cosechas inferiores a los previstos, “unos costos superiores a los esperados y el endurecimiento de los mercados de renta variable y el descenso de los precios de las acciones”.
Una empresa con sede en Canadá compró o adquirió el arrendamiento de algunos de los invernaderos de AppHarvest.
En la campaña electoral de este verano, Vance ha promovido un programa de prosperidad económica. Durante su discurso en la Convención Nacional Republicana, habló de su historial personal de creación de empresas “para crear empleo en el tipo de lugares en los que crecí” y de la necesidad de “defender” a las empresas estadounidenses.
Estos comentarios suenan vacíos para algunos antiguos trabajadores de AppHarvest, que argumentan que la retórica de Vance como candidato a vicepresidente no se ajusta a la realidad que ellos vivieron.
“Al tomar la decisión de ir a trabajar a AppHarvest, como muchos de nosotros, el sustento se fue por el desagüe”, dijo Morgan. “Culpo a todos los inversores originales”.