Prostitutas católicas de la ciudad de León, en Guanajuato, que decidieron dejar de prestar sus servicios durante los días que el papa Benedicto XVI realizó su visita al estado, volvieron a sus labores unas horas después de que el pontífice abandonó el país.
Cuatro hoteles conocidos en León por ser lugares donde se ejerce la prostitución, lucían vacíos el sábado, pero este lunes tras la partida de Benedicto XVI se pudo ver a algunas mujeres en los sitios acostumbrados.
“Somos católicas, creemos en Dios, en la Virgen, por un respeto al Papa, decidimos todas no abrir”, dijo a CNNMéxico, una de las cuatro prostitutas que trabajan en una casa localizada sobre la calle Malecón del Río en el barrio del Coesillo, en el centro de León.