(CNN) –Una y otra vez, la vicepresidenta Kamala Harris argumentó en un foro de CNN este miércoles por la noche que el rival republicano Donald Trump es “inestable” e “incapaz de servir”.
El mensaje de la candidata demócrata en las últimas semanas de la carrera presidencial de 2024 se centra directamente en advertir a los estadounidenses -en particular a los independientes indecisos y a los republicanos moderados- que Trump supone una amenaza para los principios básicos de la nación.
Señaló repetidamente a ex altos cargos militares de la administración de Trump que le han llamado fascista y afirmó que el expresidente habló elogiosamente de la lealtad de los generales nazis de Hitler. También expresó su preocupación por sus comentarios sobre volver a los militares contra los “enemigos internos”.
Si Trump gana, dijo Harris, “va a sentarse ahí, inestable y desquiciado, tramando su venganza, tramando su retribución, creando una lista de enemigos”.
Harris estaba tan centrada en exponer los comentarios de los exayudantes de Trump y los líderes militares como en detallar su propia agenda política ante la multitud del que participaba del foro de Pensilvania y ante los votantes que la veían en casa
Aquí hay seis conclusiones del foro de Harris en CNN:
Harris piensa que Trump es un fascista
A Harris se le preguntó el miércoles por la noche si considera a Trump un fascista.
“Sí, lo creo”, dijo. Pero, agregó, no quiere que los votantes tomen su palabra como única referencia.
Harris señaló a líderes militares de alto rango que sirvieron bajo Trump y han dicho que el expresidente es un fascista, incluyendo al ex presidente del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, y al ex secretario general de la Casa Blanca de Trump y general retirado de la Marina John Kelly.
“También creo que se debe confiar en las personas que lo conocen mejor en este tema”, dijo Harris.
La condena de la vicepresidenta a Trump como una amenaza para los principios fundacionales de Estados Unidos es una ventana a cómo está tratando de ganar a los pocos votantes indecisos, incluidos republicanos moderados educados de los suburbios e independientes, en las semanas finales de la carrera. Está presentando a Trump como una amenaza para la democracia, en lugar de centrarse en sus diferencias políticas con el expresidente.
Harris dijo que más de 400 miembros de administraciones presidenciales republicanas la han respaldado, y nombró específicamente a la ex representante de Wyoming Liz Cheney, quien ha hecho campaña con ella, y al ex vicepresidente Dick Cheney.
Dijo que el apoyo de esos republicanos a su campaña está motivado por “un miedo legítimo, basado en las palabras y acciones de Donald Trump, de que no obedecerá un juramento de apoyar y defender la Constitución de los Estados Unidos”.
La seguridad fronteriza y la migración son temas complicados para la vicepresidenta
Tanto Cooper como los miembros de la audiencia presionaron a la vicepresidenta sobre la seguridad fronteriza.
Se le preguntó sobre el número récord de cruces ilegales que ocurrieron durante la administración de Biden a pesar de múltiples órdenes ejecutivas. Cooper señaló que ese flujo solo comenzó a disminuir después de una acción ejecutiva importante a principios de este año y preguntó por qué Biden y Harris no habían hecho algo antes.
Harris argumentó que la administración de Biden, y ella personalmente, creían que las acciones ejecutivas eran solo soluciones a corto plazo y que una solución a largo plazo solo podría ocurrir a través de un acuerdo bipartidista en el Congreso. Subrayó la necesidad de un gran proyecto de ley bipartidista sobre seguridad fronteriza.
“Simplemente solucionemos el problema”, dijo Harris varias veces.
Contrastó eso con el historial de Trump en seguridad fronteriza, donde se burló de él por no cumplir su promesa de construir un muro fronterizo a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos y hacer que México pagara por ello.
“Pienso en lo que hizo y cómo lo hizo, que no tenía mucho sentido porque en realidad no hizo mucho”, dijo.
Harris también rechazó la idea de que era blanda en seguridad fronteriza e inmigración, asegurando que, para obtener la ciudadanía estadounidense, “la gente tiene que ganárselo” y que quería “fortalecer nuestra frontera”.
Harris quiere que la muerte de Sinwar sea una oportunidad para poner fin a la guerra entre Israel y Hamas
Uno de los mayores desafíos de Harris fue intentar encontrar un equilibrio entre apoyar firmemente la guerra de Israel en Gaza tras el ataque del 7 de octubre de 2023 y pedir la liberación de los rehenes retenidos por Hamas, mientras busca un alto el fuego para poner fin a la crisis humanitaria y a las decenas de miles de muertes de civiles palestinos en el territorio.
Los demócratas intentaron mantener el apoyo de los votantes que se oponen a la continua ayuda militar de EE.UU. a Israel. Un votante indeciso en la audiencia le preguntó a Harris qué haría para “garantizar que no muera otro palestino debido a bombas financiadas con los dólares de los impuestos estadounidenses”.
Harris dijo que es “inconcebible” la cantidad de palestinos inocentes han muerto, pero que esperaba que la muerte del líder de Hamas, Yahya Sinwar, quien ayudó a planear el ataque del 7 de octubre y fue eliminado por Israel a principios de este mes, creara una oportunidad para poner fin al conflicto.
“Con la muerte de Sinwar, creo que tenemos la oportunidad de poner fin a esta guerra, traer a los rehenes a casa, brindar alivio al pueblo palestino y trabajar hacia una solución de dos Estados, donde tanto Israel como los palestinos – en igual medida – tengan seguridad, donde el pueblo palestino tenga dignidad, autodeterminación y la seguridad que tanto merecen”, dijo Harris.
Cooper preguntó a continuación qué diría Harris a las personas que están considerando votar por un candidato de un tercer partido o quedarse en casa debido al enfoque de la administración sobre el conflicto en Gaza. Harris dijo que entendía que cualquier persona que haya visto lo que ha sucedido en Gaza o haya perdido a un ser querido allí tendría sentimientos fuertes, pero agregó que creía que esos mismos votantes también se preocupan por el enfoque de su presidente sobre otros temas, como el costo de los alimentos y los derechos reproductivos.
La siguiente pregunta fue de un votante que preguntó cómo manejaría Harris el antisemitismo. La vicepresidenta destacó su trabajo para combatir los crímenes de odio y pidió nuevas leyes para disuadir futuros ataques. También hizo referencia a los comentarios de Kelly sobre Trump y Hitler.
Cooper le preguntó a Harris si creía que Trump era antisemita.
“Creo que Donald Trump es un peligro para el bienestar y la seguridad de Estados Unidos”, respondió.
Cuando se le preguntó si sería más pro-Israel que Trump, Harris criticó la política exterior de Trump en términos más generales, incluida su afinidad por figuras autoritarias, los informes de que envió pruebas de Covid-19 al presidente ruso Vladimir Putin, su manejo del ataque al Capitolio de EE.UU. del 6 de enero de 2021 y, nuevamente, sus presuntos comentarios sobre Hitler.
Harris habla el idioma de los republicanos mientras busca el voto anti-Trump del Partido Republicano
La campaña de Harris pasó las últimas semanas trabajando arduamente para cortejar a los republicanos escépticos de Trump y a los independientes de derecha. Este miércoles por la noche, la vicepresidenta repitió ese llamamiento, tanto en lo que dijo como en la forma en que lo dijo.
Mencionó repetidamente a Liz Cheney, la exmiembro de la Cámara que rompió con su partido por Trump y perdió su liderazgo en el Partido Republicano y una primaria por sus “pecados”, y estuvo en el centro de los esfuerzos de Harris para ganarse a los republicanos indecisos.
“Recorrí este estado y otros con Liz Cheney”, dijo Harris al principio, agregando: “Ella me ha respaldado”.
Y no solo ella, recordó a la audiencia.
“Dick Cheney va a votar por mí. Más de 400 exmiembros de administraciones republicanas respaldaron mi candidatura”, dijo Harris, “y la razón entre ellos es un miedo legítimo basado en las palabras y acciones de Donald Trump, de que no obedecerá el juramento de apoyar y defender la Constitución de los Estados Unidos”.
Un poco más tarde, al hablar sobre los derechos reproductivos, Harris mencionó nuevamente a Liz Cheney, una política “incondicionalmente pro-vida” que, según la vicepresidenta, “no está de acuerdo con lo que estuvo sucediendo” en los estados que prohibieron el aborto.
Harris también destacó su deseo de trabajar con el sector privado para resolver problemas públicos como la crisis de la vivienda.
“Necesitamos un nuevo enfoque que incluya trabajar con el sector privado. Lo digo como una servidora pública devota”, dijo Harris, antes de asimilar la retórica tradicionalmente republicana moderada para describir su plan, que incluye “trabajar con el sector privado para eliminar la burocracia, trabajar con constructores de viviendas, trabajar con desarrolladores para crear incentivos fiscales para que podamos crear más oferta de viviendas y reducir el precio”.
La unidad es un punto de discusión bipartidista, por supuesto, pero Harris argumentó repetidamente que las soluciones de “sentido común” están al alcance.
“El pueblo estadounidense merece tener un presidente que esté basado en el sentido común, en lo que es práctico y en lo que es lo mejor para la gente, no para sí mismo”, dijo Harris, criticando a Trump pero sin abrazar nada parecido a una agenda ideológicamente progresista.
Cambios de postura
Otra pregunta de un votante desafió a Harris sobre su cambio de postura hacia una tendencia de centro durante su campaña presidencial de tres meses. Desde que se convirtió en la candidata, la vicepresidenta cambió su postura en temas clave, incluyendo el alejamiento de su apoyo pasado a redirigir fondos de los departamentos de Policía a los servicios sociales y prohibir el fracking.
Harris dijo que no quiere prohibir el fracking y que no ha intentado hacerlo como vicepresidenta, mientras reiteraba que sus “valores” en cuanto a abordar el cambio climático no han cambiado. Y cuando Cooper le preguntó directamente si cree que el fracking es malo para el medio ambiente, Harris evitó la pregunta.
“Creo que hemos demostrado que podemos invertir en una economía de energía limpia, podemos mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, podemos trabajar en lo que necesitamos hacer para proteger esta hermosa tierra nuestra y no prohibir el fracking”, dijo.
Sobre su postura en materia de ley y orden, Harris dijo que hubo “mucha desinformación” y enfatizó que pasó la mayor parte de su carrera como fiscal.
Harris luego abordó más ampliamente su cambio en políticas defendiendo lo que describió como su disposición a aceptar buenas ideas, construir consensos y no “aferrarse al orgullo”.
“Creo en solucionar problemas. Me encanta solucionar problemas”, dijo Harris. “Y por eso les prometo ser una presidenta que no solo trabaje para todos los estadounidenses, sino que trabaje para lograr que las cosas se hagan, y eso significa compromiso”.
Cooper preguntó a continuación sobre su cambio de apoyo a Medicare para Todos (Harris fue copatrocinadora de la legislación de atención médica de pagador único cuando estaba en el Senado, pero propuso un plan más moderado durante su campaña presidencial de 2020) y su apoyo pasado a la despenalización de los cruces fronterizos.
“Nunca tuve la intención, ni permitiré jamás, que Estados Unidos tenga una frontera que no sea segura”, dijo Harris, agregando que debe haber consecuencias por entrar al país ilegalmente.
Esta historia ha sido actualizada.