(CNN Español) – El año electoral en América Latina avanza en medio de climas políticos polarizados e incertidumbre económica. Tras los comicios en Costa Rica, y antes de que llegue el turno de Brasil, Colombia celebrará el 29 de mayo una de las elecciones presidenciales más importantes en las últimas décadas del país, que podrían tener además un efecto en toda América Latina, mientras continúa el “paro armado” lanzado por el Clan del Golfo la semana pasada en represalia por extradición de alias “Otoniel”.
Hay ocho candidatos a presidente en esta primera vuelta, y, si ninguno obtiene la mayoría simple de los votos —como indicarían las encuestas—, habrá una segunda vuelta entre los dos más votados el 19 de junio para decidir al sucesor del actual mandatario, Iván Duque. El ganador tomará posesión el 7 de agosto.
Una consulta realizada en abril por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) destaca que cuatro candidatos están concentrando las intenciones de votos del electorado colombiano: Gustavo Petro (42,6%), Federico Gutiérrez (21,8%), Rodolfo Hernández (11,5%) y Sergio Fajardo (9,5%), de centro. Celag incluye en su consejo consultivo a figuras de la izquierda latinoamericana como el expresidente de Ecuador Rafael Correa y el exvicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera.
La encuesta fue hecha por un equipo del propio Celag con 3.064 entrevistas con un cuestionario aplicado mediante el uso de dispositivos móviles, entre el 1 y 18 de abril de 2022, con un margen de error que oscila entre 0,9% y 2,19%, con un 95% de intervalo de confianza.
Datos más ajustados surgen de una encuesta más reciente de Guarumo y EcoAnalítica para el diario El Tiempo, que destaca a los mismos cuatro candidatos, aunque con porcentajes diferentes (Petro 36,4%, Gutiérrez 30,6%, Rodolfo Hernández 12,4%, Sergio Fajardo 6,9%). En una eventual segunda vuelta, la investigación anticipa un 43,8% para Petro y un 40,9% para Gutiérrez, con 8,8% de voto en blanco. Esta encuesta abarcó 2.132 entrevistas entre el 25 y 29 de abril, con un margen de error de 2,5% y un intervalo de confianza de 95%, según la ficha técnica que provee el periódico.
¿Por qué son importantes para América Latina estas elecciones?
Este ha sido y será un año electoral importante América Latina: Costa Rica ya eligió presidente, se aproximan las elecciones en Colombia y en octubre será el turno de Brasil.
El año anterior Argentina celebró elecciones legislativas y Chile eligió nuevo presidente: en ambos países los partidos gobernantes sufrieron derrotas, y en el caso de Chile, como en Costa Rica, hubo recambio en el Poder Ejecutivo.
Estos procesos electorales se están caracterizando por la polarización entre derecha e izquierda, a costa del centro, y por un mal desempeño de los partidos gobernantes, muy golpeados por la pandemia de covid-19 y las tensiones económicas sin importar su color político.
“En la mayoría de los países de la región, en Perú, Chile y Brasil, desde antes de la primera vuelta los sondeos han llevado a que haya dos opciones radicales”, dijo a CNN Andrés Macías Tolosa, investigador de la Universidad Externado de Colombia.
“En Colombia creo que las opciones son menos radicales que en Chile, pero son muy opuestas: han llevado a que lo que se discute antes de la primera vuelta sea lo que se discute entre la primera y segunda, y la polarización afecta a la democracia”.
En Chile Gabriel Boric, el candidato de izquierda, ganó en diciembre y reemplazó al presidente Sebastián Piñera, de derecha. Mientras que en Costa Rica triunfó Rodigo Chaves, conservador, y reemplazó al presidente Carlos Alvarado Quesada, de centro.
La carrera en Colombia parece estar perfilándose, de acuerdo con las encuestas, entre Petro —de izquierda— y Gutiérrez —de derecha—, mientras que en Brasil se espera que la contienda enfrente al actual presidente de derecha, Jair Bolsonaro, con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, todo un símbolo para la izquierda latinoamericana.
“Colombia está en esa ola de consolidación de una izquierda o centro-izquierda en el poder, y eso es nuevo en el país”, dijo Macías Tolosa.
Esta eventual consolidación podría, según el investigador colombiano, distender la relación de Colombia con Venezuela, luego de que Petro se mostrara a favor de restablecer las relaciones diplomáticas entre Bogotá y Caracas si gana las elecciones, así como también revaluar el histórico vínculo con Estados Unidos, especialmente en la lucha contra grupos armados como las FARC —hoy desmovilizados en el marco de un Acuerdo de Paz— y el ELN y sectores de las FARC en disidencia.
“Si gana Petro habrá un debate muy fuerte y complejo sobre esa visión militarista de enfrentar grupos armados y cultivos ilícitos. Yo no creo que la relación con Estados Unidos se vaya a dañar así esto ocurra, ya que hay muchos elementos en juego que Petro no podría cambiar de un día para otro, pero es posible que pueda haber variaciones”, señaló el investigador.
Petro ha defendido recientemente un programa de sustitución de cultivos de coca en el contexto de una alianza entre el Estado y el campesinado, y ha defendido los procesos de paz con grupos armados, aunque su programa de gobierno no hace referencias a la relación con Estados Unidos.
¿Qué está en juego para los colombianos?
La falta de empleos y la situación de los salarios es la principal preocupación económica de los colombianos, seguido por la inflación —que alcanzó un 9,23% interanual en abril, según el Banco de la República, cifra que no se veía desde el 2000—, la deuda de las familias, las pensiones y la falta de inversiones privadas, de acuerdo con CELAG.
“A diferencia de otras elecciones ha cobrado mucha más relevancia la inflación. Colombia ha estado afectada por los rezagos de la pandemia y la crisis de suministros, empeorados por la guerra en Ucrania. El peso se ha devaluado mucho y hemos tenido un dólar mucho más alto”, dijo Macías Tolosa.
Entre los problemas estructurales en Colombia, los enecuestados consideran —según CELAG— que la corrupción es el más grave, seguido por la pobreza, la delincuencia, la clase política y el narcotráfico.
Un informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP) destaca también que la seguridad no está entre los principales problemas que perciben los colombianos, a pesar del “paro armado” reciente: se ubica en el séptimo lugar, por debajo de salud, educación y empleado. “Este hallazgo es sorpresivo ya que la seguridad ocupa gran parte de los discursos mediáticos y políticos, y ha guiado, en buena medida, parte de las acciones del Estado”, escribieron María Acosta Vélez y Jerónimo Castillo, de la FIP. Esta fundación dice que se financia con el aporte de empresas colombianos y extranjeras que operan en el país, así como donaciones de gobiernos y agencias de cooperación internacional, y con fondos de instituciones filantrópicas.
“Colombia enfrenta actualmente un aumento en la tasa de homicidios y este gobierno no abordó este hecho de manera responsable. Tal vez los candidatos tengan algo que decir al respecto, aunque esos comentarios no hayan aparecido en los debates públicos ni en sus propuestas”, señalaron.
“Como suele suceder, esta campaña está condicionada por el miedo y las propuestas sobre la seguridad lo reflejan”.
Hay 39 millones de personas llamadas a elegir entre las ocho fuerzas que figuran en el tarjetón electoral, y en marzo los colombianos ya habían votado en las elecciones legislativas y las consultas populares.
Gustavo Petro fue uno de los ganadores de ese día al imponerse en la consulta de su coalición con 4,4 millones de votos y convirtiéndose en el candidato de la izquierda. Además, su fuerza Pacto Histórico tuvo un buen desempeño en las legislativas y se posicionó como una de las principales fuerzas.
Federico “Fico” Gutiérrez, otro de los principales candidatos a presidente, también tuvo un buen desempeño ese día: se impuso en la consulta de su partido con 2,1 millones de votos, logrando la representación de la derecha en Colombia y sumando el apoyo de los partidos tradicionales.
El Centro Democrático, partido gobernante del presidente Iván Duque, y el candidato Sergio Fajardo, de centro, estuvieron, en cambio, entre los perdedores de la jornada electoral del 13 de marzo.
Con información de Melissa Velásquez Loaiza.