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Verificación de datos: teorías de conspiración que promueve Donald Trump sobre Joe Biden y el coronavirus
02:42 - Fuente: CNN

(CNN) –– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este lunes un ataque público sin precedentes contra el liderazgo del Ejército, acusándolo de librar guerras para aumentar las ganancias de las empresas que fabrican elementos de defensa.

“No estoy diciendo que los militares estén encantados conmigo: los soldados lo están, los altos funcionarios del Pentágono probablemente no porque no quieren hacer nada más que pelear guerras para que todas esas maravillosas compañías, que fabrican las bombas y los aviones y todo lo demás, permanezcan felices”, aseveró Trump a los medios durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca.

Los insólitos comentarios de Trump se producen mientras varios funcionarios de defensa le dicen a CNN que las relaciones entre el presidente y el liderazgo del Pentágono son cada vez más tensas.

También llegan después los esfuerzos de Trump por convencer al público de que él no hizo una serie de comentarios despectivos contra el personal militar y los veteranos estadounidenses, que fueron reportados inicialmente por la revista The Atlantic.

Un alto exfuncionario del gobierno le confirmó a CNN que Trump se refirió a los miembros del servicio estadounidense caídos en el cementerio de Aisne-Marne en términos crudos y despectivos durante un viaje a Francia en noviembre de 2018 para conmemorar el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial. Otros medios, incluyendo Fox News, han confirmado gran parte del reporte de The Atlantic, que Trump y la Casa Blanca niegan con vehemencia.

Algunos han expresado preocupaciones frente a que las acusaciones de este lunes por parte del presidente contra los altos mandos del ejército puedan tener un efecto corrosivo.

“Los comentarios del presidente sobre las motivaciones de los líderes militares no solo degradan su servicio y el de aquellos a quienes dirigen: él da crédito al mismo desdén e irreflexión que trata de negar”, dijo el contraalmirante retirado de la Marina de Estados Unidos y analista de CNN John Kirby.

El Pentágono no respondió a una solicitud de comentarios acerca de las declaraciones de este lunes.

Aunque Trump ha desacreditado públicamente el servicio de varios veteranos de alto perfil, como el difunto senador John McCain y su exsecretario de Defensa ––el general retirado Jim Mattis––, el ataque de este lunes llega a un nuevo nivel y señala a los líderes que él mismo designó para cumplir sus órdenes.

Trump también ha hecho alarde de fortalecer el presupuesto de defensa como uno de los principales logros de su administración, y lo ha citado como evidencia de su apoyo al Ejército, gasto que también ha beneficiado a los contratistas de defensa.

Los altos mandos, agotados y preocupados

CNN informó previamente que las relaciones entre Trump y su secretario de Defensa, Mark Esper, son tensas, y se cree que el presidente está a punto de reemplazarlo. Pero, a menos de dos meses de las elecciones presidenciales, los altos comandantes del Pentágono están cada vez más exhaustos y preocupados por su relación con el mandatario, según dijeron a CNN varios funcionarios de defensa.

Un área crítica de preocupación es cómo respondería el Pentágono si Trump invoca la Ley de Insurrección para poner a las tropas militares en las calles y lidiar con los manifestantes civiles, mientras continúa avivando divisiones en todo el país en el período previo a las elecciones. Trump planteó la idea el mes pasado y, después de que hizo la primera amenaza en junio, Esper se apartó públicamente con él diciendo que se oponía a tal medida.

Para evitar un nuevo enfrentamiento con la Casa Blanca, durante las últimas semanas, los altos mandos militares ––incluido el general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto–– han recibido informes periódicos sobre disturbios civiles en las principales ciudades del país. La idea es estar preparados con planes alternativos para la Guardia Nacional, que se activa a nivel estatal, y otras fuerzas de seguridad civiles federales, en lugar de que las tropas en servicio activo se enfrenten los manifestantes, según varios funcionarios de defensa.

Otro tema que podría conducir a una confrontación entre Trump y el liderazgo militar es el proyecto de ley de defensa por 740.000 millones de dólares, que eliminaría los nombres de los generales confederados ante la oposición pública de Trump, quien dijo que vetaría cualquier movimiento.

Todo el Estado Mayor Conjunto ha dejado claro que quiere eliminar lo que ven como los símbolos divisorios de la Confederación.

Milley no se contuvo sobre el tema en una comparecencia ante el Congreso en julio pasado: afirmó que “esos oficiales dieron la espalda a su juramento”, en referencia a los nombres en las bases. “Fue un acto de traición, en ese momento, contra la Unión, contra las Barras y Estrellas, contra la Constitución de Estados Unidos”, sostuvo.

Los líderes militares se han involucrado en varias iniciativas destinadas a mejorar la inclusión racial. Los funcionarios dicen que es un trabajo vital el hecho de garantizar que cuando las tropas vayan a la guerra, sean una fuerza de combate cohesiva.

También existen preocupaciones muy reales sobre las secuelas de las elecciones de noviembre, especialmente si el resultado no es claro inmediatamente después de la noche de las elecciones.

El mes pasado, Milley dijo a los miembros del Congreso que las fuerzas armadas no desempeñarán ningún papel en las elecciones y no ayudarán a resolver ninguna disputa si se impugnan los resultados.

“En el caso de una disputa sobre algún aspecto de las elecciones, por ley, los tribunales de Estados Unidos y el Congreso de Estados Unidos están obligados a resolver cualquier disputa, no el ejército de Estados Unidos”, escribió Milley en una carta a la Comisión de Servicios Armados de la Cámara.

“Creo profundamente en el principio de un ejército estadounidense apolítico”, escribió Milley.

A pesar de lo que dijo Milley, si hubiera algún tipo de crisis constitucional en caso de que el resultado de las elecciones no sea claro, los militares podrían verse en una posición complicada, especialmente porque el oponente de Trump, el exvicepresidente Joe Biden, planteó durante una entrevista en junio la idea de que podrían resultar involucrados.

“Les prometo, estoy absolutamente convencido de que ellos lo escoltarán desde la Casa Blanca con gran rapidez”, dijo Biden, refiriéndose al Estado Mayor Conjunto del ejército estadounidense.

Además de esa incertidumbre, existe la preocupación de que Trump pueda lanzar una acción militar contra un adversario antes del Día de la Inauguración, independientemente de quién gane la Casa Blanca, también están al frente y en el centro de los altos mandos.