Ahora que se han callado quienes cuestionaban el lugar de nacimiento del presidente Obama (conocidos como birthers), los que ponen en duda la muerte de Osama bin Laden impulsan una nueva teoría de la conspiración en Estados Unidos.
La liberación del certificado de nacimiento de Barack Obama la semana pasada al parecer enterró -en gran medida- a los escépticos que cuestionan si legalmente podría servir como presidente porque pensaban que no era un ciudadano por nacimiento. El vacío que dejaron fue llenado de inmediato por un sorprendentemente nuevo grupo de personas que se preguntan si el líder de Al-Qaeda está realmente muerto.
Algunos medios de comunicación y blogueros llaman a este nuevo grupo los deathers.
Sus demandas tienen una amplia gama: algunos creen que el terrorista más buscado en el mundo no era el hombre abatido el domingo; otros piensan que bin Laden está muerto, pero desde hace muchos años, y otros incluso creen que el autor intelectual del ataque del 11 de septiembre está vivo y que está siendo interrogado en secreto.
Un sitio de noticias de Fox no va tan lejos. El juez Andrew Napolitano declaró en un algún momento que “Osama bin Laden está muerto”, pero luego no parecía tan convencido. Napolitano también cuestionó la autoridad del presidente para matarlo.
Napolitano comenzó su programa del lunes pasado diciendo que bin Laden fue “asesinado por el capricho ilegal del presidente”. Momentos después añadió: “Osama bin Laden está muerto y el presidente parece creer que tiene derecho a matar a quien quiera, siempre y cuando la persona sea percibida como un monstruo y el público lo apoye”.
Sin embargo, el juez también se preguntó si los funcionarios “nos está diciendo la verdad o están haciendo las cosas rápido para salvar una pésima presidencia de Obama”. Más tarde en la emisión, Napolitano preguntó a un invitado: “¿Usted cree que está muerto, o quiere más pruebas: una fotografía, un testimonio de un testigo presencial. Algo que no sean las palabras de un presidente de cuyo discurso hemos dudado anteriormente?”.
Otros que están cuestionando la muerte de Bin Laden incluyen a un conductor de una radio libertaria, un muy conocido activista liberal contra la guerra y algunos estudiantes paquistaníes.
Lo que todas estas demandas tienen en común es que van en contra de los hechos previamente acordados.
La decisión de Obama de no publicar las fotos de la muerte de bin Laden parece estar alimentando los argumentos de los deathers.
Alex Jones es conductor de un programa de entrevistas de una estación de radio con sede en Texas, que también opera varios sitios web y tiene un canal de YouTube con más de 24 millones de vistas. A veces se le ha llamado el teórico de la conspiración de la derecha.
Tras el anuncio del presidente de la muerte de bin Laden, Jones dijo a sus radioescuchas, “Mis amigos, esto es un fraude completo y total”. “¿Dónde está el cuerpo?”, preguntó Jones en otro programa. “Hace nueve años mis fuentes de la Casa Blanca, confirmaron que había sido asesinado y fue congelado en hielo”, dijo al aire.
Cindy Sheehan, que ciertamente no es una aliada ideológica de Jones, parece estar de acuerdo con él sobre la muerte de bin Laden. Sheehan se hizo famosa por protestar contra la política en Iraq del presidente George W. Bush, incluso acampó en la Casa Blanca y en el rancho del presidente en Crawford, Texas, después de que su hijo fue muerto en la guerra.
Poco después del anuncio presidencial sobre bin Laden, Sheehan plantó semillas de duda en su página de Facebook y en un blog. “No es que no crea a Obama sobre Osama porque sea Obama, yo no le creo porque es sólo uno de los muchos en la larga de la línea de emperadores que andan desnudos”, escribió Sheehan.
“La única prueba que nos ofrecieron de que Osama está muerto fue a Obama diciéndonos que había una coincidencia de ADN entre el hombre abatido por los SEALs de la Marina y Osama bin Laden. Incluso si es posible obtener el ADN tan rápido, y si el régimen tenía el ADN de bin Laden por ahí en un laboratorio en algún lugar -¿dónde está la prueba empírica?”, continuó Sheehan.
Mientras tanto, una página en Facebook -llamada “Osama bin Laden no está muerto”- ha sido creada como una especie de mural de anuncios para las teorías.
“Toda esta historia es una distracción del certificado de nacimiento de Obama”, publicó Kevin Lane. “Eso estuvo en todas las noticias en un espacio de 24 horas desde que se anuncio que bin Laden estaba muerto (pero no capturado), dijeron que habían hecho las pruebas de ADN y obtuvieron los resultados (que toma tres días) y arrojaron su cuerpo al mar. Seguro que si Osama Bin Laden era/es un hombre malo les habría gustado que el mundo lo viera muerto, incluso si las fotos son horribles”.
“Bin Laden fue capturado con vida y está siendo interrogado en algún lugar antes de ser ejecutado”, publicado Colin David Leach.
Poco después del anuncio de la muerte de bin Laden, los universitarios en Abbottabad, Pakistán, donde fue abatido, expresaron su escepticismo.
“Eso es propaganda”, dijo un estudiante a Nick Paton Walsh de CNN. “Osama fue asesinado hace 10 años en Afganistán. Y es sólo propaganda para terminar la guerra en Afganistán”.
Otros se negaron a creer que bin Laden estaba incluso en Abbottabad. Y otros hicieron eco a los llamados para que la administración Obama mostrara imágenes. “Si es cierto, entonces ¿por qué no se muestra su cuerpo?”, preguntó un estudiante.
Un experto en teorías de conspiración dijo que en ese rango tales afirmaciones tienen un elemento común: “frecuentemente vienen del ala del miedo” de los políticos.
“Sus teorías de la conspiración tienden a proliferar en los bordes extremos del espectro político”, dijo John Avlon, colaborador de la CNN y autor de Wingnuts: How the Lunatic Fringe is Hijacking America.
“Por desgracia vamos a tener gente que -especialmente en la política de hoy y sobre todo con la amplificación que internet ofrece-, extenderá las teorías de conspiración sobre casi cualquier cosa”.
Avlon dijo que esa gente a menudo comparte un rasgo común.
“Ellos vienen con estas explicaciones adornadas, explicaciones alternativas, de cómo ocurren los eventos, como el asesinato de JFK, con el fin de mantener su propia psicología en su lugar. ‘Diecinueve tipos no podría haber derribado las Torres Gemelas. Tenía que ser una conspiración del gobierno’, se dicen a sí mismos. De lo contrario, el mundo se vuelve realmente de miedo, impredecible e inestable para ellos”.
“Si bien es totalmente previsible que algunas teorías de la conspiración de Osama bin Laden proliferen en el Medio Oriente, ello es a causa de algunas personas que tienen un interés creativo en esos rumores … el hecho de que tales teorías de la conspiración (bin Laden) estén en cualquier parte del espectro de la política de Estados Unidos tiene un poco de sorprendente y mucho patético”, agregó Avlon.