(CNN) –– Las imágenes devastadoras que muestran cadáveres de civiles esparcidos por las calles de Bucha, un suburbio de la capital de Ucrania, provocaron horror mundial en los últimos días, mientras aumenta la urgencia de investigaciones sobre los presuntos crímenes de guerra de Rusia. Sin embargo, hay una narrativa completamente diferente en los medios de comunicación estatales de China.
En ese país, los informes de los medios nacionales sobre los civiles muertos en Bucha se han apresurado a enfatizar la posición rusa de negar las imágenes. Dos reportes destacados, que se emitieron en la cadena nacional CCTV esta semana, recalcaron las afirmaciones sin fundamento de Moscú de que la escena se orquestó después de que las fuerzas rusas se retiraran del área.
En uno de los informes, una leyenda que cita a Rusia con las palabras “los ucranianos dirigieron un buen espectáculo” aparece sobre imágenes muy borrosas de Bucha.
No hay ninguna evidencia que sugiera que este es el caso. Las imágenes satelitales apuntan a que algunos estuvieron allí desde al menos el 18 de marzo, mientras que testigos oculares dijeron que la matanza comenzó hace semanas.
Por separado, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo este martes que las impactantes imágenes de Bucha muestran “todos los indicios” de que los civiles fueron “atacados y asesinados directamente”. El martes, el secretario General de la ONU, António Guterres, se sumó a los crecientes llamados internacionales para una investigación sobre crímenes de guerra relacionada al asesinato de civiles en la ciudad.
Ahora bien, las acusaciones de crímenes de guerra aumentan la apuesta de la posición de China. El aparente impulso de Beijing a la propaganda rusa coincide con su postura desde el comienzo de la invasión. Justamente, China se ha negado a condenar a Rusia ––tanto en casa como en su diplomacia––, incluso a medida que crece el número de civiles muertos.
En cambio, Beijing ha tratado de presentarse como un actor neutral, al llamar a la paz y culpar a Estados Unidos de la situación.
Esto se reflejó en un editorial que publicó el tabloide nacionalista Global Times este miércoles, el cual parecía cuestionar la veracidad de lo que llamó, entre comillas, el “incidente de Bucha”. La publicación también absolvió a Rusia de responsabilidad.
“Es lamentable que después de la exposición del ‘incidente de Bucha’, Estados Unidos, el que comenzó la crisis de Ucrania, no haya mostrado ningún signo de instar a la paz y promover las conversaciones. Pero, está listo para exacerbar las tensiones entre Rusia y Ucrania”, se lee en el editorial.
“No importa cómo haya ocurrido el ‘incidente de Bucha’, nadie puede negar al menos una cosa: la guerra misma es la principal culpable del desastre humanitario”, agregó.
Un enemigo común
Las crecientes tensiones con EE.UU. han acercado a Moscú y Beijing en los últimos años. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo de China, Xi Jinping, declararon que la asociación de sus países “no tenía límites” solo unas semanas antes de la invasión de Rusia.
Desde la guerra de Rusia en Ucrania, Beijing ha estado bajo una presión considerable para condenar las acciones de Moscú y unirse a países de todo el mundo en imponer sanciones. Por el contrario, los funcionarios chinos se han negado a usar el término de invasión para describir las acciones rusas. Y, en ese sentido, han dicho repetidamente que se abrirán camino en lo que respecta a su respuesta.
En una sesión especial del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas este martes, el embajador de China, Zhang Jun, reconoció que las imágenes de las muertes de civiles en Bucha eran “profundamente perturbadoras”. Pero, a la hora de atribuir la responsabilidad de la situación, instó a “todas las partes” a “ejercer moderación y evitar acusaciones infundadas”.
“Se deben verificar y establecer las circunstancias relevantes y las causas específicas del incidente. Cualquier acusación debe basarse en hechos”, añadió Zhang.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, hizo comentarios similares en una sesión informativa regular este miércoles. “Los asuntos humanitarios no deben politizarse”, señaló.
“Todas las partes deben actuar con moderación y evitar acusaciones infundadas” antes de que concluya la investigación de los hechos, dijo Wang. Y agregó que China “está dispuesta a continuar trabajando junto con la comunidad internacional para evitar daños a los civiles”.
Pero en casa, China ha estado transmitiendo un mensaje más directo. El cual, justamente, se relaciona con una historia más larga de los medios estatales rusos y chinos que refuerzan sus narrativas mutuamente, sobre temas como el tratamiento de los disidentes rusos, las protestas a favor de la democracia en Hong Kong y los orígenes del covid-19. Mientras, a su vez, buscan refutar las caracterizaciones de los funcionarios y medios de Occidente.
En un ejemplo de tal superposición este martes, la agencia estatal China News Service publicó en la popular plataforma de redes sociales Weibo, similar a Twitter, con el hashtag: “Rusia muestra un video para demostrar que el incidente de Bucha es un montaje”, haciendo referencia a un informe de una agencia de noticias estatal rusa.
A pesar de que China amplifica la retórica rusa en sus reportes en el país, se pueden ver algunas muestras públicas de escepticismo. Incluso, en las plataformas de redes sociales altamente moderadas de China.
En un ejemplo reciente, un bloguero militar con muchos seguidores escribió el domingo que los ucranianos eran responsables de una “masacre” de civiles. Pero, varios usuarios en los comentarios sugirieron que los detalles de la publicación estaban equivocados.