(CNN) –– El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, presentó este martes su plan de tres puntos para combatir la pandemia de covid-19. Se trata de un enfoque de manejo del virus que continúa contrastando con el del presidente Donald Trump.
La estrategia fue anunciada cuando Biden presentó al equipo que diseñó para controlar la pandemia. El plan tendría como objetivo vacunar al menos a 100 millones de estadounidenses en sus primeros 100 días en el cargo. También incluye la promesa de Biden de firmar en su primer día como presidente un mandato para exigir el uso de máscaras. Además de esfuerzos para que los niños regresen a la escuela de manera segura.
El plan de Biden se conoció el mismo día en que Trump firmó un decreto, en gran parte simbólico, destinado a priorizar el envío de la vacuna contra el covid-19 a los estadounidenses antes que a otras naciones.
“Mis primeros 100 días no acabarán con el virus covid-19”, dijo Biden durante un evento en Wilmington, Delaware. Y añadió: “No puedo prometer eso”. Luego señaló que “no nos metimos en este lío rápidamente, no vamos a salir de él rápidamente. Va a llevar algún tiempo. Pero estoy absolutamente convencido de que en 100 días podemos cambiar el curso de la enfermedad. Y cambiar la vida en Estados Unidos a mejor”.
La semana pasada, en una entrevista con Jake Tapper de CNN, Biden indicó que pedirá a los estadounidenses usar máscaras durante los primeros 100 días de su mandato.
Este martes, Biden dijo que su gobierno daría prioridad a la vacunación contra el covid-19 de los trabajadores de la salud y los residentes de centros de atención a largo plazo. Esto, según lo recomendado por los asesores de vacunas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés). El presidente electo también mencionó que vacunaría a los educadores lo antes posible.
Biden presentó a los principales miembros de su equipo de salud que liderarán la respuesta de su gobierno al covid-19. En este punto, la pandemia ha cobrado la vida de más de 284.000 estadounidenses hasta este martes. El presidente electo también describió los primeros tres objetivos clave de su equipo.
Además de la meta de al menos 100 millones de inyecciones de vacunas contra el covid-19, Biden reiteró su compromiso de firmar una orden para el uso de máscaras en su primer día en el cargo. Ahora bien, el presidente no puede exigir unilateralmente que todos los estadounidenses usen mascarillas, según la ley. Pero, Biden dijo que podría exigir máscaras en lugares como establecimientos federales y en aviones, trenes y autobuses para viajes interestatales.
Según explicó el presidente electo, la tercera prioridad a nivel nacional del equipo de salud es lograr que los niños regresen a la escuela de manera segura. Biden señaló que si el Congreso proporciona los fondos necesarios para proteger a los estudiantes, los educadores y el personal ––además de que las ciudades implementan fuertes medidas de salud pública que los estadounidenses sigan–– “mi equipo trabajará para lograr que la mayoría de nuestras escuelas puedan abrir al final de mis primeros 100 días”.
Biden dijo que redactó los objetivos en consulta con el Dr. Anthony Fauci, el médico de enfermedades infecciosas más importante del país. De hecho, Fauci es su asesor médico en jefe recientemente anunciado para la pandemia.
Biden reiteró su llamado al Congreso a unirse para aprobar un proyecto de ley por 900.000 millones de dólares de ayuda económica por el covid-19. Esto con el objetivo de apoyar a los estadounidenses en dificultades y reabrir negocios y escuelas de manera segura. En ese sentido, señaló la financiación inmediata es fundamental. Aunque indicó que, cuando asuma el cargo en enero, su gobierno tomará medidas adicionales para apoyar a los estadounidenses. Así como para financiar los esfuerzos de distribución de vacunas.
El presidente electo también pidió a la administración Trump “que compre las dosis que ha negociado con Pfizer y Moderna. Y que trabaje rápidamente para escalar la fabricación para las poblaciones estadounidenses y de mundo”.
Biden nombró esta semana, además de Fauci, a Xavier Becerra, fiscal general de California, como su designado para el Departamento de Salud y Servicios Humanos. También anunció al Dr. Vivek Murthy, quien fue director general de Sanidad en el gobierno Obama, como su alternativa para ese mismo cargo. Jeff Zients, copresidente de transición de Biden y exfuncionario de la administración de Obama, se desempeñará como coordinador de la respuesta al covid-19 y consejero del presidente. Adicionalmente, Natalie Quillian, otra veterana de la era Obama, se desempeñará como coordinadora adjunta de la respuesta al covid-19.
La Dra. Rochelle Walensky, jefa de la división de enfermedades infecciosas del Hospital General de Massachusetts, será la directora de los CDC. Por su parte, la Dra. Marcella Nunez-Smith, copresidenta del equipo de transición de Biden, se desempeñará como presidenta del grupo de trabajo de equidad de covid-19.
Biden había hablado anteriormente sobre su plan de pedir a todos los estadounidenses que usen máscaras durante sus primeros 100 días en el cargo. Por lo que dijo que trabajaría con gobernadores y alcaldes para aprobar órdenes de uso de mascarillas en comunidades de todo el país.
El presidente electo ha promocionado durante mucho tiempo la importancia y la eficacia de usar una máscara para detener la propagación del virus. Otro punto que contrasta con Trump.
Desde que comenzó la pandemia, Trump ha socavado a sus propios expertos médicos y ha dejado de lado a los científicos. El presidente se ha negado a tomar medidas básicas para controlar el virus. De manera destacada, se negó a usar una máscara en público durante varios meses y realizó grandes concentraciones sin distanciamiento social.
Biden, por el contrario, se ha comprometido durante mucho tiempo a escuchar los consejos de científicos y expertos en salud pública sobre la pandemia. Ha usado máscaras en eventos públicos y enfatizado la importancia de adherirse a las pautas de salud pública.