(CNN) — “¿Arruinar mi fin de semana? ¡Mi jefe arruinó mi vida!”.
Eso escribió JJ Jeffers, uno de los cientos que comentaron en la historia publicada recientemente, ¿Tu jefe está arruinando tu fin de semana?
“Mi nuevo jefe me hace trabajar todos los fines de semana”, escribió kit8. “Por lo tanto, no me siento estresado por ir a trabajar los lunes, ya que siempre estoy trabajando”.
Es la situación del “malempleado”, definido por el Diccionario urbano como “cuando lo que haces para vivir te hace querer matarte”.
“Lo que ha estado obstruyendo mi fin de semana es que mi jefe me da cada vez más trabajo y no planifica al personal suficiente para hacerlo”, escribió otra persona. “Estamos construyendo una economía basada en extraer más de menos”.
Otro dijo: “Nuestro departamento… estaba más y más ocupado hasta que llegamos al punto donde estábamos en una carrera completa desde que entrábamos hasta que salíamos… después nos dieron trabajo adicional. Y después más trabajo… siempre había algo que salía al final de la semana”.
El estrés no es necesariamente malo, dijo el médico Rajita Sinha, jefe del Centro de Estrés de Yale, en Estados Unidos.
“Es el estrés que se mantiene, incontrolable y abrumador, mientras las personas no pueden descifrar las opciones para resolver sus problemas, lo que es perjudicial”.
Desafortunadamente, para muchos el trabajo se ajusta a esta última idea.
Una gran cantidad de literatura epidemiológica y de salud pública sugiere que ciertas prácticas de trabajo tienen un efecto adverso en la salud humana y la duración de vida, de acuerdo con Jeffrey Pfeffer, profesor de Comportamiento Organizacional en la Escuela de Graduados de Negocios de Stanford en Estados Unidos y autor de Power: Why Some People Have It, and Others Don’t (El poder: ¿Por qué algunos lo tienen y otros no?).
Así que el comentario de JJ Jeffer no está lejos de la realidad. Tu jefe puede estar arruinando no sólo tu fin de semana, podría estar causándote un daño físico y psicológico severo.
“Velo en términos de ‘exposiciones’”, dice Pfeffer. Los despidos, no tener seguro (médico) o tener un mal seguro, la ausencia de control sobre el trabajo y trabajar por muchas horas pueden servir como exposiciones a una serie de enfermedades y patologías: presión sanguínea alta, colesterol alto, enfermedades cardiovasculares, trastornos del sueño y alcoholismo, entre otros.
Y muchas de estas prácticas tóxicas están dañando a los empleados y a sus empresas.
“Cuando no les ofreces un seguro médico a tus empleados, van a trabajar enfermos”, dice Pfeffer. “Hay ausentismo y se presentan al trabajo estando enfermos. Están tan distraídos, que no terminan muchas cosas. Y trabajar muchas horas, ¿te hace más productivo? Es un mito que resulta no ser cierto”.
Así que, ¿qué opciones tiene un trabajador “malempleado”?
No existen curas instantáneas para la gente que se encuentra en lugares de trabajo desagradables, dice Robert Sutton, profesor de Stanford y autor de libros best seller como Good Boss, Bad Boss y The No A**hole Rule (Jefe bueno, jefe malo, y la regla del no-idiota). Pero sí tienes opciones:
Vete
Primero, pregunta Sutton, ¿estás realmente atrapado? En algunas situaciones, una salida puede ser tu mejor opción.
“La gente cree que dejar su empresa o tomar un paso hacia abajo es impensable. Tienen una gran carga de trabajo, están estresados y físicamente enfermos todo el tiempo, pero no se van para proteger su salud física y mental. (…) ¿Pero sabes qué? Vivir una vida más larga y más feliz lo vale”.
“Ve con un consejero de empleo, habla con amigos que se han ido y son exitosos”, continúa Sutton.
¿Qué tal empezar tu propio negocio?
“Tienes que ser absolutamente realista sobre la iniciativa empresarial”, sugiere Lindsey Pollack, una experta en carreras y autora de Getting From College to Career. “Necesitas un conjunto de habilidades en particular y una unidad interna en particular para hacerlo. Comenzar un negocio propio no es para todos”.
Sin embargo, señala Pollack, nuestra economía y el creciente papel de la tecnología nos encamina hacia una cultura laboral donde muchas personas son, y serán, agentes libres. El freelancing y la consultoría son grandes tendencias.
Existe un término medio entre ser un empleado de tiempo completo y ser un propietario único totalmente independiente. Busca oportunidades en ese término medio.
Lucha
Debes desafiar tus propias suposiciones en situaciones laborales negativas, dice Sutton.
Si examinas la investigación sobre el poder y conciencia de sí mismo, el 50% (o más) de las veces que tu jefe puede no entender cómo está afectando a las personas. Así que tu suposición en el trabajo no debe ser que tu jefe es el primo del diablo, sino que quizá él o ella no están conscientes o no tienen ni idea.
Una conversación franca puede ayudar a abordar el problema, algo como: “Hay algunas cosas que usted y/o su empresa están haciendo que son difíciles para mí tanto física como emocionalmente. Estoy dispuesto a trabajar duro y ser dedicado, pero no puedo correr un maratón constantemente a este paso”.
“A veces se trata sólo de conversar”, dice Sutton. “No asumas que no puedes razonar con la gerencia”.
Pollack está de acuerdo con que la comunicación es la clave.
“Aclara cuáles son tus expectativas de trabajo y cómo quiere comunicarse tu jefe. Quizá le gusta tener canales más claros. A veces el problema se debe a la falta de comunicación. Puedes estar trabajando duro, pero si no estás haciendo lo que tu jefe quiere, vas a tener problemas”.
Si al final del día nada funciona, quizás quieras cambiar a un canal maquiavélico. “Encuentra formas de debilitar a un jefe opresivo o perjudicarlo políticamente”, sugiere Sutton. “He tenido casos donde los individuos que tratan de luchar fracasan. Pero una vez que las personas se juntan y trabajan el caso, pueden derrocar a un gerente dominante y explotador”.
Quédate
De vez en cuando Sutton recibe un correo electrónico que dice algo como: “Mi trabajo es insoportable, pero estoy a dos años de retirarme; ¿qué debo hacer?”.
En este caso tienes que sufrir, dice. Tienes que encontrar la manera de pasar el tiempo sin hacerte mucho daño. Haz todo lo que puedas para mantenerte en mejor estado físico y mental. Encuentra maneras de escapar.
“Soy un gran creyente en vivir el arte fino del desapego emocional. A veces hay un argumento que hacer para vivir los movimientos sin que toquen tu alma”.
La buena noticia es que parece que hay una conciencia creciente de que el “malempleo” no va a terminar por sí solo.
“Tenemos que reducir la velocidad y reconocer que estamos corriendo un maratón”, dice Sutton. “No podemos correr en cada momento del día. La gente se está dando cuenta de que se están quemando mutuamente”.