(CNN) — El ministro del Interior de Cartagena, Colombia, consideró que el escándalo de mala conducta por parte de miembros del Servicio Secreto de Estados Unidos ha ensombrecido los esfuerzos del país para mostrar una buena imagen de la ciudad durante la reciente Cumbre de las Américas.
“La conducta inapropiada de los estadounidenses nos ha ensombrecido un poco”, dijo Nausicrate Pérez. “Pero estamos seguros de que vamos a trascender, porque Cartagena es mucho más. Es una ciudad hermosa, tranquila, una ciudad histórica que mostró al mundo su seguridad y tranquilidad”.
Pérez dijo que las autoridades están a la espera de obtener más información sobre las acusaciones de que agentes del Servicio Secreto ingresaron sexoservidoras en su hotel antes del arribo del presidente Barack Obama a la cumbre de este fin de semana en Colombia.
“Estamos esperando un informe del Ministerio de Relaciones Exteriores ya que, oficialmente, el distrito de Cartagena no tiene pruebas que demuestran que hay personas o mujeres de Cartagena involucradas”, dijo el ministro.
En tanto, cinco miembros del servicio de las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos están entre los señalados por el escándalo, según dos funcionarios estadounidenses.
Además, 11 miembros del Servicio Secreto han sido implicados en la investigación, mientras que hasta 10 militares estadounidenses de todas las ramas de las fuerzas armadas están siendo interrogados sobre su posible participación en cualquier acto de mala conducta.
Los estadounidenses estaban en Cartagena para preparar la visita de Obama, quien ha dicho que espera una “rigurosa” investigación.
La indagatoria está siendo dirigida por el director del Servicio Secreto, Mark Sullivan, quien ha informado al Congreso.
Una líder del Senado dijo este martes que hasta 21 mujeres estaban involucradas en el caso y se preguntó si el incidente podría haber puesto en peligro al presidente Obama.
“¿Quiénes eran estas mujeres? ¿Podrían haber sido miembros de grupos hostiles hacia Estados Unidos? ¿Podrían haber plantado trampas, desactivado armas o cualquier otro (tipo) de seguridad que hubiera puesto en peligro al presidente o a nuestro país?”, preguntó Susan Collins, de Maine, la republicana de mayor rango en el Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado.
Esto fue cuestionado por el vocero del Servicio Secreto de Estados Unidos, Ed Donovan, quien dijo que el número exacto de mujeres todavía estaba bajo investigación.
“A la senadora Susan Collins, en una conversación con el Servicio Secreto, se le dijo que 21 agentes del personal de Estados Unidos están involucrados en la investigación, y ella, evidentemente, malinterpretó que significaba que 21 sexoservidoras estaban involucradas”, dijo una fuente familiarizada con la investigación.
La oficina de Collins manifestó que no estaba de acuerdo con esa afirmación y asegura que “no hubo ningún malentendido.”
“El comportamiento entero es tan increíblemente peligroso y arriesgado para aquellos que se encargan de la solemne obligación de proteger al presidente de nuestro país”, dijo Collins a CNN.
Agentes del Servicio Secreto y funcionarios de amplia experiencia han sido interrogados al menos una vez, dieron a conocer dos funcionarios del gobierno que conocen de la investigación.
Sus funciones de seguridad han sido retiradas mientras la investigación está en curso y podrían ser reintegrados si son inocentes, dijeron los funcionarios.
A los agentes se les ofreció la oportunidad de hacer una prueba de polígrafo, según un funcionario del país. Algunos de los agentes y militares sostienen que ellos no sabían que las mujeres eran sexoservidoras, dijo el funcionario.
Si bien contratar prostitución es legal en algunas zonas de Colombia, se considera una violación del código de conducta de la agencia, dijeron las fuentes gubernamentales. La ley militar también impide que los miembros del servicio se involucren con sexoservidoras, pues es una conducta impropia de un oficial o, para personal enlistado, representa un “perjuicio al buen orden y disciplina”.
La supuesta mala conducta se produjo antes de que Obama llegara a Cartagena, y el Servicio Secreto dijo que el personal acusado se relevó de su cargo y fueron enviados a casa antes de que el presidente aterrizara.
Sin embargo, se conoció la noticia mientras estaba allí, y el general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto, dijo en el Pentágono el lunes que el incidente distrajo la atención “de lo que era un compromiso regional muy importante para nuestro presidente”.