(CNN) –– A pocas semanas de que zarpara el crucero mundial de nueve meses de Royal Caribbean en diciembre de 2023, el viaje ya se había convertido inesperadamente en el centro de una tormenta en redes sociales.
La perspectiva de pasar nueve meses en un barco de dos décadas de antigüedad y navegar hacia más de 60 destinos con cientos de desconocidos capturó la imaginación del público y los pasajeros comenzaron a publicar en TikTok. Parecía más la premisa de un reality show que el viaje de su vida.
Por un momento, parecía que todo el mundo, incluso si antes no sabía nada sobre los cruceros alrededor del mundo, estaba hablando sobre la embarcación de nueve meses y su potencial como un “reality show de la vida real”.
Los seguidores de redes sociales esperaban a ver cómo se desarrollaba este experimento social en el mar. ¿Habría romance, conflicto, drama, giros inesperados? “Todo puede pasar”, le dijo a CNN Travel en enero un usuario de las redes sociales, ND, que estaba siguiendo la historia desde tierra firme.
Nueve meses después, el viaje, bautizado como Ultimate World Cruise de Royal Caribbean, finalmente termina y llegará a su último puerto, Miami, este 10 de septiembre. Para marcar el final del viaje, CNN Travel se reunió con las personas a bordo para descubrir cómo fue pasar nueve meses viviendo en el mar con el mundo observándolos desde casa.
La perspectiva de los pasajeros
Los pasajeros que relataban cómo era crucero de nueve meses en TikTok iban desde un viajero solitario viudo de unos cincuenta años llamado Anthony McWilliams, que tenía como objetivo inspirar a sus seguidores a vivir la vida al máximo, hasta una influencer sudafricana de 26 años llamada Amike Oosthuizen, en quien siempre se podía confiar para obtener una visión glamorosa de la vida en el mar.
También en la mezcla estaba la adorable pareja de baby boomers Joe y Audrey Martucci, nuevos en las redes sociales y que publican bajo el nombre de usuario @spendingourkidsmoney. Las hermanas de cuarenta y tantos años Brandee Lake y Shannon Marie Lake demostraron cómo vivir con un hermano adulto y no volverse locas, mientras que un viajero de la generación Z conocido como Little Rat Brain publicó camarotes caóticos desde el mar.
La exempleada de la NASA Bobbi Waterman y su pareja Tam, que publican en @tam.and.bobbi, ganaron seguidores por hablar con franqueza sobre viajar como pareja LGBTQ+ y las experiencias de Bobbi como mujer trans. La viajera estadounidense Angie Linderman atrajo la atención después de hablar de forma conmovedora sobre su camino hacia el Ultimate World Cruise, que incluyó la muerte prematura de sus padres y el descubrimiento de que Linderman vive con el gen BRCA, lo que la hace más susceptible al cáncer de mama y de ovario.
Para aquellos que buscan una mirada detrás de escena de la vida a bordo, el miembro de la tripulación de Royal Caribbean, Julian Mendoza, también conocido como @cooljul1, hizo videos de “un día en la vida” a bordo, mientras que el artista Daniele Salvatore Arbisi logró que el capitán del barco apareciera en su cuenta @singing.sailor.
Cada persona ofreció una perspectiva diferente sobre el crucero. Estos múltiples puntos de vista quizás expliquen en parte la viralidad del viaje: había alguien con quien todos se podían identificar y existía la posibilidad de que hubiera personalidades conflictivas.
“Estás poniendo a todas estas personas en un barco durante nueve meses y cuando están en el océano, cuando están navegando, no hay escapatoria”, dijo la usuaria británica de redes sociales Beth Anne Fletcher, quien narró el crucero, en gran parte desde tierra, en su propia cuenta de TikTok, @livingmy_bethlife.
“¿Qué drama va a haber?”
A Fletcher no le sorprendió el atractivo viral del crucero.
“Si te interesan los viajes y también la psicología y la gente, ¿qué más podrías pedir?”, le dijo Fletcher a CNN Travel.
“Están todos juntos allí, pero también van a ver el mundo. Es casi como (el reality show) “Below Deck”, pero con un episodio de nueve meses”.
Aun así, para muchos de los pasajeros, el furor inicial en las redes sociales fue surrealista e inesperado. Joe Martucci no sabía cómo se deletreaba TikTok antes de publicar su primer video, animado por sus hijos. Incluso viajeros como Oosthuizen, que ya tenían una presencia establecida en TikTok, se quedaron impactados.
“Sinceramente, no pensé que explotaría tanto”, le comentó Oosthuizen a CNN Travel en enero.
Durante el primer mes en el mar, la fama viral resonó por todo el barco.
“De repente teníamos miles de millones de personas observándonos y diciendo: ‘¿Qué drama va a haber?’”, recuerda la pasajera conocida como Little Rat Brain (o LRB para abreviar), una estadounidense de 24 años que pidió que no se incluyera su nombre real en este artículo por razones de privacidad.
LRB dijo que entendía que parecía el “escenario perfecto para un reality show”.
“Es mucha gente en una zona pequeña donde prácticamente todo es gratis”, le explicó a CNN Travel. (Técnicamente, nada era gratis: el crucero de nueve meses costaba entre US$ 59.999 y US$ 117.599 por persona, pero en esa suma se incluían comidas y bebidas ilimitadas a bordo).
“Cualquier comida que quieras (…) Todo el alcohol que puedas desear (…) Realmente no tienes ninguna responsabilidad”, comentó LRB.
Al final, aquellos que estaban en casa esperando noticias impactantes del Ultimate World Cruise se quedaron en gran medida con ganas de más.
Los titulares anunciaron al menos una muerte a bordo, aunque es usual que los pasajeros mayores mueran por causas naturales en un viaje de varios meses. El barco también cambió de ruta de vez en cuando debido a eventos mundiales, protestas y fenómenos meteorológicos extremos, pero es común que los itinerarios planificados con años de anticipación cambien.
Aunque los que estaban a bordo a veces se irritaban entre sí, las personas que predijeron, como recuerda LRB, “que definitivamente iba a haber divorcios, alguien iba a ser arrojado por la borda”, aparentemente estaban equivocadas (aunque hubo rumores de divorcio durante los nueve meses).
Inevitablemente, el interés en redes sociales por el crucero disminuyó a medida que pasaban las semanas; después de todo, nada permanece viral durante nueve meses.
“Definitivamente vimos que el interés disminuyó”, dijo el pasajero Anthony McWilliams, y agregó que algunos viajeros “sufrieron un golpe emocional” cuando su alcance en redes sociales disminuyó.
También hubo un drama en TikTok: Amike Oosthuizen dijo que su cuenta fue baneada y luego eliminada.
“Dijeron que estaba vendiendo productos falsificados, cuando en realidad no estaba vendiendo nada”, le dijo a CNN Travel. Oosthuizen creó otra cuenta, que nunca alcanzó la vertiginosa cifra de más de seis millones de personas que vieron su primer video que narraba la travesía del Serenade of the Seas por el peligroso Pasaje de Drake.
Para muchos viajeros, la disminución del escrutinio digital fue un alivio.
“La atención se fue equilibrando a medida que avanzaba el viaje, lo que creo que fue bueno porque permitió que parte de la presión o energía en torno al viaje se normalizara y me permitió concentrarme más en esta experiencia”, le dijo la pasajera Angie Linderman a CNN Travel.
Aún así, incluso nueve meses después, Linderman todavía vio gente descubrir sus cuentas de redes sociales por primera vez.
“Todavía hay personas que encuentran mi página y se comunican conmigo porque también tienen BRCA o han perdido a un padre y quieren conectarse con alguien más que haya compartido esa experiencia”, dice.
Mientras algunos usuarios de TikTok abandonaron las historias el crucero, otros siguieron hasta el final, y vivieron indirectamente a través de los pasajeros mientras exploraban el mundo.
“La gente nos envió mensajes para decirnos: ‘Muchas gracias por llevarme con ustedes en este viaje’”, contó Audrey Martucci, de @spendingourkidsmoney, quien recuerda un momento surrealista cuando ella y su esposo fueron reconocidos por admiradores en Halifax, Canadá.
“Conozco gente que me ha acompañado durante los nueve meses”, dijo McWilliams. “Pero también hay gente que dice: ‘Oh, pensábamos que todos estaban muertos’”.
Establecer conexiones
Fletcher, quien seguía la travesía desde tierra, respondió al menguante interés público y publicó cada vez menos resúmenes de lo que pasaba en el barco.
Pero, a medida que comenzó a publicar sobre programas de telerrealidad reales, Fletcher continuó manteniéndose al día con las personas a bordo, construyó gradualmente relaciones con los pasajeros y se dio cuenta de que “estas personas simplemente están de vacaciones, pasándola bien”.
Cuando el Serenade of the Seas llegó a Southampton, en el Reino Unido, algunos de los pasajeros y la tripulación invitaron a Fletcher a subir a bordo.
“Fue un día muy surrealista, porque habíamos estado hablando de estas personas durante tanto tiempo, y luego pasar tiempo con ellas fue como estar con viejos amigos”, dice Fletcher.
Se hizo especialmente cercana a Joe y Audrey Martucci, a quienes sus seguidores apodan “mamá y papá de los cruceros”. La pareja hizo honor a su apodo y recibió a Fletcher con entusiasmo.
“Fue como conocer a uno de nuestros hijos”, dijo Joe sobre el día que pasaron juntos en Southampton.
“Beth Anne es una de esas personas con las que nos mantendremos en contacto, probablemente para siempre”, comentó Audrey. “Es una persona muy especial y estamos felices de ser sus amigos”.
Para Joe y Audrey, entablar amistad con una TikToker británica unos 20 años menor que ellos (que ni siquiera estaba a bordo del barco) fue una de las muchas conexiones inesperadas y especiales que hicieron en los últimos nueve meses.
Muchos de los pasajeros mencionan las amistades y la comunidad como parte integral de su experiencia a bordo del Serenade of the Seas. McWilliams llamó a sus compañeras de viaje Brandee y Shannon Lake sus “hermanas” y dijo que también se hizo amigo de Fletcher, así como de la usuaria de redes sociales ND, que pasó de seguir el crucero de forma virtual en su cuenta @nchimad a unirse al viaje durante una semana.
“Cuanto mayor eres, menos probabilidades tienes de hacer este tipo de amistades”, explicó McWilliams. “Somos muy afortunados”.
Little Rat Brain dijo que fue divertido ser parte de una “comunidad solidaria y creativa a bordo”, aunque bromea que la cacofonía de los teléfonos con cámara a veces le daba vibras de “Truman Show”.
Brandee Lake contó que entabló conexiones con varias personas a bordo de diferentes maneras: desde el amor compartido por las excursiones de aventura o el arte, hasta los viajeros mayores a quienes ve como sus “tías y tíos del barco”.
Lo que une a todos a bordo, dice Lake, es “el hilo conductor de esta increíble experiencia”.
Es una experiencia que, según sugirió Lake, “será difícil de comentar con la gente cuando bajemos del barco”.
El grupo también se ayudó entre sí durante los momentos más difíciles. Si bien vivir unas vacaciones permanentes puede parecer atractivo, los viajeros dicen que no siempre fue fácil.
Joe y Audrey Martucci subrayaron que, si bien “no podrían pedir un mejor viaje ni una mejor oportunidad”, sí “se cansaron un poco de estar de vacaciones”. Extrañaron a sus hijos y les costó estar lejos mientras sucedían importantes acontecimientos de la vida en tierra.
“Nueve meses es mucho tiempo”, dice Joe. “No volvería a hacer un crucero de nueve meses seguidos. Es demasiado tiempo lejos de la familia, lejos de todo el mundo y empezamos a sentirnos agotados”.
“No pudimos conciliar el sueño”, dijo Audrey sobre el carácter ininterrumpido del itinerario, antes de agregar: “Sabemos que esto suena a un problema de primer mundo”.
La pareja dijo que eventualmente recuperaron el sentido del equilibrio tras tomarse tiempo libre y días más tranquilos cuando era necesario. A veces se saltaban las excursiones organizadas por Royal Caribbean para “simplemente pasear por la naturaleza” de un destino.
Prepararse para el final
Muchos de los pasajeros estaban pronosticando un choque cultural tras bajar del Serenade of the Seas por última vez.
“Fue liberador dejar todo antes de venir”, djoe Lake, quien abandonó su contrato de alquiler en California para vivir con una maleta durante nueve meses. “Ahora pienso: ‘¡Oh, mierd*!’”.
Los pasajeros pudieron mantener conexiones con sus seres queridos en tierra a través de videollamadas regulares e incluso alguna visita ocasional al barco, pero dicen que las relaciones a larga distancia fueron difíciles de mantener.
“Creo que este tipo de experiencias a veces debilitan las amistades en casa”, reflexionó Lake. “Algunas se mantendrán fuertes y seguirán estando después, mientras que otras pueden desaparecer”.
“En algunos momentos fue un poco difícil”, coincidió LRB. “Porque mis amigos me enviaban mensajes de texto diciendo: ‘Oh, tuve un día horrible en el trabajo’, y mientras tanto, yo pensaba: ‘Vi la Gran Muralla China o hice esnórquel en la Gran Barrera de Coral’. A veces, me sentía un poco desconectada”.
Los pasajeros también adoptaron diferentes enfoques para mantenerse al tanto de las noticias mundiales y los acontecimientos actuales.
Para Oosthuizen, a medida que pasaban los meses y ella veía cada vez más del mundo, sintió que desarrollaba “una perspectiva mundial”.
“Fue muy educativo ver diferentes culturas y cómo se las arreglan las personas”, dijo Oosthuizen. “No diría que me sentí aislada durante el crucero”.
Joe Martucci añadió: “No puedes irte durante nueve meses y meter la cabeza en la arena como un avestruz y decir: ‘Sí, me preocuparé por eso cuando llegue a casa’. Porque el mundo sigue cambiando muy rápido”.
Pero Brandee Lake dijo que tomó la decisión consciente de que se desconectaría y se quedaría en una “burbuja”. Por eso, una reciente escala de un crucero en la ciudad de Nueva York la dejó un poco en shock.
“No hemos estado en Estados Unidos desde febrero, desde que hicimos escala en Los Ángeles”, comentó. “Ahora es muy diferente, porque estamos en plena temporada electoral”.
Algunos de los viajeros estadounidenses a bordo dijeron que la atmósfera a bordo se volvió más tensa a medida que se acercaban las elecciones estadounidenses.
“Me estoy dando cuenta de que un par de personas que realmente me importan tienen opiniones políticas diferentes a las mías, y eso ha sido algo que he tenido que afrontar, un desafío”, dijo McWilliams.
Y aunque hay un sentimiento de compañerismo a bordo, naturalmente no todos forman parte.
“Por supuesto, hay un pequeño grupo de personas con las que no me importaría volver a interactuar nunca más”, dijo Linderman. “Pero así es la cosa, a veces no conectas o haces clic con todo el mundo”.
Los viajeros que vivieron en espacios reducidos con miembros de su familia también desarrollaron mecanismos para afrontar conflictos durante los últimos nueve meses.
“En las familias, todos sabemos cuándo nos sacamos de quicio a veces”, explicó Lake, quien viajó con sus padres y su hermana. “Simplemente hay que marcharse y luego volver”.
Little Rat Brain, que compartía una cabaña interior sin ventanas con su madre, insistió en que esta no era la receta para el desastre que podría parecer. LRB simplemente se tomaba tiempo para sí misma cuando lo necesitaba.
Muchos de los viajeros destacan que más que nada se sintieron agradecidos de vivir este viaje con sus seres queridos.
“Sobre todo con mis padres”, dijo Lake. “Piensas en lo afortunados que son de que estén aquí”.
También hubo constantemente nuevas caras en la mezcla, ya que algunos pasajeros se unieron al viaje para viajes más cortos.
Entre los pasajeros de corta duración se encontraba el influencer de TikTok estadounidense Marc Sebastian, quien consiguió patrocinio para unirse al crucero por un breve período, tras prometer “causar caos” a bordo.
Este caos nunca pareció concretarse. En cambio, McWilliams vio a Sebastian conmoverse mientras admiraba los icebergs de la Antártida.
“Tiene sentido que lo entienda. Lo entiende”, recordó haber pensado McWilliams.
Un viaje inolvidable
A medida que el crucero llega a su fin, los viajeros reflexionan sobre todo lo que han visto y tratan de procesar los últimos nueve meses.
Lake dijo que elegir solo un momento destacado es casi imposible, pero el período que pasó el barco en la Antártida fue particularmente especial. Su elección es compartida por Little Rat Brain.
“El agua estaba perfectamente quieta y era un reflejo de esos icebergs gigantescos y había tantos tonos diferentes de blanco que era absolutamente increíble”, recordó LRB.
Mientras tanto, Angie Linderman habló con cariño de su viaje en tren a través de la India, así como de una parada en Portofino, Italia, donde estuvo “nadando en el agua todo el día en una pequeña playita con casas coloridas encima de nosotros, aferrándose a las colinas”.
Linderman dice que conservará la sensación de ver “el amanecer sobre las cataratas del Iguazú” o de maravillarse con “la Gran Muralla China de noche con solo mis compañeros de crucero alrededor”.
Los días en el mar también fueron especiales, dice Linderman, especialmente “las incontables noches bailando en el Vortex Lounge o en una discoteca silenciosa o en una noche de cine con amigos”.
Los pasajeros famosos de TikTok ahora están considerando cómo cambiar su presencia en las redes. Algunos tienen ingresos provenientes de allí (“No lo suficiente para vivir, de ninguna manera”, enfatizó Little Rat Brain. “Pero es suficiente para salir a cenar con amigos cuando regrese”). Sin embargo, sugieren que su principal motivación para seguir publicando es conectarse con seguidores ahora leales.
Muchos de los pasajeros tienen planeados viajes futuros que pretenden registrar en TikTok. Mientras tanto, Linderman tiene una próxima cirugía para extirparse los ovarios y dice que “compartirá ese viaje online” con su comunidad de apoyo en redes sociales.
También se habla de un crucero de reencuentro, aunque por una duración mucho más corta, que probablemente será relatado en redes.
Si bien hay próximos cruceros alrededor del mundo en el horizonte, como los viajes de cuatro meses a cargo de MSC Cruceros y Princess Cruises, no hay nada tan largo como el Ultimate World Cruise a la vista para las principales líneas de cruceros.
Royal Caribbean no ha respondido a la solicitud de comentarios de CNN sobre los planes para futuros cruceros de nueve meses.
En cuanto a Beth Anne Fletcher, su interés se vio despertado por el posible crucero de tres años que actualmente se encuentra estancado en Belfast, Irlanda del Norte, operado por la empresa emergente Villa Vie Cruises, pero hasta ahora no ha visto mucho contenido en redes sociales proveniente de ese barco.
“No creo que nada pueda tener jamás la viralidad del crucero de nueve meses”, dijo Fletcher.
“No estoy muy seguro de si volverá a ocurrir”, coincidió Little Rat Brain. “Simplemente tuvimos una situación de tormenta perfecta, aunque, afortunadamente, no hemos atravesado ninguna tormenta perfecta. Así que lo acepto”.
“Todo ha ido tan bien como se puede esperar para haber estado durante nueve meses en un barco diminuto con la misma gente”, dijo LRB. “Son recuerdos increíbles que durarán toda la vida”.