Por Daniel López Casarín

Por fin la espera terminó. Después de cuatro años quedaron inaugurados los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 con las palabras del presidente de México Felipe Calderón.

La belleza de Jalisco, el mariachi y el agave, así como una mirada al pasado, al presente y un posible futuro de Guadalajara y el estado fueron los temas principales de la tan esperada y perfectamente producida ceremonia de inauguración por parte del estadounidense Scott Givens.

Con un enorme reloj central que daba la cuenta regresiva, la voz de Vicente Fernández entonó el himno nacional, seguido de dos canciones que levantaron de sus asientos a los más de 60.000 espectadores presentes en el Estadio Omnilife: “México Lindo” y “Guadalajara”.

Como bien nos había comentado el productor Givens, más de 10.000 fuegos artificiales iluminaron constantemente el cielo de Zapopan y el estadio.

El desfile de las delegaciones deportivas duró unos 45 minutos y se realizó en orden alfabético con la excepción de la de México, que siendo el país anfitrión, tuvo el honor de cerrar el desfile. Los atletas mexicanos lucieron un traje de charro al compás de la canción de Timbiriche “México”.

Se acercaba el final de la ceremonia y se daba paso a la llegada de la antorcha Panamericana, cuyo relevo final quedó en manos de la clavadista mexicana Paola Espinosa, la encargada de encender el pebetero.

Así como Vicente Fernández abrió la ceremonia, no podía ser otro que el potrillo Alejandro Fernández el que cerrara la fiesta con la canción temática de los Juegos Panamericanos “El Mismo Sol”, para dar paso a un impresionante despliegue de fuegos artificiales.